- La recaudación de impuestos de Francia es la más alta entre países de la OCDE, la de México es la más baja.
- El gobierno francés anunció suspender el pago de ciertos impuestos y servicios como agua para enfrentar la crisis económica que puede causar el virus.
- Si México devolviera el IVA y perdonará el ISR se quedaría sin dos tercios de sus ingresos públicos.
- Los ingresos del gobierno federal vía el cobro de impuestos crecieron apenas 0.9% real en 2019.
- La recaudación de IVA e ISR cayeron en ese mismo año.
- Especialistas destacan la necesidad de una reforma fiscal para mejorar la recaudación y tener más recursos para políticas públicas en salud, por ejemplo.
México está muy limitado para darse la licencia de suspender el pago de ciertos impuestos como sí lo anunció Francia en medio de la crisis del coronavirus.
Para evitar que la pandemia del coronavirus dañe, además de la salud, la economía, países del mundo toman duras medidas que incluyen dejar de recibir por un tiempo el pago de algunos impuestos o hasta repartir dinero entre los ciudadanos afectados.
En esa lista dificilmente puede estar México.
Francia ofreció suspender el pago de ciertos impuestos y servicios como la luz y las cuotas de seguridad social. Estados Unidos incluye en su plan de emergencia el repartir cheques por 1,000 dólares.
México no es Francia en recaudación
México tiene una dificultad para pensar en implementar medidas como esas: su recaudación es muy baja y los ingresos públicos no están en temporada de vacas gordas.
Francia es el que mejor tasa de recaudación tiene en proporción del Producto Interno Bruto (PIB) con 46.1% y México la más baja con apenas 16.1% entre los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
«Por cada 100 dólares que se producen en un país, eso es lo que recauda el Estado. México está a la cola de los países industrializados, pero también de América Latina», explica Carlos Brown economista y colaborador en la revista mexicana Nexos. Francia obtiene 46 dólares por impuestos y México solo 16.
Las medidas como las francesas o estadounidenses buscan evitar que la economía colapse por la paralización de actividades causadas por las cuarentenas en ciertas ciudades para evitar la propagación del virus originado en China.
Con ese nivel de recaudación, el gobierno francés tiene ingresos tributarios para enfrentar crisis como la desatada por el coronavirus.
Los débiles ingresos públicos de México
Los ingresos públicos – incluidos los tributarios – de México no pasan por su mejor momento desde años atrás.
En 2019, el total de esos recursos creció apenas 1.6% real (incorporando los efectos de la inflación) respecto al año previo, según cifras de la Secretaría de Hacienda, liderada por Arturo Herrera.
Si se observan a detalle se confirma la tendencia negativa de los ingresos petroleros que bajaron 5.8% real.
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La preocupación salta cuando el dinero que el gobierno obtiene vía el cobro de impuestos apunta a que solo crecieron 0.9% real en 2019.
Y más aún: los ingresos por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) cayeron 2.3% real y por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) una baja de 2.2% real.
¿Populismo fiscal?
Políticos como la senadora del PAN Kenia López Rabadán llaman a que el gobierno deje de cobrar el ISR y devuelva el IVA. «Urge que el gobierno se apriete el cinturón», publicó la legisladora en un video en Twitter.
El IVA y el ISR representaron el juntos 48.6% de los ingresos totales del gobierno federal en 2019. Los ingresos tributarios totales representaron el 59% del dinero público, de acuerdo con cifras de Hacienda.
El estado mexicano se quedaría sin dos tercios de su recaudación, dice Brown.
«Es populismo fiscal. Populismo al final», comentó Brown respecto a la propuesta de la senadora.
Una reforma fiscal necesaria
Ingresos débiles y obligaciones ineludibles – como el pago de pensiones a cargo del erario – dejan un reducido espacio fiscal, que es lo que queda de restarle a los ingresos los gastos y obligaciones, dinero con el cual un gobierno puede llevar a cabo sus políticas y programas.
«La triste realidad, es que con tan poco espacio fiscal en México, tenemos que pensar muy bien el tipo de estímulos fiscales y su cuantía. No queremos que salga más caro el remedio que la enfermedad», dijo Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Hacienda cocina ya desde 2019 una reforma fiscal buscará ser progresiva y con un toque verde, es decir, con medidas que graven mejor a los que más tienen y con medidas ligadas al medio ambiente.
Pero la receta no se pondrá a discusión hasta que acabe la primera mitad de este sexenio en 2021 pues el presidente Andrés Manuel López Obrador sostiene que no habrá reforma fiscal hasta ese momento.
En Hacienda y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) la apuesta, mientras llega el debate de la reforma fiscal, es recaudar mejor.
Si no son los ingresos sí reorientar el gasto
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) propuso el martes pasado un Acuerdo de Bienestar para enfrentar los efectos económicos de la pandemia.
La propuesta del IMEF consiste en que se realice una reorientación de lo que gasta el gobierno en especial en proyecto de más largo plazo y usar ese dinero para reforzar el sistema de salud del país.
“(Una) reasignación de recursos de forma coyuntural para dar prioridad a la salud, con medidas que provean de liquidez en el segundo semestre de este año”, explicó.
El IMEF no dio medidas concretas o proyectos específicos a los que habría que hacerles ajustes en su gasto y solo insistió en que debe ser una decisión tomada entre gobierno y otros sectores de la economía.
El gobierno federal tiene cuatro grandes proyectos de infraestructura en puerta: la refinería de Dos Bocas, el corredor Transístmico, el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía.
Hasta ahora no hay ninguna señala de que alguno puede aplazarse un tiempo para tomar esos recursos y atender la situación sanitaria y económica por el virus. Incluso, López Obrador presentó el miércoles el estado de los avances de la terminal aérea.
