• Tener un mal ambiente en el trabajo con tus compañeros puede hacer que el mejor empleo de tus sueños se transforme en tu peor pesadilla.
  • Esto puede ser causado por una mala gestión y falta de liderazgo por parte de los jefes.
  • Pero también ocurre con frecuencia por una persona tóxica que está en tu mismo equipo.
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Si algo bueno trajo consigo el trabajo a distancia fue que aquellas personas que no soportaban a su equipo pudieron distanciarse un poco de ellos.

El empleo remoto te permitió huir de ese comentario impertinente que te amargaba el café; de esa persona tóxica que no te dejaba trabajar porque no paraba de decir chismes sobre quién era realmente quien recibió un ascenso o de aquella que se las daba de trabajadora, pero se pasaba el día procrastinando e intentando que el resto también lo hiciese. 

Por suerte para algunas personas (y desgracia para otras), esta modalidad dio paso al regreso a las oficinas o a modelos de trabajo híbridos en los que se debe acudir algunos días a la semana.

Pero, lo que también volvió fueron esos colegas «incómodos» y que, en algunas ocasiones, muestran más fuerza que nunca.

En el caso de que te toque lidiar con alguna persona tóxica en tu empleo, puedes pensar que al menos no es tu jefe el que te hace la vida imposible o al que tienes que aguantar, aunque tengas la sospecha de que es narcisista.

Incluso puedes celebrar que no es toda la cultura de tu organización la que fomenta esos comportamientos tóxicos y solo se trata de un elemento particular.

Con el objetivo de hacerte la vida más fácil y de que sepas identificar a la perfección a alguien así, Business Insider España se propuso elaborar un perfil psicológico de esta persona, que te permitirá saber con exactitud si estás teniendo que lidiar con uno de estos empleados. 

Aquí puedes ver las señales que delatan a una persona trabajadora tóxica:

1. Esparce chismes más de lo que trabaja

Uno de los rasgos clave para identificar a una persona trabajadora tóxica es el tiempo que pasa esparciendo chismes y rumores. Esto no es malo, per se; lo problemático llega cuando el individuo en cuestión pasa más tiempo haciéndolo que laborando realmente. 

En un artículo de Forbes, la especialista en seguros de la compañía Buy Auto Insurance, Melanie Musson, asegura que «los chismes no contribuyen a crear un grupo más fuerte, sino que echan por tierra el trabajo en equipo. Lo más probable es que, si lo hacen contigo, también lo realicen sobre ti».

2. Se queja de absolutamente todo

La coach profesional y experta en entornos laborales, Kamini Wood, enumera esta como una de las señales de alerta que delatan a una persona tóxica en la oficina en su artículo de LinkedIn.

El hecho de quejarse de determinadas prácticas que se dan en el trabajo no tiene por qué ser algo malo.

La capacidad crítica o la crítica constructiva no es una actitud a corregir, todo lo contrario.

La crítica como tal no es mala. El problema tiene que ver con aquellos colegas que se quejan absolutamente de todo e intentan generar un ambiente de tensión en sus empresas.

3. Sobreestima sus habilidades o su labor en la organización

«El día que yo no esté» o «nadie lo hace tan bien como yo» son frases que se pueden pasar por la cabeza de alguien que está desempeñando una tarea y sabe que es muy bueno en ella, pero hay que tener claro que nadie es imprescindible.

El mero hecho de tener un rendimiento excelente no te da derecho a sobreestimar tu papel en la organización. 

La desarrolladora de software de contratación Workable indica que las empresas necesitan a personas que sepan cooperar en equipo para alcanzar objetivos exigentes.

Por ello, una buena persona trabajadora debe promover los éxitos grupales y fomentar la cooperación con su entorno. 

4. Se hace la víctima o procrastina cuando debe afrontar responsabilidades

Tus compañeros de trabajo tampoco tienen que ser los empleados perfectos, los que siempre están dispuestos a ayudarte en todo lo que necesites y los que quieran asumir cualquier tarea o responsabilidad, pero cuando esa situación se voltea, claramente hay algo que no funciona. 

Ya sea procrastinando o haciéndose la víctima, si tu compañero no está dispuesto casi nunca a afrontar responsabilidades, algo falla.

Eso no quita que no se pueda tener un mal día; pero hay que desconfiar de quienes parecen deleitarse con la infelicidad de los demás. 

Otro directivo, Dan Bailey, explica a Forbes que el sistema de estas personas consiste en que «cuantas más hagan partícipes de su descontento, mejor se sentirán».

5. No intenta ayudarte cuando tienes una duda, sino que omite información

Wood, la coach profesional y experta en entornos laborales, enumera también esta práctica en su artículo de LinkedIn como una de las señales inequívocas que permiten detectar a una persona tóxica en el empleo.

Pocas cosas más malas que el hecho de pedirle ayuda a alguien y que esa persona acepte, pero a la hora de la verdad omita información o la oculte de manera intencionada para que tú acabes haciendo las cosas mal por su culpa.

Uno de los consejos que ofrece Wood para tratar de lidiar en este tema es mostrar empatía

Hay que entender que a esa persona a lo mejor no quiere enseñarte porque debería haber alguien encargado de ese papel, pero eso no justifica que intente boicotear tu labor. 

6. Se queda trabajando siempre más horas de lo requerido

Este es otro de los rasgos en los que Workable, la desarrolladora de software de contratación, aconseja fijarse para identificar a un colega «detestable».

No es una de los rasgos que impliquen más toxicidad o que afecten más negativamente a los compañeros, pero aun así se trata de un mal síntoma.

En un primer lugar afecta negativamente a la persona empleada en cuestión, que puede acabar con agotamiento, pero también puede dañar a sus colegas, generando un ambiente de competitividad o de autoexigencia.  

7. Solo hace comentarios pasivo agresivos

Este es uno de los rasgos más difíciles de detectar, pero uno de esos que, en cuanto te fijes, no podrás parar de verlo.

Si te detienes a pensarlo seguro que das con alguien así. No tiene por qué ser un compañero de trabajo, pero es alguien que parece que te está haciendo un cumplido y cuando le das un par de vueltas, te das cuenta de que el comentario que te ha hecho es pasivo agresivo.

El CEO de Prime Mailboxes, Matt Satell, señala a Forbes que «los empleados tóxicos suelen ser los que socavan a propósito las capacidades de los demás para mantenerse por delante de su competencia».

De ese modo, al hacer comentarios pasivo agresivos, «prosperan encontrando fallas, negatividad y frenando a la gente».

8. Subestima de manera intencionada las habilidades o el trabajo de las demás personas

Menospreciar las habilidades de los compañeros es uno de los peores síntomas de toxicidad en un entorno laboral.

Muchas personas trabajadoras lo utilizan como una manera de destacar, pero si el jefe es lo suficientemente empático no solo se dará cuenta de ello, sino que lo utilizará para no premiar a esa gente.

Frente a esto, Wood recomienda en LinkedIn ser asertivo con el resto, ponerles límites y fomentar la confianza en uno mismo.

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