- La UEFA se convirtió en la primera federación de futbol que incluye cláusulas relacionadas con los derechos humanos como parte de su proceso de licitación para la Eurocopa.
- Esto se debe a las múltiples críticas que los organizadores de torneos de futbol y las autoridades han recibido por el mal trato a los aficionados.
- Las fan zones han surgido como soluciones, ya que permite la vigilancia de los aficionados, se garantiza su seguridad y ellos pueden continuar consumiendo alimentos y bebidas.
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En los últimos años se han producido varios incidentes en importantes eventos de futbol. En ellos, las autoridades han sido duramente criticadas por el público, los medios de comunicación, académicos y aficionados por violar los derechos de los fans.
La final de la UEFA Champions League 2022 en París es el ejemplo más destacado. En dicho partido, los aficionados del Liverpool experimentaron dificultades para viajar al estadio y sufrieron aplastamientos mientras esperaban para ingresar. Además, fueron sometidos a gases lacrimógenos disparados por la policía.
Tras los comentarios sobre el incidente, las críticas iniciales a los fans se sustituyeron por quejas sobre el comportamiento de la policía y la seguridad del estadio. Estas se centraron en los derechos humanos de los aficionados del futbol.
Desde entonces, las autoridades del futbol se han visto obligadas a responder a la presión de grupos de defensa, por ejemplo, Sport and Rights Alliance y Football Supporters Europe.
Para ser sede de un torneo de la UEFA, como la Eurocopa, debes tomar en cuenta la protección de los derechos de los fans
La UEFA es la primera federación de futbol que incluye cláusulas relacionadas con los derechos humanos como parte de su proceso de licitación para la Eurocopa 2024.
Por lo tanto, dentro de los requisitos para ser sede del torneo, los posibles anfitriones deben “abordar de manera proactiva los riesgos para los derechos humanos”.
La UEFA —junto con la Federación Alemana de Futbol (DFB) y Euro 2024 GmbH (una empresa conjunta de la UEFA y la DFB)— publicaron su declaración de derechos humanos para la Eurocopa 2024 en noviembre de 2023.
En ella, la UEFA y sus socios afirmaron que: “Todos nos comprometemos a contribuir conjuntamente a un torneo que destaque la democracia, el respeto, la equidad y la promoción y protección de los derechos humanos”.
Fundamentalmente, la declaración reitera la responsabilidad de los gobiernos y los organizadores de eventos de respetar los derechos humanos durante todo el torneo.
Esta responsabilidad implica identificar, prevenir y reducir los efectos negativos reales o potenciales sobre los fans. También reducir la probabilidad de abusos.
En la Eurocopa 2024 se han puesto en marcha otras medidas prácticas para ayudar a defender y proteger los derechos humanos en el torneo.
Un ejemplo es el papel que se declaró que desempeña la policía en la Eurocopa. Su objetivo es garantizar la seguridad pública y mantener al mismo tiempo una actitud tolerante y abierta.
Sin embargo, aquí surge claramente una tensión, ya que los organizadores debe equilibrar la protección de los derechos de los aficionados con las preocupaciones de seguridad y vigilancia que plantean los grandes acontecimientos futbolísticos.
El estereotipo que acompaña a los fans del futbol
La investigación académica sobre la afición al futbol y la cultura de los aficionados se centra a menudo en los casos de violencia y vandalismo.
Por lo tanto, la necesidad de proteger al público de la “amenaza” de los fans del futbol ha cobrado prominencia por sobre la necesidad de proteger los derechos de los propios aficionados.
La atención mediática a los torneos de futbol puede generar percepciones negativas asociadas con los fanáticos. Aunque los estereotipos mediáticos son comunes, la naturaleza de las culturas policiales puede reproducir suposiciones compartidas similares sobre los aficionados del futbol como borrachos, violentos y peligrosos.
Por supuesto, han habido muchos incidentes en los que los fans se comportaron de desordenadamente en los principales torneos de futbol. Por ejemplo, el enfrentamiento entre aficionados antes del partido inaugural de la Eurocopa 2024 entre Inglaterra y Serbia.
No obstante, se ha hecho demasiado hincapié en la criminalización de los aficionados. Esto ha llevado a la policía a participar en enfrentamientos directos con ellos.
Los incidentes de alto perfil y la respuesta a ellos influye en la forma en que se vigila a los fanáticos, con implicaciones para los espacios diseñados para recibirlos y gestionarlos.
Los fans del fútbol son considerados, paradójicamente, tanto delincuentes potenciales como consumidores valiosos. Esto ha dado lugar a la creación de espacios dedicados a contenerlos.
Las fan zones como medidas para garantizar la seguridad y el consumo
Más allá de la amplia seguridad de los estadios de futbol, los organizadores de torneos y sus socios de las ciudades anfitrionas han desarrollado otros espacios para abordar las representaciones paradójicas de los aficionados.
Por ejemplo, como la fan zone. Esta se introdujo por primera vez en la Eurocopa de 2004 en Portugal, antes de popularizarse en el Mundial de Alemania 2006. Hoy forma pare de casi todos los torneos de futbol.
La UEFA, al igual que la FIFA, tiene la obligación contractual de incluir estos “festivales de futbol” en sus acuerdos de organización. Las fan zones son recintos secundarios que acogen a fanáticos sin boleto.
Ahí se les puede controlar (ya sea mediante la vigilancia policial o la seguridad) para enfrentar la amenaza percibida de un comportamiento antisocial.
Promocionadas como escenarios de festivales, construyen y legitiman los intentos de controlar el comportamiento de los fans mediante medidas “suaves” que restringen la movilidad y permiten una vigilancia cuidadosa.
Las fan zones ofrecen un espacio para que los aficionados consuman alimentos y bebidas, vean partidos y participen en actividades de los patrocinadores en un entorno seguro.
Sin embargo, estos espacios también encarnan una doble misión. Esta es gobernar y gestionar a los grupos de fanáticos “problemáticos” y, al mismo tiempo, obtener dinero de ellos.
Para los organizadores, las fan zones representan una manera segura de gestionar a los aficionados sin boletos y generar historias positivas en los medios de comunicación para las ciudades y los países sede.
Funcionan sobre la base de una lógica de precaución, incorporando la gestión de la seguridad y el riesgo potencial en los espacios del festival.
La fan zone en la Eurocopa 2024
En la Eurocopa 2024, la fan zone también se utiliza para promover mensajes prosociales sobre la importancia de la seguridad, la protección, la accesibilidad y la inclusión de los fans.
Esto se ve reflejado en el diseño de sus recintos y en el contenido de “United by Football” que se comparte en sus pantallas gigantes.
Este verano, un número récord de fans viajó a Alemania desde el Reino Unido y otros países. La cobertura mediática previa al torneo hizo hincapié en las posibles amenazas que acechan a los aficionados. Esto incluye terrorismo, consumo excesivo de alcohol y la violación de las leyes de orden público alemanas.
Nuestras investigaciones en curso sobre la protección de los derechos humanos de los fans en la Eurocopa 2024 demostró que las fan zones desempeñan un papel importante en la gestión de la movilidad de los visitantes.
Eso se debe a que les proporciona espacios seguros para disfrutar del torneo. Además, al mismo tiempo, genera ingresos para la UEFA y sus socios patrocinadores.
No obstante, la evidencia de congestión multitudinaria, caos en el transporte y dificultades para acceder a servicios básicos dentro de la fan zone de Múnich para el partido inaugural del torneo sugiere que aún queda trabajo por hacer para garantizar que la elevada retórica del torneo sobre la protección de los derechos humanos de los fans se haga realidad.
Este artículo se publicó originalmente en inglés.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
*David McGillivray es profesor de Eventos y Culturas Digitales en la Universidad del Oeste de Escocia. Callum McCloskey es investigador de doctorado en la Universidad del Oeste de Escocia. Conor Wilson es profesor de Criminología y Justicia Penal en la Universidad del Oeste de Escocia.
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