• Cada vez son más las empresas que apuestan por modelos de trabajo híbridos y remotos.
  • Si bien trabajar desde casa tiene sus ventajas, los malos hábitos pueden afectar su concentración.
  • La creación de horarios y un espacio de trabajo silencioso son solo dos formas de garantizar que trabajes de manera eficiente.

Trabajar desde casa puede requerir mucha disciplina: desde la cama y la televisión hasta simplemente tomar un breve descanso para ir al gimnasio o tomar una ducha, puede parecer que hay un sinfín de distracciones.

Pensarías que los pequeños descansos pueden ayudarte a reiniciar, pero podrían tener un impacto en tu rendimiento si se hacen en exceso.

Cuando agregas a la mezcla el hecho de que tienes que trabajar desde casa con niños, una pareja o roomies, es posible que te interrumpan aún más, lo que obviamente obstaculiza la productividad.

Para trabajar desde casa de manera efectiva, debes concentrarte y tener tus horas de trabajo y tiempo libre organizados con anticipación, especialmente si compartes espacio.

Aquí hay cinco hábitos que debes evitar para asegurarte de trabajar desde casa de manera más eficiente.

1. Tener diferentes «horas de trabajo» para todo el hogar

Uno de los mayores desafíos al trabajar desde casa es mantenerse concentrado frente a la gran cantidad de distracciones que te rodean.

Muchas de estas provienen de otros miembros del hogar.

Para evitar esto, todos los miembros de tu hogar deben acordar horarios de trabajo y un tiempo de descanso común para todos.

Si todos trabajan al mismo tiempo, incluido el trabajo escolar, si hay niños involucrados, es más probable que se puedan evitar las interrupciones ocasionales.

2. Elegir el espacio de trabajo incorrecto

Una parte clave para poder trabajar desde casa de manera efectiva es asegurarse de elegir el lugar más apropiado para tu oficina.

Busca un espacio en la casa que sea más privado, especialmente si tienes que hacer muchas llamadas o hacer videoconferencias.

Tener una puerta es ideal ya que, al mantenerla cerrada, les indica a los demás que no deseas que te interrumpan, lo que aumenta las probabilidades de que puedas continuar con tu día como lo harías en tu oficina.

3. No planificar tu día correctamente

Planificar tu día con anticipación es una herramienta básica para aumentar la productividad.

«Planificar tu día antes de que comience cada mañana no significa que no habrá eventos imprevistos, pero te ayudará a mantenerte enfocado en tus objetivos y te dará una buena oportunidad de lograrlos», dijo el neurocirujano Mark McLaughlin a Insider.

Puedes hacer uso de aplicaciones digitales, pero no descartes el uso de un planificador de papel tradicional, algunas investigaciones sugieren que escribir a mano te ayuda a retener mejor la información.

4. No priorizar y no saber decir «no»

Para ser más productivo, necesitas saber cómo definir correctamente a qué dedicarás tu tiempo.

En otras palabras, necesitas priorizar las tareas para poder administrar tu día correctamente.

Al momento de organizar tus tareas en orden de prioridad, empieza por las más complejas y deja las más sencillas para más adelante.

La razón obvia de esto es que puedes dedicar tiempo a las tareas más complejas cuando tienes más energía; cuando estés cansado, te quedarán las tareas más simples.

Mejorar el desempeño de tu trabajo implica definir con precisión tus prioridades y rechazar cualquier cosa que no te ayude a realizarlas, según la experta en productividad de Google, Laura Mae Martin. Eso significa que necesitas saber cómo deshacerse de otras tareas o eventos imprevistos que pueden desviar tu atención de tus objetivos principales.

5. No tomar descansos

El agotamiento es el peor enemigo de la productividad.

Desafortunadamente, nadie es inmune a la necesidad de descansar.

Si no te tomas el tiempo necesario para desconectarte y recargarte, te cansarás y esto tendrá un impacto directo en tu rendimiento.

Para evitar esto, programa descansos para que no te olvides de tomarlos.

Tomarte descansos te permitirá desconectarte un poco y volver a las tareas sintiéndote más renovado, así que no los uses para responder correos electrónicos o cualquier otra cosa relacionada con el trabajo. Lo mejor es utilizar estos descansos para interactuar con otras personas en tu casa o para salir al balcón a tomar el sol o un poco de aire.

Es mejor organizar tu día de modo que dediques periodos cortos de tiempo de alrededor de una hora para concentrarte completamente en lo que estás haciendo y alternarlos con descansos de aproximadamente 15 a 30 minutos.

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