• A pesar de los esfuerzos de plataformas como Facebook y X, la desinformación sigue siendo un problema significativo y la autodefensa informativa es esencial.
  • Reconocer y entender los propios sesgos y considerar la fuente de información son pasos cruciales para evitar difundirla. 
  • Pausar antes de compartir, ser consciente de las emociones y corregir públicamente la desinformación son tácticas efectivas. 
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El problema de la desinformación no desaparece y puede estar empeorando a raíz del intento de asesinato del expresidente Donald Trump.

Las plataformas de internet como Facebook y X han tomado algunas medidas para frenar su propagación y dicen que están trabajando para hacer más.

Sin embargo, ningún método introducido hasta ahora ha sido completamente exitoso para eliminar todo el contenido engañoso de las redes sociales. Por lo tanto, la mejor defensa es la autodefensa.

La información engañosa o completamente falsa, denominada en términos generales “desinformación”, puede provenir de sitios web que se hacen pasar por medios de noticias, propaganda política o informes “pseudoprofundos” que parecen significativos, pero no lo son.

La desinformación es un tipo de información errónea que se genera deliberadamente para engañar maliciosamente a las personas. Se comparte intencionalmente, sabiendo que es falsa.

Sin embargo, también puede ser difundida por personas que no saben que es cierta, especialmente porque la gente a menudo comparte links sin pensar.

Las nuevas investigaciones en psicología revelaron algunas tácticas que pueden ayudar a proteger a nuestra sociedad de la desinformación.

A continuación, te presentamos siete estrategias que puedes utilizar para evitar ser engañado y que difundas imprecisiones.

1. Infórmate

La mejor vacuna contra lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama la “infodemia” es comprender los trucos que utilizan los agentes de desinformación para intentar manipularnos.

Una de las estrategias se denomina prebunking, un tipo de desacreditación que se lleva a cabo antes de que escuches los mitos y mentiras. Las investigaciones han demostrado que familiarizarse con los trucos del comercio de la desinformación puede ayudarte a reconocer historias falsas cuando las encuentra, haciéndote menos susceptible a ellos.

Investigadores de la Universidad de Cambridge desarrollaron un juego en línea llamado Bad News, que según sus estudios puede mejorar la identificación de falsedades por parte de los jugadores.

Además del juego, puedes aprender más sobre cómo funcionan las plataformas de Internet y las redes sociales, para que comprendas mejor las herramientas disponibles para quienes buscan manipularte.

También puedes aprender más sobre la investigación científica y los estándares de evidencia, lo que puede ayudarte a ser menos susceptible a las mentiras y las declaraciones engañosas sobre temas científicos y relacionados con la salud.

2. Reconoce tus vulnerabilidades

El enfoque del pre-desmentido funciona para personas de todo el espectro político. No obstante, resulta que las personas que subestiman sus prejuicios son en realidad más vulnerables a ser engañadas que las que los reconocen.

Las investigaciones han demostrado que las personas son más susceptibles a la información errónea que coincide con sus opiniones preexistentes. Esto se denomina “sesgo de confirmación”, porque una persona tiende a creer información que confirma lo que ya cree.

La lección es ser particularmente crítico con la información proveniente de grupos o personas con quienes estás de acuerdo o con quienes te sientes identificado, ya sea política, religiosa o por tu etnia o nacionalidad. Recuerda buscar otros puntos de vista y otras fuentes con información sobre el mismo tema.

Es especialmente importante ser honesto con uno mismo acerca de cuáles son tus prejuicios. Muchas personas suponen que los demás son parciales, pero creen que ellos mismos no lo son, e imaginan que los demás son más propensos a compartir información errónea que ellos mismos.

3. Considera la fuente

Los medios de comunicación tienen una variedad de sesgos. El Cuadro de sesgos de los medios describe qué medios son más y menos partidistas, así como qué tan confiables son a la hora de informar sobre los hechos.

Puedes jugar un juego en línea llamado Fakey para ver qué tan susceptible eres a las diferentes maneras en que se presentan las noticias en línea.

Al consumir noticias, asegúrate de saber qué tan confiable es la fuente, o si no lo es en absoluto. Verifica las historias de otras fuentes con pocos sesgos y altos índices de veracidad para averiguar en quién y en qué puede confiar realmente, en lugar de confiar únicamente en lo que le dice tu instinto.

Además, ten en cuenta que algunos agentes de desinformación crean sitios falsos que parecen fuentes de noticias reales, así que asegúrate de saber qué sitio estás visitando.

Se ha demostrado que participar en este nivel de reflexión sobre tu propio pensamiento mejora tu capacidad para distinguir los hechos de la ficción.

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Captura de pantalla del juego ‘Bad News’

4. Haz una pausa

Cuando la mayoría de las personas se conectan a Internet, especialmente a las redes sociales, lo hacen para entretenerse, conectarse o incluso distraerse. La precisión no siempre ocupa un lugar destacado en la lista de prioridades.

No obstante, pocos quieren ser mentirosos, y los costos de compartir información errónea pueden ser altos para las personas, sus relaciones y la sociedad en su conjunto. Antes de decidir compartir algo, tómate un momento para recordar el valor que te da a la verdad y la precisión.

Pensar “¿es cierto lo que estoy compartiendo?” puede ayudarte a detener la propagación de información errónea y te animará a mirar más allá del titular y posiblemente verificar los hechos antes de compartirlos.

Incluso si no piensas específicamente en la precisión, simplemente hacer una pausa antes de compartir puede darte la oportunidad de que tu mente se ponga al día con tus emociones.

Pregúntate si realmente quieres compartirlo y, si es así, por qué. Piensa en las posibles consecuencias de compartirlo.

Las investigaciones demuestran que la mayor parte de la información errónea se comparte rápidamente y sin pensar demasiado. El impulso de compartir sin pensar puede ser incluso más poderoso que las tendencias partidistas.

Tómate tu tiempo. No hay prisa. No es una organización de noticias de última hora de la que dependen miles de personas para obtener información inmediata.

5. Sé consciente de tus emociones

La gente suele compartir cosas por sus reacciones instintivas, en lugar de por las conclusiones de un pensamiento crítico. En un estudio reciente, los investigadores descubrieron que las personas que veían sus publicaciones en las redes sociales con una actitud emocional eran significativamente más propensas a compartir información errónea que aquellas que lo hacían con un estado mental más racional.

La ira y la ansiedad, en particular, hacen que las personas sean más vulnerables a caer en la desinformación.

6. Si ves algo, di algo

Enfréntate a la desinformación públicamente. Puede resultar incómodo desafiar a tus amigos en línea, especialmente si temes un conflicto. Es posible que la persona a la que respondas con un enlace a una publicación de Snopes u otro sitio de verificación de datos no le agrade que lo denuncies.

No obstante, la evidencia muestra que criticar explícitamente el razonamiento específico de la publicación y proporcionar contraevidencia como un enlace sobre por qué es falsa es una técnica efectiva.

Incluso las refutaciones breves —como “esto no es cierto”— son más efectivas que no decir nada. El humor, aunque no la ridiculización de la persona, también puede funcionar.

Cuando personas reales corrigen información errónea en línea, puede ser tan efectivo, si no más, que cuando una empresa de redes sociales etiqueta algo como cuestionable.

Las personas confían más en otros seres humanos que en algoritmos y robots, especialmente en aquellos que forman parte de nuestros propios círculos sociales. Esto es particularmente cierto si tienes experiencia en el tema o tienes una relación cercana con la persona que compartió la información.

Un beneficio adicional es que la desacreditación pública notifica a otros espectadores que tal vez quieran mirar más de cerca antes de decidir compartirlo ellos mismos. Por lo tanto, incluso si no desanimas al autor original, estás desanimando a otros.

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Depositphotos

7. Si ves que alguien más se pone de pie, párate con él

Si ves que alguien más ha publicado que una historia que es falsa, no digas “bueno, se me adelantaron, así que no necesito hacerlo”.

Cuando más personas opinan sobre una publicación que es falsa, es una señal de que el grupo en general desaprueba compartir información errónea.

Apoya a quienes se ponen de pie. Si no lo haces y algo se comparte una y otra vez, eso refuerza la creencia de las personas de que está bien compartir información errónea, porque todos los demás lo hacen y solo unos pocos, si es que hay alguno, se oponen.

Permitir que la información errónea se difunda también aumenta la probabilidad de que aún más personas comiencen a creerla, porque las personas llegan a creer cosas que escuchan repetidamente, incluso si al principio saben que no son ciertas.

No existe una solución perfecta. Algunas desinformaciones son más difíciles de contrarrestar que otras, y algunas tácticas para contrarrestarlas son más efectivas en diferentes momentos o para diferentes personas.

Pero tú puede hacer mucho para protegerte a ti mismo y a quienes forman parte de tus redes sociales de la confusión, el engaño y la falsedad.

Este artículo se publicó originalmente en inglés.

* The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

* H. Colleen Sinclair es profesora asociada de investigación de psicología social en la Universidad Estatal de Luisiana.

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