• 15 de 32 equipos de la NFL pagan a S2 Cognition para administrar una prueba a sus candidatos, incluyendo sus potenciales quarterbacks.
  • Esta prueba mide científicamente las capacidades cognitivas de velocidad de juego de un atleta hasta un nivel de milisegundo.
  • La prueba del S2 ya se está aplicando en algunos corporativos, principalmente para saber si los candidatos pueden tomar decisiones en una fracción de segundo, sin importar la presión.
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Nunca jugaré como quarterback en la NFL. No puedo mantener la trayectoria de mis pies y lanzar un balón a un punto fijo.

Soy demasiado bajo y tengo pies planos. Además, mis pulmones asmáticos se dan por vencidos después de apenas unos minutos de esfuerzo físico. En la preparatoria, las únicas propuestas de becas universitarias que recibí fueron para la banda de música.

Sin embargo, cuando recientemente realicé la evaluación que se le hace a los jugadores de la NFL, esta reveló que tengo varias habilidades que los equipos profesionales están buscando.

De hecho, superé a casi todos los prospectos del draft en ciertas categorías de esta prueba, fracasando solo en una. ¿La mejor parte? No me costó trabajo.

Hice el examen sentado en una silla de oficina dentro de la sede corporativa en los suburbios de Tennessee de una startup de pruebas llamada S2 Cognition.

Estas pruebas —que pretenden ser la “única evaluación deportiva que mide científicamente las capacidades cognitivas de velocidad de juego de un atleta hasta un nivel de milisegundos”— se han convertido rápidamente en parte integral de cómo muchos cazatalentos encuentran al próximo atleta que valdrá 1,000 millones de dólares (mdd).

Más de 52 colegios y universidades y 16 de los 32 equipos de la NFL pagan a S2 para administrar pruebas a los candidatos y mantener la confidencialidad de los resultados.

Jack Marucci, director de entrenamiento atlético desde hace mucho tiempo en la Universidad Estatal de Luisiana de la SEC, dijo que las pruebas lo ayudaron a identificar las fortalezas y debilidades naturales de sus atletas y a ajustar su entrenamiento para aprovecharlas al máximo.

“Tenemos muchos Maseratis aquí”, afirmó Marucci. “Pero tenemos que afinar un poco el motor y descubrir qué hará que permanezcan en esa velocidad alta”.

Mientras que otros han cuestionado la eficacia declarada de S2, la compañía se está expandiendo rápidamente más allá de los deportes y llegando al gobierno de Estados Unidos, al ejercito e incluso a las salas de juntas.

En un futuro no muy lejano —a medida que el proceso de contratación corporativa se vuelve cada vez más complejo y la compulsión de medir cada faceta imaginable de nosotros mismos se vuelve cada vez más febril— es posible que tomes una versión de esta prueba de alta velocidad y altamente estresante para obtener tu próximo trabajo.

Esto es lo que me trajo a Nashville. Puede que esté genéticamente condenado a nunca jugar con los Titans de Tennessee, pero tal vez los resultados de mis pruebas puedan ayudarme a convertirme en un titán de la industria.

De alguna manera, me resulta un poco más fácil creer eso.

¿Cómo nació la prueba S2?

Cuando llegué a las nuevas oficinas de S2 (aún sin decorar), esta primavera, fui recibido por sus fundadores, Brandon Ally y Scott Wylie, dos atletas universitarios convertidos en neurocientíficos.

Después de pasar los primeros años de su carrera investigando las diferencias individuales en el deterioro cognitivo (Ally estudió la enfermedad de Alzheimer y Wylie la enfermedad de Parkinson), fundaron S2 en 2015.

Ambos decidieron que podían aplicar su trabajo al estudio de las diferencias individuales en la función cognitiva en atletas de clase mundial.

“Básicamente, estamos trabajando en ambos extremos del espectro, desde el colapso hasta la expresión de élite de los sistemas cognitivos”, explicó Ally.

Atrajeron interés por su trabajo con los quarterbacks, quienes a menudo necesitan ser los que piensan más rápido en el emparrillado. La diferencia entre lanzar un touchdown y recibir una captura brutal podría ser esa décima de segundo adicional que el mariscal de campo necesita para ver los patrones que se desarrollan en el campo.

Para evaluar si un quarterback tiene la capacidad intelectual para manejar la presión y el ruido, S2 diseñó una secuencia de pruebas para medir su tiempo de reacción, control de impulsos y velocidad de procesamiento, entre otros rasgos.

En 2016, S2 encontró un mercado hambriento en la NFL. Para los gerentes generales, seleccionar y canjear jugadores son decisiones de alto riesgo, con hasta cientos de mdd (y sus propios puestos) en juego.

Seleccionar al quarterback equivocado puede hacer retroceder años a una franquicia, mientras que atrapar al próximo Patrick Mahomes o Lamar Jackson (ninguno de los cuales fue el primer mariscal de campo seleccionado en su clase) puede catapultar a un equipo al Super Bowl año tras año.

No es extraño que los equipos pagar grandes cantidades por una prueba que promete darles una ventaja para saber qué quarterback seleccionar cuando salga de la universidad o firme en la agencia libre.

Wonderlic, la prueba que antes usaba la NFL

Durante muchos años, el abanderado para evaluar el cerebro de los deportistas de la NFL fue el Wonderlic, un breve test de coeficiente intelectual con una serie de preguntas cada vez más difíciles.

Aunque la prueba todavía se utiliza en el mundo empresarial, a menudo como parte del proceso de entrevista, ha caído en desgracia en los deportes profesionales.

Las investigaciones han indicado que sus puntuaciones no están estadísticamente correlacionadas con el rendimiento atlético. El Wonderlic también es criticada por perpetuar prejuicios raciales y socioeconómicos.

“Siempre vivimos bajo el fantasma del Wonderlic”, dijo Ally. “La gente piensa que todo lo que hay entre las orejas es más o menos lo mismo: coeficiente intelectual”.

De acuerdo con él, para S2 es más que nada un desafío de marketing convencer a los clientes potenciales de que “hay cosas en el cerebro, y el cerebro las hace, que pueden correlacionarse con el rendimiento en los deportes”.

John Michel, profesor asociado de gestión y organizaciones en la Universidad Loyola de Maryland —que ha estudiado exhaustivamente la eficacia de las pruebas en los lugares de trabajo— está de acuerdo en que existe una distinción.

Mientras que el Wonderlic evalúa solo la inteligencia cristalizada (“¿Qué tan bien puedes recordar algo que has aprendido?”), el S2 mide la inteligencia fluida (“¿Qué tan bien puedes observar múltiples objetos moviéndose al mismo tiempo en el espacio? ¿Qué tan bien puedes observar varios objetos moviéndose a la vez en el espacio? ¿Haces un seguimiento de las cosas?”)

Las deficiencias de la prueba S2

No todo el mundo está convencido de que el S2 sea una solución mágica. En abril de 2023, un periodista independiente publicó los resultados de las pruebas filtradas del quarterback de Ohio State, CJ Stroud, entonces favorito para ser el primer jugador seleccionado en el draft de la NFL, frente al mariscal de campo de Alabama, Bryce Young.

El informe indicó que Stroud fracasó el S2, con una puntuación en el percentil de 18. Por su parte, Young obtuvo una puntuación de 98.

Una semana después, Young fue seleccionado en primer lugar de la primera ronda general, mientras que Stroud cayó al segundo lugar.

Más tarde, Stroud, el presunto idiota, pasó a tener una de las mejores campañas de novato de cualquier quartrback de la NFL. Young tuvo problemas todo el año. Los titulares calificaron el S2 como una nueva versión de Wonderlic, o como una absoluta farsa.

Aunque el S2 no habló públicamente sobre los detalles de los resultados de Stroud, Ally dijo que el puntaje informado de Stroud “no era legítimo”. El propio Stroud pareció admitir que no se esforzó al máximo en la prueba.

“En algunas cosas me dedico, en otras no”, declaró a The Athletic.

Aun así, la reacción ha continuado este año. En febrero, la destacada agencia deportiva Athletes First —que representa a Stroud, al quarterback de los Jets, Aaron Rodgers, y a muchos otros jugadores de primer nivel— ordenó a sus clientes que se saltaran las evaluaciones cognitivas, incluido el S2 y el Cociente de Inteligencia Atlética, una prueba rival.

¿Qué implica realizar una prueba S2?

En la oficina del S2 llegó el momento de hacer el examen.

A diferencia del Wonderlic, el S2 no se parece en nada a un examen estandarizado. Es una batería rápida de simulaciones visuales llenas de presión que requieren una toma de decisiones en una fracción de segundo, realizadas en una computadora portátil para juegos o una consola Xbox conectada a un teclado hipersensible.

“No me importa si tienes un coeficiente intelectual de nivel einsteiniano o si apenas obtuviste un promedio de seis”, me dijo Wylie justo antes de comenzar. “Eso no te va a ayudar”.

Acordamos que no divulgaría los detalles de la prueba. Sin embargo, diré que hay ocho módulos de cinco minutos. Uno evalúa tu velocidad de percepción, otro tu capacidad de seguimiento y otro tu capacidad para intuir un patrón sobre la marcha.

Muchos de ellos involucran puntos que vuelan alrededor de una pantalla o parpadean ante tus ojos. Estos exigen reacciones instantáneas al hacer clic en un botón o presionar una flecha.

Fue agotador, requirió una intensa concentración y una visión fija. No estaba en un campo de futbol con linieros de 135 kilogramos protegiéndome de los atacantes furtivos, pero sentí la presión.

Hubo momentos en los que me sentí completamente en la zona. También hubo otros en los que algún impulso subconsciente desvió mi destreza para presionar botones.

Al final me sentí exhausto y estaba seguro de que había fracasado.

La prueba S2 ya se está usando para contrataciones en corporativos

Sin inmutarse por la controversia sobre Stroud, S2 ha comenzado a vender sus pruebas a otros sectores. Las diversas instituciones que aplican la ley en Estados Unidos y grupos militares de operaciones especiales con los que se ha asociado hasta ahora parecen una extensión natural.

Las personas en ambos campos a menudo requieren las mismas habilidades de alta presión y toma de decisiones en fracciones de segundo que los atletas.

No obstante, la expansión de la empresa a entornos corporativos es un cambio más significativo. ¿Puede una prueba diseñada originalmente para cazar quarterbacks y bateadores ayudar realmente a las empresas a evaluar el talento externo, invertir en capacitación de los trabajadores y acelerar a los ejecutivos potenciales?

Para muchas corporaciones que hacen un uso intensivo de métricas, las pruebas del S2 no son tan diferentes de las que han usando para evaluar a los candidatos durante décadas.

Las pruebas de coeficiente intelectual y de personalidad (como Myers-Briggs o el Eneagrama) se han utilizado durante mucho tiempo. Estas evalúan la aptitud, la inteligencia y la adecuación cultural de los candidatos.

Muchas de las principales empresas del mundo —como Goldman Sachs, Boeing, Meta y Alphabet— ya hacen muchas de las cosas que ofrece el S2. No obstante, para ello reúnen aunque reuniendo equipos de psicometristas o expertos en recursos humanos en centros de evaluación personalizados.

Entonces, no sorprende que las empresas que están en la lista Fortune 500 se hayan acercado al S2. (La compañía no revelará quiénes son clientes fuera de los deportes).

prueba NFL
Alberto Miranda/Business Insider

Hace unos años, el S2 llevó a cabo un programa piloto en tres empresas de diferentes industrias. Wylie dijo que se centró en evaluar a los empleados y discutir con ellos (en lugar de sus gerentes) cómo sus resultados podrían ayudarlos a “comprenderse a sí mismos un poco mejor, más allá de la personalidad y la dinámica del grupo”. También para encontrar maneras de ajustar sus flujos de trabajo o los diferentes roles a los que se podrían mover.

“Si podemos ayudar a cada individuo a maximizar su desempeño y eficiencia… Dios mío, eso simplemente elevará los departamentos y los equipos”, agregó Wylie.

El equipo de S2 descubrió que algunos trabajadores eran más sensibles que otros a lo que querían que sus empleadores supieran sobre ellos.

Cuando Ally y Wylie evalúan a los llamados atletas corporativos —un término que incluso a ellos les da un poco de vergüenza, aunque de todos modos lo usan— observan los sistemas de memoria dinámica.

Esto incluye la memoria explícita e implícita (piensa en el recuerdo vs la intuición) y los sistemas cognitivos ejecutivos (como el control de impulsos y la asunción de riesgos). Algunos de estos se cruzan con el conjunto de habilidades de un atleta profesional, mientras que otros quedan fuera.

Michel dijo que una prueba de inteligencia fluida como el S2 podría ser útil para decidir si un candidato sería la contratación adecuada o si un empleado es adecuado para un puesto directivo. Sin embargo, solo como parte de un conjunto de pruebas y revisiones de su producto de trabajo; o como una forma de reducir un gran grupo de candidatos para entrevistas.

Wylie y Ally también explicaron que sus pruebas deberían funcionar en conjunto con otras evaluaciones. Después de todo, tal vez no haya mayor señal de alerta para un posible empleado que cuando su futuro empleador se basa en una métrica para decir si es apto o no, si puede manejar el trabajo y estar a la altura de las expectativas.

Eso es algo que a mí me desmotivaría.

Resultados positivos

Después de terminar mi prueba, caminé nerviosamente por el pasillo hasta una sala de conferencias. Ahí, Wylie me mostraría mis resultados en la pantalla de una laptop. Para mi sorpresa, estaba sonriendo.

Resultó que mi capacidad de seguimiento (mi capacidad de seguir movimientos alrededor de una pantalla) era menos que estelar. Entre los prospectos de la NFL, habría anotado en el percentil de 6. Mi velocidad de percepción era bastante normal (48.º) y mi control de impulsos estaba por encima del promedio (84.º).

No obstante, en el aprendizaje instintivo —en el que tenía que confiar en mi instinto, descubrir un patrón y lo mantenerlo a pesar de las distracciones— de alguna manera obtuve una puntuación en el percentil de 97.

“La mayoría de la gente se levanta y dice: ‘Oh hombre, eso fue difícil’”, dijo Wylie. “De hecho, dedujiste las respuestas óptimas rápidamente y de manera muy eficiente. Muchos de nuestros gerentes generales buscan eeso”.

Anteriormente, le dije a Wylie que me distraía fácilmente y que a menudo me costaba concentrarme. Pero luego obtuve una puntuación en el percentil de 98 en la prueba de control de distracciones.

“No me importa lo que digas: cuando quieres bloquear las distracciones, puedes hacerlo”, dijo Wylie.

Quizás es hora de que yo, como trabajador, modifique mi entorno para poder encontrar mejores maneras de eliminar las distracciones y concentrarme.

Cuando finalmente lo haga, las oficinas centrales de la NFL deberían llamarme. No necesitaré la capacidad de seguimiento de un quarterback de la NFL, quien observa cómo se desarrolla una jugada frente a él. No obstante, tal vez pueda dirigir una franquicia.

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