• El paso de Steve Jobs por Apple y Disney dio lugar a innovaciones y lanzamientos de productos que supusieron una revolución en la industria de la tecnología.
  • Además, su influencia se observa en la inspiración que despertó en millones de personas, como los fundadores de las grandes empresas tecnológicas.
  • Los productos, innovaciones, discursos, diseños, presentaciones y frases de Steve Jobs forman parte de su legado, que sigue vigente 10 años después de su muerte.

Steve Jobs fue Cofundador y CEO de Apple, creador y productor en Pixar, máximo accionista de The Walt Disney Company, fundador de NeXT, inventor del iPhone y Macintosh. Solo por mencionar algunos cargos y funciones que desempeñó a lo largo de su vida.

Pero esta lista sería considerada insuficiente para describir el legado de una de las mentes más creativas, emprendedoras y exitosas de la historia.

Por eso, se han utilizado muchas maneras a lo largo de los años para definir a una persona que revolucionó la industria de los dispositivos, la tecnología y del negocio en general. Y que dejó una huella perdurable en millones de personas, e incluso algunas de las figuras clave del sector y otros ámbitos en el mundo.

Lo consideran «pionero», «líder visionario» o «uno de los mayores innovadores de América». Compañeros, competidores y admiradores se refieren a él como una persona que destacaba por su «inspiración», «liderazgo y pasión con la excelencia».

Entre ellos se encuentran Bill Gates y Paul Allen, Mark Zuckerberg, Sean Parker, Larry Page y Sergey Brin y el ex presidente de Estados Unidos Barack Obama.

Los productos revolucionarios que protagonizan el legado de Steve Jobs y revolucionaron diferentes sectores

Nació el 24 de febrero de 1955 y su vida estuvo marcada por diferentes momentos que lo formaron, desde ser adoptado y dormir en el suelo hasta caminar 10 km para comer en un templo Hare Krishna.

También apareció en artículos, libros y películas. Pero a lo que se dedicó mayormente, sin importar el lugar en el que estuviera, fue a crear. Esto hizo que pasara a la historia por un legado en el que destacan sus productos —que contribuyeron a revolucionar sobre todo el mundo de las computadoras, teléfonos, música y el cine.

Steve Jobs revolucionó las computadoras

Por supuesto, han surgido más y mejores computadoras desde entonces, pero el Apple II y el Macintosh pusieron la semilla. A partir de ellas se desarrollaron los siguientes que estaban por llegar, tanto de Apple como de Microsoft y otras marcas.

Stephen Wozniak y Steve Jobs trabajaron desde el garaje de la familia Jobs en Cupertino para crear la primera laptop personal: Apple I. En 1977, tras fundar Apple Computer con el dinero que obtuvo por vender una combi, dieron paso a una nueva y mejorada versión: el Apple II.

No era la primera computadora en la que se había empezado a trabajar, pues otras marcas —IBM, Atari, Altair, Commodore o Xerox— ya habían dado el primer paso. Sin embargo, la convicción inicial no fue la misma; tampoco lo fueron la visión e implicación; ni, desde luego, el resultado y el éxito obtenidos.

Respecto al primer punto, las computadoras generaban dudas. «Creo que hay un mercado mundial para quizás cinco computadoras», calculaba en 1943 el entonces presidente de IBM; «No hay ninguna razón por la que alguien quiera una laptop en su casa», dijeron en 1977 desde Digital Equipment Corporation, más tarde parte de Compaq, recoge La Razón.

Además, Steve Jobs se involucró en todas las fases del proceso (producción, diseño, distribución y venta). Tuvo la visión de apostar por un producto que acabaría siendo indispensable en los hogares del mundo y acertó con decisiones estratégicas. Una de ellas fue el ratón —que ya estaba inventado—, las ventanas y la papelera y un uso intuitivo al alcance de cualquiera.

Unido al diseño y a la mayor velocidad de arranque, convirtieron al Macintosh (presentado en 1984) en una revolución en aquella época, y el punto de partida para otros. «Windows no hizo más que copiar la Mac», recordó con ironía Steve Jobs en su momento.

Macintosh «no solo cambió Apple, cambió toda la industria de los computadoras», afirmó.

El iPhone, un punto y aparte en el mercado de la telefonía móvil

Algunos creadores se sorprenden por el éxito que alcanzan sus productos. No fue el caso de Jobs, quien desde el primer momento tuvo claro que el iPhone iba a suponer una revolución de dimensiones históricas.

«De vez en cuando, aparece un producto revolucionario que lo cambia todo», empezó diciendo en la presentación de 2007 del iPhone. «Hoy Apple va a reinventar el teléfono», añadió.

Lo hizo incorporando en un solo dispositivo las funciones de teléfono, correo electrónico, navegador por internet, fotos y videos y reproductor de música.

Con una pantalla multitáctil y sin necesidad de un lápiz digital Stylus: «Vamos a usar el mejor dispositivo para apuntar del mundo, uno con el que todo el mundo nace», anunció. Casi 15 años después, cuesta imaginarse usar un celular de otra forma que no sea con los dedos.

Un día antes del lanzamiento, Jobs ya había hablado de revolución en una reunión interna. Según fuentes de Ars Technica, «Steve comenzó diciendo que cree que el iPhone cambiará el espacio móvil para siempre. Dijo que cuando salió la Mac, la gente hablaba de que algún día todas las computadoras funcionarían así; y lo mismo ocurriría con el iPhone».

De acuerdo con un informante, «Steve pensaba que el lanzamiento del iPhone era algo realmente importante, y lo consideraba uno de los productos más revolucionarios y emocionantes que habían creado. (…) Los empleados de Apple podrán contar a sus nietos que estaban en Apple cuando lanzaron el iPhone, y que todo el sacrificio valió la pena», recuerda.

Así fue su impacto sobre la música y el cine

El impacto del Macintosh en las computadoras y del iPhone en los celulares es comparable con el del iPod en la música. Esto ya que revivió una industria en crisis, asustada por la piratería y que no veía una salida.

El lanzamiento del iPod en 2001, y posteriormente de iTunes en 2003, fue el salvavidas al que se agarraron las empresas: ceder su catálogo para que los usuarios pagaran por las canciones —y no necesariamente por un disco completo.

Las expectativas eran vender un millón de canciones en seis meses: iTunes Store logró un millón de descargas en seis días, dijo La Información. El iPod e innovaciones como la reproducción aleatoria también fueron un éxito que sigue presente a día de hoy.

En cuanto al cine, posiblemente es una de las facetas menos conocidas de Steve Jobs, quien también contribuyó a hacer historia en esta industria. Todo partió de una idea: ¿qué pasa con los juguetes que se dejan de usar, porque los niños y niñas prefieren otros nuevos?

De ahí —y de horas de debates, pruebas y proceso creativo en las que estuvo involucrado Jobs— surgió Toy Story, película realizada por completo en computadora y que ha recaudado 373 millones de dólares.

Antes, Steve Jobs había comprado Pixar por unos 10 millones de dólares (una tercera parte de lo que recaudó Toy Story en su primer fin de semana); y acabó vendiéndola a Disney por 7,400 millones, 20 años después, en 2006.

Así, Pixar y sus técnicas, con el apoyo de Jobs, revolucionaron también el cine de animación, que han disfrutado tantos niños y adultos desde entonces.

Su influencia, más allá de los productos y las empresas

Las cifras de ventas o usuarios y la enumeración de sus logros y productos no alcanzan para reflejar toda la influencia que tuvo Steve Jobs en el mundo y las personas; y que sigue teniendo: 10 años después de su fallecimiento, Apple aún es la empresa más valiosa del mundo.

Además de sus cientos de patentes, entre las que se encuentran computadoras, interfaces táctiles, teclados, escaleras o yates; su impacto se puede observar en algo tan abstracto pero importante como la inspiración y admiración que ha despertado —tanto en grandes nombres de su sector como en personas anónimas.

Se encuentra en la importancia que le dio al diseño (en un teléfono, en una tienda de Apple —él diseñó las escaleras— e incluso en un elemento invisible para el usuario), en artículos con sus consejos o sus predicciones y citas, en el estilo que marcó en sus presentaciones de producto y en discursos motivadores que pronunció, entre los que destaca el de la Universidad de Stanford.

En este, recorre los momentos clave de su vida a través de «solo tres historias» y habla de superación, pasión por lo que se hace y no perder la fe en uno mismo. Y destaca una frase que ha quedado como una especie de lema para el mundo emprendedor: «Stay hungry, stay foolish». Un llamado a ser inconformista y atreverse, que podría traducirse como ‘sigue hambriento, sigue alocado’.

«Su tiempo es limitado, así que no lo gasten viviendo la vida de otro. (…) No dejen que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y, lo más importante, tengan el coraje de seguir su corazón e intuición. (…) Todo lo demás es secundario», concluyó ante decenas de universitarios recién graduados.

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