Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Podríamos pensar, que las reglas o costumbres financieras o de inversión son las mismas en todo el mundo; sin embargo, hay algunos fenómenos muy reales que difieren de país a país. Estos dependen de la situación o política económica; en algunos casos, muchos de ellos mitos o concepciones poco precisas, resultan de diferencias culturales o sociales.

En Estados Unidos, por ejemplo, invertir en divisas no es una gran idea, pues comprar yuanes o yenes en un mercado con una moneda relativamente estable o en fortalecimiento, no ofrece mucho margen o podría ni siquiera tener sentido. Pero, en México y otros países latinoamericanos, invertir o tener algunos recursos en dólares siempre es un movimiento inteligente y seguro para ir adelante de la inflación.

Otro ejemplo, son las inversiones en bienes raíces; en el país vecino del norte son consideradas un instrumento poco líquido, sujeto a una mayor frecuencia de variaciones de valuación. Esto les da una perspectiva de riesgo mayor que la que se vive en nuestro país, donde históricamente la inversión inmobiliaria es una opción muy sólida, de riesgo moderado y que ofrece un rendimiento bastante atractivo en el mediano y largo plazo.

Las diferencias en los hábitos y costumbres entre culturas y latitudes están presentes en todos los aspectos de la vida, incluyendo los hábitos financieros y de inversiones. Estas diferencias me han hecho reflexionar sobre algunas actitudes o comportamientos que tenemos en México respecto al dinero, y donde es necesario hacer un cambio de switch mental para aprovechar las oportunidades que tenemos frente a nosotros cuando hablamos de invertir:

1. Al invertir, plazo no es igual a riesgo

Algo que he visto muy común entre inversionistas que inician, es que equiparan riesgo igual a plazo, y consideran que entre más tiempo requiere una inversión para dar frutos, es más riesgosa.

Estas son dos variables independientes, que no son determinantes una de la otra: un largo plazo no equivale a mayor riesgo, y de la misma forma, el corto plazo no implica menor riesgo por sí mismo. Es más, inversiones que requieren de mayor tiempo como los ETFs o la inversión inmobiliaria, son de riesgo bajo o moderado, a plazos medianos o largos; mientras actividades como el trading, de muy corto plazo, son consideradas de un riesgo alto.

Esta concepción podría tener su origen en instituciones poco estables, las crisis del pasado y sus efectos inflacionarios. Al prospectar en entornos de alta incertidumbre, se terminaba por favorecer opciones de corto plazo, que fueron calificadas como más seguras. Sin embargo, en un entorno de mayor estabilidad, podemos y debemos separar completamente estas variables. El perfil de inversionista y el nivel de riesgo con el que te sientes cómodo no están relacionados con el tiempo que decides separarte de tu dinero.

2. Dos años no es largo plazo

Esta “distorsión temporal” es muy interesante. En México tendemos a pensar distinto de otros países en lo que significan corto, mediano y largo plazo.

Muchas veces me he encontrado con gente que clasifica un periodo de 1 a 2 años como largo plazo, pero nada más lejos de la realidad: esto apenas se puede considerar corto plazo. Aunque existen instrumentos con rangos de tiempo más pequeños (de meses o hasta semanas), estos se encuentran en el umbral del “retorno rápido”. El mediano plazo abarca periodos de entre 3 y 5 años, aproximadamente; mientras que el largo plazo considera hasta 10 años, o incluso más.

Hay que repensar nuestras inversiones en estos términos para hacer una verdadera planificación financiera a futuro, y sobre todo recordar que a mayor plazo es donde tenemos el verdadero poder del interés compuesto. ç

Este ajuste es necesario para plantear objetivos con potencial de éxito, por ejemplo, si lo que quieres es un fondo de retiro, debes pensar en inversiones a 10 o 20 años, por lo menos, y una inversión a 6 meses no te será rentable en lo absoluto para alcanzar un objetivo de esa escala.

3. Hay muchas cosas que no sabemos… pero hay muchas que sí

La incertidumbre es una variable en el mundo inversionista, de eso no hay duda. Sin embargo, esta incertidumbre no es total. Es un desgaste innecesario de energía el vivir tratando de predecir los movimientos del mercado. Debido a esta compulsión, podemos perder de vista que hay muchas cosas que sí sabemos y que podemos aprovechar a nuestro favor.

Los ciclos económicos son un buen ejemplo de esto: es sabido que existen momentos de expansión y auge donde es favorable realizar inversiones; así como hay otros de recesión donde es mejor ser precavidos. Al aprovechar los ciclos favorables podemos protegernos y prevenirnos para los ciclos menos favorables, para así amortiguar las finanzas.

No podemos saber cuándo será el próximo ciclo de recesión, y cuando te das cuenta, lo más probable es que hay pocas cosas que puedas hacer; sin embargo, lo que sí sabemos es que estos periodos son cíclicos, invertir en plazos de 4 a 7 años en promedio debe ayudarte a tener rendimientos favorables y saludables aún si se enfrentan a un periodo de recesión intermedio.

4. Invierte de manera regular y constante

Si de verdad quieres vivir de tus rentas, hacer una sola inversión no te ayudará a alcanzarlo. Debes decidirte e invertir de forma periódica y constante. Por ejemplo, realizar una nueva inversión cada mes (aunque sea pequeña), tanto para seguir aumentando tu capital como para diversificar tu portafolio, y siempre con instrumentos que vayan de acuerdo con tu perfil.

En este hábito de inversiones puedes jugar con los plazos y tener un cierto porcentaje de tu capital a corto plazo para tener liquidez, una parte a mediano para proyectos futuros (cambiar de casa o de auto, por ejemplo), y destinar otro porcentaje importante para tus planes de retiro, a largo plazo. Lo importante es que mantengas tu dinero en movimiento desde que llega a ti. Así como con el ahorro, debes quitártelo al inicio y ponerlo a trabajar, tenerlo en movimiento constante.

¿Qué opinas de estos cambios de mentalidad que propongo? ¿Hay alguno que veas en ti o en tu gente cercana? También déjame saber si hay otro aspecto que sería importante que los nuevos inversionistas busquen desarrollar o cambiar y que no haya considerado aquí, me encantará conocer tu opinión.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en Facebook , InstagramTwitter y LinkedIn

Consulta a más columnistas en nuestra sección de Opinión