- Un volcán entra en erupción cuando el magma se acumula en su cámara de subterránea y se libera, convirtiéndose en lava.
- Meses antes de una erupción se reportan múltiples terremotos, ya que el magma va ascendiendo.
- El mayor riesgo de una erupción son los lahares, que son flujos de agua, cenizas y rocas que corren kilómetros por las laderas de los volcanes.
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El 27 de noviembre de 2022, Mauna Loa, el volcán activo más grande del mundo, entró en erupción en la isla de Hawái. Durante días, fuentes de lava, hirviendo a más de 1,100ºC, brotaron hacia arriba y fluyeron por las laderas de la montaña.
Para decenas de millones de personas en el mundo, los videos fueron una vista fascinante. Luego, semanas más tarde, la erupción terminó. Afortunadamente, no hubo muertes conocidas ni daños materiales importantes.
A las pocas semana, el monte Semeru en Java Oriental, Indonesia, hizo erupción con una mezcla de ceniza, gas y rocas calientes. Miles de personas que vivían en los alrededores fueron evacuadas. Muchos usaban máscaras para protegerse del aire lleno de cenizas. El monte Semeru ha seguido en erupción durante meses.
Soy una geóloga que estudia minerales en rocas volcánicas. Quiero aprender más sobre las causas de la erupción de los volcanes. Millones de personas viven cerca de un volcán activo, es decir, uno de los 1,328 volcanes en todo el mundo que han entrado en erupción en los últimos 12,000 años.
En un momento dado, entre 20 y 50 de estos volcanes activos están en erupción. La proximidad de personas y edificios hace que sea importante estudiar los volcanes y comprender los peligros.
La erupción de un volcán
El centro de la Tierra se llama núcleo, la siguiente capa es el manto y la capa externa es la corteza.
Con el tiempo, el magma —que es roca derretida mezclada con gas y cristales minerales— se acumula en una cámara subterránea debajo del volcán. El magma en Mauna Loa se forma cuando una pluma de manto caliente (piensa en un transportador de calor) derrite parcialmente la roca en el manto.
El volcán es esencialmente una abertura que deja salir el magma a la superficie de la Tierra. Una vez liberado del volcán, el magma se llama lava.
En los meses previos a su erupción, los científicos notaron un aumento de los terremotos y un abultamiento de Mauna Loa, como un globo inflado. Estos signos sugirieron que más magma estaba ascendiendo, porque la presión del magma ascendente puede expandir los lados de un volcán y hacer que las rocas se muevan y se rompan, lo que provoca terremotos.
Por lo general, para que ocurra una erupción, se debe acumular suficiente magma en la cámara debajo del volcán. Entonces algo necesita desencadenar la erupción.
Eso podría ser una inyección de magma nuevo en la cámara, una acumulación de gases dentro del volcán o un deslizamiento de tierra que elimina material de la parte superior de un volcán.
Tipos de volcanes
Mauna Loa es un volcán en escudo, construido durante miles de años a través de erupciones de lava. Sus lados se inclinan suavemente hacia abajo en todas las direcciones.
Pero el monte Semeru es diferente: es un volcán compuesto, también conocido como estratovolcán, con laderas empinadas que llegan a un punto en la parte superior, como un cono de helado invertido.
La erupción más reciente de Semeru comenzó cuando fuertes lluvias arrastraron rocas cerca de la cima del volcán. Eso permitió que el gas escapara y que las cenizas comenzaran a estallar.
Los peligros de una erupción volcánica
Muchos peligros están asociados con los volcanes en erupción: flujos de lava, gases ácidos, cenizas y lahares, que son peligrosos flujos de agua, cenizas y rocas que corren kilómetros por las empinadas laderas de los volcanes, a veces a más de 160 kilómetros por hora. La fuerza de los lahares puede mover enormes rocas y destruir puentes y edificios.
La reciente erupción del Monte Semeru cubrió las aldeas cercanas con cenizas, pequeñas partículas de roca que pueden penetrar profundamente en los pulmones. Esto causa irritación y dificulta la respiración.
A medida que se acumula la ceniza que cae, puede sofocar los cultivos, contaminar los suministros de agua y provocar el derrumbe de los edificios. La ceniza seca recién caída pesa de 10 a 20 veces más que la nieve.
Generalmente, los científicos no intentan detener la erupción de los volcanes. Son una parte natural de la Tierra. No obstante, monitorear los volcanes es fundamental. Las personas necesitan una advertencia temprana de una erupción para poder alejarse del peligro.
Aunque no podemos predecir la hora exacta de una erupción, los científicos están aprendiendo más sobre sus causas y cómo proteger a las personas que viven cerca de ellas.
¿Qué es crítico? Los sistemas de advertencia para lahares, rutas de evacuación planificadas en áreas amenazadas por volcanes y excelente comunicación entre los científicos en las estaciones de monitoreo volcánico y las agencias gubernamentales, que pueden informar a las personas cuando un volcán está a punto entrar en erupción.
Este artículo se publicó originalmente en inglés.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
*Rachel Beane es profesora de Ciencias Naturales en Bowdoin College.
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