- 20% de los operadores de centros de datos informan que no han contratado a una mujer para sus equipos de diseño y operaciones.
- Estas son tres historias de mujeres que están desafiando la fuerza de trabajo masculina en estos sectores.
- Priscila, Macaria y Marcela están luchando contra la desigualdad de género y los obstáculos en su área de trabajo; su esfuerzo está abriendo nuevas oportunidades para otras mujeres y generaciones.
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De acuerdo a la Encuesta de Gestión y Operaciones, que realizó el Uptime Institute, 20% de los operadores de centros de datos informan que no han contratado a una mujer para sus equipos de diseño y operaciones.
de mujeres todavía no son empleadas en los sectores con equipos de diseño y operaciones, y la quinta parte de los empleadores no contrata mujeres.
La escasez de mujeres en los sectores de Tecnologías de la Información (TI) y los centros de datos, de acuerdo a las cifras, es preocupante.
Estas son tres historias de mujeres que están desafiando la fuerza de trabajo masculina en estos sectores.
El sueño de ser periodista se transformó en un título de ingeniera
El sueño de Priscila Lemus era ser periodista, pero se convirtió en madre a temprana edad. Las oportunidades para ella eran difíciles en la zona fronteriza de Tijuana, y por culpa de la necesidad tuvo que abandonar su sueño y estudiar ingeniería industrial. Pronto encontró trabajo en dos de las maquiladoras de la zona y pudo solventar los gastos de sus hijos.
Se apasionó trabajando en los planos de construcción de la estructura base del centro de datos en el área de C&I (Proyectos de AHU de personalización e integración) de la empresa Vertiv y su trabajó comenzó a destacar; actualmente es una trabajadora clave en el área.
“Un día diseñé la estructura base del centro de datos y en ese momento pensé: ‘¡Lo logré! Aquí es a donde pertenezco’. Cuando terminé mi carrera y me llamaron ingeniera, fue entonces cuando me di cuenta de que no era un sueño, sino algo real», dijo.
Priscila todavía está trabajando para realizar uno de sus sueños: llegar a un nivel gerencial y poder incluir a un equipo de mujeres. Para ella no pasa desapercibido y es preocupante que en su área de trabajo no existe ninguna mujer además de ella.
«Los centros de datos son algo que me apasiona, y saber que esa base va a cimentar algo importante para un hospital o una escuela, me hace sentir parte de algo significativo. Eso me llena de motivación”, expresó.
La única mujer que puede manejar a la dobladora de metal
Macaria Sosa llegó a Veracruz con el objetivo de buscar nuevas oportunidades y trabajar para darle a su hija un futuro más cómodo que el presente que ella estaba viviendo.
La vida cambió cuando la contrataron como operadora en la empresa Vertiv, en la planta de Reynosa. Determinada a aprender y crecer profesionalmente, se convirtió en la única mujer que puede manejar a la gran máquina dobladora de metal, le dicen la «Cincinnati».
Macaria maneja las grandes estructuras de metal con habilidad, como si se tratara de papiroflexia; las corta y hace pequeños dobleces, con ayuda de los programas estandarizados de la máquina. Su labor manual depende de las necesidades del producto final y lo que destaca es su experiencia técnica, su cuidado y precisión en el proceso.
“Al inicio fue un poquito diferente para mí porque era la única mujer en el área, pero me adapté y me gané el respeto de mis compañeros. Siempre he dicho que querer es poder y aunque es un trabajo pesado, aprendí a hacerlo y ahora se me pasa el tiempo muy rápido en el trabajo”, explicó.
La diseñadora de piezas de cobre y la maestra de las piezas de metal
Otra de las mujeres que está marcando la diferencia es Marcela Guerrero, una resiliente ingeniera industrial que, en sus 20 años de carrera profesional, se ha enfrentado a momentos donde le ha tocado una balacera de discriminación por su género, comentarios desalentadores y obstáculos en los sectores donde ha trabajado.
“Debemos sentirnos orgullosas por lo que hacemos, por el camino que hemos recorrido o que planeamos recorrer para alcanzar nuestras metas y sueños. Nadie más sabe lo que hemos tenido que sacrificar para estar donde estamos», expresó.
Marcela trabaja en la planta de Vertiv en Monterrey, en el departamento de Ingeniería Mecánica. Se sumerge diariamente entre las piezas de láminas de metal, tuberías y tornillos. Supervisa y ensambla modelos de comunicación de equipo de gerenciamiento térmico. Experta, se asegura de que los productos sean altamente eficientes y con la mayor calidad.
Además, capacita a otros jóvenes ingenieros que comienzan su carrera profesional, y se identifica con ellos. Sabe que estos jóvenes tendrán oportunidades que a ella se le escaparon. Le apasiona enseñarles y le da sentido a su vida.
«Debemos hacer valer nuestra voz, ser valientes, confiar en nuestras habilidades y no tener miedo a lo desconocido, porque
el crecimiento profesional surge de lo nuevo, de todo aquello que no conocemos”, dijo.
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