• Los bebés que nacen por cesárea pueden tener un mayor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico que los bebés que nacen por vía vaginal.
  • La razón de esto podría ser que, al nacer, los bebés por cesárea no ingieren la microbiota de sus madres, lo que puede mejorar su salud inmunológica.
  • Un nuevo estudio publicado en la revista Cell encontró que servir a los bebés una pequeña porción de la popó de sus madres podría mejorar su microbiota.

Alimentar a los bebés nacidos por cesárea con una pequeña cantidad de heces de su madre puede ayudarlos a tener el mismo comienzo saludable que los bebés que nacen por vía vaginal, encontró un estudio publicado el jueves en la revista Cell.

Los bebés por cesárea tienen una microbiota «realmente diferente» a la de los bebés que nacen por vía vaginal, lo que puede explicar por qué los bebés por cesárea desarrollan afecciones relacionadas con el sistema inmunológico, como asma, alergias, diabetes tipo uno y otros problemas de salud en el futuro, dijo Willem de Vos, coautor del estudio y profesor de microbiomía humana en la Universidad de Helsinki. 

La microbiota se refiere a los microbios que viven en el intestino de una persona, que desempeñan un papel esencial en la construcción del sistema inmunológico en los primeros años de vida. Los bebés por cesárea tienden a carecer de las cepas de bacterias intestinales que tienen los niños y adultos sanos. También suelen albergar microbios dañinos que son comunes en los hospitales. Esto puede deberse a que los bebés que nacen por vía vaginal ingieren la microbiota de su madre en la vagina y el perineo durante el parto, y los bebés por cesárea no. 

«Este es un regalo que la madre le da a su bebé», dijo Sture Andersson, coautor del estudio, sobre la transferencia de material microbiano en un parto vaginal. 

Servir a un recién nacido nacido por cesárea un poco de la caca de su madre puede ayudarlo a obtener ese mismo «regalo».

Alimentar a los bebés nacidos por cesárea con una pequeña porción de las heces de sus madres mezcladas con leche materna

Para el estudio, los autores solicitaron a siete madres que habían programado cesáreas. Los autores recolectaron muestras de heces de cada mujer para realizar pruebas de patógenos. Después de los partos, cada bebé recibió aproximadamente tres miligramos y medio de las evacuaciones de su madre, mezcladas con leche materna.

Se evaluó la microbiota fecal de los bebés al nacer y permanecieron en el hospital durante dos días para ser monitoreados por complicaciones. Los bebés fueron examinados con regularidad durante tres meses. 

En ese momento, la microbiota de los bebés por cesárea era similar a la microbiota de los bebés nacidos por vía vaginal, dijo Willem. Fue significativamente diferente de los bebés nacidos por cesárea que no recibieron el trasplante fecal. 

El estudio demostró que «podemos normalizar el desarrollo de la microbiota en las primeras etapas de la vida mediante el trasplante de materia fecal de los bebés nacidos por cesárea», dijo Willem. 

Con más investigación y más datos de seguridad y eficacia, las transferencias fecales al nacer podrían convertirse en una práctica común para los bebés por cesárea en el futuro, dijo Willem. 

Willem también enfatizó que esto es algo que solo debe implementarse en un entorno clínico y no debe intentarse en casa. 

En el pasado, los médicos habían probado otros métodos para administrar la microbiota faltante a los bebés nacidos por cesárea. Eso ha incluido limpiar la cara de un bebé con líquido vaginal después del nacimiento y administrar ciertos probióticos. El hisopado no ha funcionado, dijo Willem. No hay consenso sobre qué probióticos funcionan, si es que funcionan.

«Puede ser mejor tener una forma más natural de obtener los microbios correctos en el bebé por cesárea», dijo Willem.

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