- Para alcanzar un alto nivel de desarrollo tecnológico, se ha requerido el despliegue de una gran cantidad de infraestructura de cómputo, con una alta demanda energética.
- Innovaciones en el manejo energético y la propia optimización en el silicio, han permitido la creación del concepto de green computing.
- En opinión de José Miguel Guzmán, cofundador de Whitestack, es fundamental que la industria acelere la adopción de las tecnologías que permitan disminuir la EGEI y el consumo energético.
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La digitalización proporciona a las empresas nuevas capacidades y herramientas que han transformado la manera de concebir las cadenas de producción y la eficiencia de los procesos administrativos.
Sin embargo, este avance no ha sido gratuito. Para alcanzar un alto nivel de desarrollo tecnológico, se ha requerido el despliegue de una gran cantidad de infraestructura de cómputo, con una alta demanda energética, que genera un impacto significativo en el medio ambiente.
Quizá uno ejemplo claro son los centros de datos; debido a su capacidad de alojar miles de servidores, tienen una enorme demanda energética para sus instalaciones.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, los centros de datos y las redes de transmisión son responsables de 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero (EGEI) a nivel mundial.
Los centros de datos son una alternativa más eficiente para la mantención de servidores empresariales; sin embargo, existen grandes diferencias dentro de la industria respecto a la eficiencia del uso de energía (PUE).
Los centros de datos que solíamos ver en América Latina ofrecían un PUE de 1.40; es decir, de cada 100 watts que llegaban a los servidores, 40 watts se desaprovechan en conversión de energía, enfriamiento, ventilación o en las propias instalaciones del centro de datos.
Green computing y la innovación por la sustentabilidad
Sin embargo, innovaciones en el manejo energético y la propia optimización en el silicio, han permitido la creación del concepto de green computing. Este le ha permitido a los centros de datos hiper-escalables alcanzar un PUE de 1.04; es decir, donde solo 4 de los 100 watts son desaprovechados, se optimiza el flujo de energía hacia el cómputo y reduce el impacto medioambiental.
La necesidad de sostenibilidad ha impulsado a los productores de tecnologías de hardware, cómputo y comunicaciones a optimizar sus capacidades por unidad de energía.
En la última década, la cantidad de operaciones por Watt (Flops/Watt) aumentó más de 20 veces; mientras tanto, las capacidades de comunicaciones (Gbps/Watt) lo hicieron en 40 veces.
La nube en la transformación digital
En el caso del software, el uso de la nube es un salto enorme en la reducción del impacto ambiental. Las compañías recurren las tecnologías de virtualización de aplicaciones.
Así disminuyen la cantidad de hardware que necesitan para sus procesos de negocios; además, habilitan la eventual adopción de modelos de inteligencia artificial, que de otro modos no serían viables desde el punto de vista económico o ambiental. Ello les permite disminuir entre 35% y 45% las emisiones de CO2, según un estudio de Deloitte.
Este nuevo estándar de industria son tecnologías que están disponibles, tanto en la nube pública, como para implementar en la nube privada, en las dependencias de las empresas. Una nube hiperescalable es un modelo de implementación de infraestructura digital, que no está limitado a la pública.
Ya son muchas las compañías que repatrian cargas de trabajo a sus propias nubes; las cuales se valen de las mismas eficiencias que los grandes centros de datos, con un menor consumo energético, menos emisiones de carbono, y manteniendo las presentaciones de la nube, pero bajo su total control.
En un contexto digital, donde cada vez se valora más la responsabilidad medioambiental, es fundamental que la industria de las Tecnologías de la Información y Comunicación acelere la adopción de las tecnologías de green computing, software y hardware; estas permitirán disminuir la EGEI y el consumo energético, al mismo tiempo que logren optimizar las operaciones y reducir costos, con un enfoque a largo plazo que ayude a combatir el cambio climático.
José Miguel Guzmán es cofundador de Whitestack
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