• La recaudación secundaria —aquella que se basa en la fiscalización de los contribuyentes— alcanzó 225,500 millones de pesos en los primeros 8 meses del año, un aumento de 145% anual.
  • Esta estrategia de estar detrás del contribuyente deudor compensó la caída de la recaudación primaria de casi 7% en el mismo periodo.
  • De esta forma, la estrategia de fiscalización del SAT impidió un desplome de ingresos públicos por la crisis económica que experimenta el país. Los ingresos tributarios totales solamente cayeron 0.5% anual en el periodo enero-agosto.

No importa si eres una gran empresa o una persona física, el gobierno federal necesita más recursos y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anda detrás de los contribuyentes deudores.

Esta fiscalización ha dado resultados. Se han recaudado más recursos, lo que compensó parcialmente la caída de ingresos por la crisis económica que se experimenta en 2020.

Uno de los principales objetivos estratégicos del SAT es aumentar la eficiencia recaudatoria vigilando «que los contribuyentes cumplan con sus declaraciones de manera oportuna e identificar contribuyentes que presentan inconsistencias en el pago de sus obligaciones».

Al forzar el pago de impuestos, el gobierno federal logró captar 45,316 millones de pesos adicionales, en los primeros 8 meses de 2020, de acuerdo con su Informe sobre la Operación Recaudatoria de septiembre.

Asimismo, a través de la fiscalización y cobranza —aquella que se obtiene cuando tiene que intervenir la autoridad fiscal — se recaudaron 180,182 millones de pesos entre enero y agosto de 2020, casi el doble de lo que se obtuvo en el mismo lapso del año pasado.

Esta recaudación deriva del objetivo de reducir la evasión y la elusión fiscal, a través de «programas de fiscalización a Grandes Contribuyentes, factureras, contrabando, comercio exterior y acciones de cobranza coactiva.»

En este apartado, las grandes empresas aportaron a la autoridad fiscal 77,800 millones de pesos en los primeros ocho meses del año, un aumento de 51,400 millones, o 185% con respecto al mismo lapso de 2019.

Ahora el erario depende de la fiscalización a deudores del SAT

Estos aumentos contrastan con la recaudación primaria, aquella que se recibe tradicionalmente por el pago de impuestos sin intervención de una autoridad fiscal, la cual disminuyó casi 7% anual en el periodo enero-agosto de 2020.

Pero debido a los esfuerzos de fiscalización del SAT, en los primeros 8 meses del año, la recaudación total solamente disminuyó 0.5%, y se cumplió con el 95% de lo requerido por la Ley de Ingresos 2020.

Esto a pesar de que México atravesó una de las peores crisis económicas en su historia, y se esperaba un desplome en los recursos por el confinamiento sanitario.

Como ejemplo, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) apenas aumentó poco más de 1% anual en el periodo enero-agosto; mientras que la recaudación del IVA cayó casi 2%, mientras que el IEPS más de 5%.

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