- El nearshoring es una oportunidad única e histórica que Norteamérica no debe desaprovechar.
- Para aprovecharlo hay que resolver problemas complejos, cuellos de botella y deficiencias que demandan generosidad política.
- La meta es reforzar nuestra posición internacional y consolidarnos como un referente de inversión en la región.
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Iniciamos 2023 con mucha energía y expectativas para nuestro país y la región de Norteamérica gracias, en buena parte, a la Cumbre de Líderes de América del Norte que se realizó en México comenzando el año.
Ese encuentro trajo consigo un mensaje claro de nuestros socios comerciales: el nearshoring es una oportunidad única e histórica que no podemos dejar pasar.
La pregunta es: ¿qué debemos hacer como nación y como región para verdaderamente aprovechar la promesa del nearshoring? Porque aunque somos socios comerciales, como países seguimos siendo vecinos distantes, con diferentes realidades y profundas desigualdades entre nuestras sociedades.
Aprovechar el nearshoring conlleva resolver problemas complejos, cuellos de botella y deficiencias que demandan generosidad política, cooperación empresarial y altura de miras, pero siempre de forma trilateral.
Tenemos que cambiar la manera en como nos vemos. Se requieren esfuerzos conjuntos, coordinados y multisectoriales de inversión, infraestructura, integración y financiamiento para hacer crecer más a México y a la región.
Para el Consejo de Empresas Globales, el nearshoring debe reforzar nuestra posición internacional y consolidarnos como un referente de inversión en la región. Además, debe reconocer a nuestro talento, mejorar nuestras condiciones de empleo y potenciar una educación más integral. Porque el nearshoring es, también, mexicano
Las empresas globales en México vemos 7 aspectos clave a los que el bloque norteamericano debe prestar atención para aprovechar al máximo el potencial del nearshoring:
1. Formación, capacitación y desarrollo de nuestro capital humano
El capital humano es un importante diferenciador e impulsor del crecimiento económico. Sin él es imposible competir en un mercado global en constante cambio.
Por ello, hay que hacer esfuerzos gigantescos de reskilling y upskilling: enseñar nuevas competencias y formar a los empleados para adaptarlos a nuevas responsabilidades y roles dentro de la empresa.
Se necesita invertir en programas educativos que fomenten capacidades técnicas, de liderazgo y gestión, así como habilidades “blandas”. Además, hay que priorizar programas de capacitación continua para actualizar conocimientos.
Desde la trinchera del T-MEC, sería una buena idea pensar en expandir la lista de profesiones del Capítulo 11 para la entrada temporal de personas de negocios y con ello facilitar la movilidad laboral para las especialidades donde los países enfrentan un déficit de oferta. Esto incluye agilidad en visas temporales para inmigrantes.
Es de gran importancia que el sector educativo sume esfuerzos para promover la creación de mecanismos regionales que aborden los desafíos transfronterizos y el desarrollo de la fuerza laboral.
Tengamos claro que la próxima guerra no será económica o política, sino por talento humano bien capacitado y creativo. Hablar de capital humano es hablar del recurso más valioso que tenemos: nuestra gente.
2. Sistema energético sustentable
América del Norte se encuentra en un momento crítico para acelerar la transición energética hacia fuentes limpias y renovables. La diversidad geográfica y climática de la región ofrece una oportunidad única para impulsar la generación eléctrica con baja huella de carbono, mediante incentivos a la inversión en tecnologías limpias y la modernización de la infraestructura energética existente.
En México se deben establecer políticas y regulaciones claras que fomenten la inversión en energía limpia y renovable y, por supuesto, fortalecer la cooperación con Estados Unidos y Canadá para mejorar la seguridad energética regional y promover la integración energética.
3. Infraestructura crítica y conectividad
Si México, Estados Unidos y Canadá trabajan juntos, podemos mejorar la eficiencia de la cadena de suministro, reducir los costos de producción y aumentar la competitividad de la región en un contexto global.
Sin duda, hay trabajo que hacer en intercambio de información y coordinación en la gestión de la infraestructura y en la modernización de los cruces fronterizos para mejorar la eficiencia en el comercio y la seguridad en las fronteras.
Del lado mexicano, hay que expandir la infraestructura básica y tecnológica, y mejorar la coordinación entre las autoridades portuarias y municipales para mejorar la conectividad multimodal de los puertos con los centros de producción y consumo.
4. Innovación e investigación
Este punto es fundamental para consolidar la integración de los tres países. Por ello, en las acciones trilaterales el foco debe estar en la implementación de programas conjuntos de investigación en sectores estratégicos y de futuro.
Las empresas globales en México han identificado dos puntos clave: fomentar la inversión en investigación y desarrollo en la región, ya sea a través de incentivos fiscales y no fiscales, y/o colaboraciones público-privadas; y establecer redes de innovación en la región, que conecten a investigadores, empresarios y expertos en tecnología en los tres países.
Respecto a México, se deben establecer metas concretas y a largo plazo para incrementar la inversión en investigación y desarrollo hasta alcanzar un porcentaje del PIB que se aproxime al promedio de la OCDE.
Crear incentivos a empresas que inviertan en I&D en colaboración con universidades y centros de investigación y fortalecer la política de propiedad intelectual para proteger la innovación son caminos inmediatos que nos llevan a cumplir estas metas.
5. Desarrollo de proveedores y encadenamiento de mipymes
Las mipymes son el motor de la economía en América del Norte. En México representan más del 95% del tejido empresarial y generan más del 70% de los empleos, mientras que en Estados Unidos representan 99.7% de todas las empresas y generan más del 60% de los empleos. En Canadá son el 98% de todas las empresas y generan el 55% del empleo privado.
Fomentar la integración de las mipymes en las cadenas de suministro regionales requiere un esfuerzo conjunto de los gobiernos, las grandes empresas y, por supuesto, de las propias mipymes. Ello podría lograrse a través de políticas y programas que incentiven la colaboración, la capacitación y el financiamiento, para mejorar la capacidad productiva y la calidad de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Esto puede lograrse a través de diversos mecanismos como: centros de atención para IED; grupos de trabajo público-privado; programas de apoyo a mipymes y acceso a Fondos de Inversión.
Recordemos que México es una cuna de emprendedores. Esto muestra la capacidad que tenemos para crear economía. El nearshoring es una oportunidad, pero también un reconocimiento a estos esfuerzos cotidianos de emprendimiento.
6. Simplificación, homologación y facilitación comercial
Para que una estrategia de nearshoring sea exitosa, es esencial contar con soluciones integrales que permitan mejorar los procesos aduaneros, armonizar regulaciones clave, fomentar el reconocimiento mutuo y facilitar el arranque de nuevas empresas de manera ágil y eficiente. Con esto, se estaría beneficiando un elevado volumen de transacciones que hoy vale $1.2 trillones de dólares.
Por ello, como bloque se debe lograr una suerte de armonización de normas técnicas, medidas sanitarias y fitosanitarias, entre otras, que hoy conllevan barreras al comercio e inversión. En lo que respecta a México, se deben implementar medidas que simplifiquen y agilicen los procesos aduaneros.
7. Seguridad, Estado de derecho e impartición de justicia
La inversión en seguridad y justicia no solo es esencial para el bienestar de los ciudadanos, también es un factor crítico para fomentar la confianza y atraer inversiones. Como bloque, proponemos trabajar en un Norteamérica seguro, que brinde certidumbre y piso parejo a las inversiones. Necesitamos un marco regulatorio certero que genere un incremento en la confianza de los inversionistas, especialmente en sectores clave.
Y como país debemos dar mayor promoción a la cultura de la denuncia, la creación de redes de colaboración y la implementación de programas de prevención del delito. Sumado a esto, creemos que se debe tener un marco más sólido en materia de ciberseguridad y mejorar la formación, la capacitación y el equipamiento de las fuerzas de seguridad, la profesionalización de sus miembros y el fortalecimiento de las instituciones. El fenómeno de relocalización de inversiones es una gran oportunidad, pero con una fecha de caducidad. Se estima que México podría dejar de ganar entre 30 y 50 mil millones de dólares anuales de inversión si no convertimos esta promesa en una (mejor) realidad. En un mundo en donde las distancias se recortan y los procesos se dinamizan, para México, sin duda, el tiempo es ahora.
* Erika Quevedo es directora general del Consejo de Empresas Globales en México.
Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.
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