• La última frontera de la IA será la de tareas intelectuales no repetitivas: razonamiento y creatividad.
  • La importancia que damos a la profesionalización podría requerir un replanteamiento.
  • ¿Qué pasará con las empresas en este escenario?
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Andrew McAfee y Erick Brynjolfsson, en The Second Machine Age, describen cómo la tecnología ha ido sustituyendo al trabajo humano.

La revolución industrial marcó el comienzo de la sustitución de trabajos físicos repetitivos. Luego, la revolución del software nos reemplazó en tareas intelectuales repetitivas, como las que hoy realizamos en Excel.

La inteligencia artificial está tomando el relevo, asumiendo actividades intelectuales repetitivas, como diagnósticos médicos. La siguiente frontera incluye tareas físicas no repetitivas, con la robótica y la IA aprendiendo a dominarlas, como lo demuestra la existencia de vehículos autónomos.

La última frontera será la de tareas intelectuales no repetitivas —razonamiento y creatividad— donde, por ahora, mantenemos ventaja.

La posibilidad de que 85 millones de empleos se pierdan para 2025, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), es alarmante, aunque se espera la creación de 97 millones de nuevos empleos relacionados con estas tecnologías. Sin embargo, McKinsey va más allá, prediciendo que para 2055, el 45% de las tareas en cualquier profesión podrían ser tecnológicamente reemplazadas. Claramente, el mercado laboral favorecerá a aquellos que sepan colaborar con la tecnología.

¿Qué significa para los humanos y la manera en la que trabajamos?

Entonces, ¿qué significa esto para los humanos? La importancia que damos a la profesionalización podría requerir un replanteamiento. ¿No sería más prudente fomentar una capacidad de aprendizaje continuo y habilidades para colaborar con tecnologías avanzadas?

La creatividad y originalidad resultantes de la combinación de habilidades diversas serán clave. Los futuros líderes deberán enfatizar la cooperación, empatía y resiliencia más que la competencia y la especialización.

¿Y qué pasará con las empresas en este escenario? La medida del éxito empresarial basada únicamente en resultados económicos puede volverse obsoleta. Las compañías tendrán que encontrar nuevas formas de aportar valor, no solo a los accionistas y stakeholders, sino a la humanidad. Esta contribución al bien común será esencial para su relevancia futura.

Para permanecer relevantes, las empresas deberán explotar nuestra conciencia, una capacidad que la tecnología no podrá replicar en un futuro cercano. Debemos cuestionarnos nuestros propósitos y colaborar masivamente entre humanos y herramientas tecnológicas para alcanzar metas que actualmente parecen inalcanzables. Así es como nos haremos irremplazables.


* Sebastián Tonda es autor del libro “Irremplazables: cómo sobrevivir a la inteligencia artificial”. En él explora cómo el cambio tecnológico transformará aspectos fundamentales de nuestras vidas y cómo, a su vez, estos cambios redefinirán nuestras ocupaciones, las empresas y los negocios.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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