• Un enorme montón de ropa sin usar se acumula en el desierto de Atacama en Chile.
  • Se estima que 39,000 toneladas de ropa que no se pueden vender en Estados Unidos o Europa terminan en Chile cada año.
  • La ropa usada ocupa una gran parte del desierto, cubriendo las dunas de arena con una capa de textiles desechados.

Montones de ropa sin usar se desechan en el desierto chileno, estos se suman a un cementerio rápidamente creciente de líneas de moda rápida, tambi´en conocida como fast fashion.

Según un informe de la AFP, el enorme montón de ropa está formado por prendas confeccionadas en China y Bangladesh. Estas llegan a las tiendas de Estados Unidos, Europa y Asia. Cuando las prendas no se compran, se llevan al puerto de Iquique en Chile, desde ahí se revenden a otros países latinoamericanos.

La AFP encontró que alrededor de 59,000 toneladas de ropa terminan en el puerto de Chile cada año. De esa cantidad, 39,000 toneladas se trasladan a vertederos en el desierto.

Alex Carreño, ex empleado de la sección de importación del puerto de Iquique, dijo a la AFP que la ropa «llega de todas partes del mundo». Agregó que la mayoría de la ropa se desecha más tarde cuando los envíos no se pueden revender en Latinoamérica.

Ahora, la ropa usada que se lleva al desierto para su eliminación ya cubre una franja completa de tierra en Atacama, Alto Hospicio, Chile.

La ropa que las marcas de moda rápida no venden se acumula en el desierto chileno

Vista aérea de ropa usada desechada en el desierto de Atacama en Chile / Getty Images.

«El problema es que la ropa no es biodegradable y tiene productos químicos; por lo que no es aceptada en los rellenos sanitarios municipales», dijo Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra. Con esta empresa trata de aprovechar la ropa desechada haciendo paneles aislantes.

La firma de Zepeda —que utiliza residuos textiles para crear sus aislantes térmicos y acústicos para edificios desde 2018—, dijo a la AFP que quería «dejar de ser el problema y empezar a ser la solución».

La moda rápida, aunque asequible, es extremadamente dañina para el medio ambiente.

Por un lado, la industria de la moda representa de 8 a 10% de las emisiones de carbono del mundo, según la ONU. Además, en 2018 se descubrió que la industria de la moda consumía más energía que las industrias de la aviación y el transporte marítimo combinadas. Los investigadores estiman que el equivalente a un camión de basura con ropa se quema y se envía a un vertedero cada segundo

Y el ritmo al que los consumidores compran ropa no se está desacelerando. Según las estadísticas de Ellen McArthur Foundation, un grupo de expertos y una organización benéfica de economía circular con sede en el Reino Unido, la producción de ropa se duplicó durante el periodo de 15 años de 2004 a 2019.

También, McKinsey estimó que el consumidor promedio compró un 60% más de ropa en 2014 que sus compras en 2000.

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