Carlos Brown

Carlos Brown

Colectivo

Como cada año, este martes 8 de septiembre, el secretario de Hacienda en turno, Arturo Herrera, entregará una caja considerablemente grande a la nueva presidenta de la Cámara de Diputados federal, la priista Dulce María Sauri. De esta manera da inicio el proceso de discusión del presupuesto federal, que debe ser modificado y, en su caso, aprobado por ambas cámaras del Poder Legislativo –los ingresos y la deuda los aprueban ambas cámaras, mientras que los egresos o gasto los aprueban solo en la Cámara de Diputados.

El contenido de esa caja, conocido como el Paquete Económico, marcará el rumbo de las finanzas públicas para –al menos– el siguiente año, pues contiene las decisiones de política fiscal del Ejecutivo federal; es decir, de dónde viene el dinero y a dónde va, cuánto nos endeudaremos, qué cambios se harán a los impuestos, cuántos impuestos se decide dejar de recaudar para favorecer a cierto sector o industria, entre otras preguntas clave para el futuro de nuestro país.

Sin embargo, este año en particular su contenido es crucial, pues será el presupuesto que definirá el rumbo de la recuperación tras una crisis económica, de salud y de cuidados sin precedentes, que han trastocado todas las esferas de la vida pública de nuestro país. No hay hogar en México que no haya resentido, de una u otra forma, el efecto negativo de una pandemia global en algún aspecto de las vidas de quienes lo habitan: desde una caída de la actividad económica hasta la obligación de la educación a distancia y el cuidado de personas enfermas.

Por ello, el Paquete Económico 2021 debe tener más ojos encima de los que hasta ahora ha tenido –aunque los cambios propuestos a la forma en que se gasta el dinero en la actual administración federal han puesto ya bastantes miradas en los presupuestos públicos.

Para este fin, la Secretaría de Hacienda pondrá a disposición de todas las personas el acceso digital (aquí) al contenido de esta caja mientras lo presenta en físico en un evento protocolario en la Cámara de Diputados, el mismo martes por la tarde. El sitio habilitado para dichos fines se encuentra disponible en este vínculo, además de contar con una versión ciudadana del Paquete Económico en este vínculo y una versión del PPEF en datos abiertos en este otro vínculo. Revisa bien que el año del que se habla sea 2021.

De cara a la presentación de este paquete de decisiones, es importante saber dónde poner atención. A continuación se ofrecen algunas pistas.

1. Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE)

Este documento contiene datos que hacen felices a los y las economistas. En él se plantean las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, a partir de su propias proyecciones y las de otras instituciones del gobierno mexicano, sobre lo que se espera de los principales indicadores económicos que tienen algún impacto en el presupuesto federal: desde el tipo de cambio y el precio del petróleo esperados para los próximos meses, hasta los escenarios macroeconómicos y de finanzas públicas a cinco años.

En abril pasado, la misma Secretaría de Hacienda presentó al Congreso de la Unión un informe de medio año, conocido como los Pre-Criterios 2021, donde se mostraba ya un adelanto de lo que espera que ocurra el próximo año. Por ello, se espera que los CGPE contengan también un apartado especial sobre la crisis sanitaria y su impacto económico y fiscal.

Atención a: el apartado sobre la pandemia con estimaciones sobre el impacto de la crisis sanitaria en esferas que no conocemos hasta el momento, el precio del petróleo y los niveles que alcanzará la deuda pública –sobre todo ante la caída del PIB–, los riesgos fiscales, la situación del mercado laboral y los lineamientos de política de mediano plazo.

2. La Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF)

Del lado de los ingresos y la deuda, la Secretaría de Hacienda presenta la ILIF, donde se reflejan los ingresos totales esperados en 2021, además de las renuncias a la recaudación de ciertos impuestos para favorecer a ciertos sectores –conocidas como gastos fiscales o tributarios– y los ingresos esperados por fuente específica. A esto se suman distintas iniciativas de decreto de reforma, adición o derogación de artículos en el marco normativo relacionado con los ingresos –leyes de impuestos específicos, de derechos, al Código Fiscal de la Federación, entre otros.

Atención a: los niveles de deuda –medida con el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), los gastos fiscales esperados para este año y los ingresos presupuestarios del sector público como porcentaje del PIB; 

3. El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF)

El PPEF 2021 contiene cómo se espera gastar el dinero público durante dicho ejercicio fiscal, clasificado dependiendo quién se gastará el dinero (clasificación administrativa), para qué se lo gastará (clasificación funcional), en qué se lo gastará (clasificación económica) y en qué entidad federativa lo gastará (clasificación geográfica). Además, muestra en los anexos transversales el destino del dinero de acuerdo con ciertos temas o poblaciones –igualdad entre mujeres y hombres, mitigación y adaptación a la crisis climática, juventudes, entre otros– y los proyectos de inversión del gobierno federal durante el año.

Atención a: ganadores y perdedores por ramo y unidad responsable –es decir, quién se lo gasta–, el dinero destinado a los programas y proyectos prioritarios, los esperados recortes en temas prioritarios como violencia de género, cuidados, universidades, entre otros; y para inversión pública, sobre todo de cara a una necesaria reactivación económica.

Por último, no olvidemos que la última palabra en el presupuesto federal la tiene el Poder Legislativo, por lo que la propuesta del Ejecutivo federal no debería ser definitiva. Pregunte a sus representantes cuáles son sus prioridades para este presupuesto y exijamos los cambios que el presupuesto requiera para hacer frente a esta pandemia y sus efectos. Puede buscar en el sitio de la Cámara de Diputados (aquí) y de Senadores (aquí) quiénes son sus diputadas/os y senadoras/es, con sus datos de contacto.

El dinero público es de todas las personas. Conozcamos cómo piensan gastarlo nuestras representantes y exijamos que cumplan con su obligación de revisar las finanzas públicas, para que nos sirvan a las personas y no sólo a unas cuantas manos.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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