- Europa se apresura a crear un sistema de pasaporte sanitario digital para salvar la temporada de vacaciones de verano.
- Sin embargo, los 27 países miembro enfrentan también controversias desde lo práctico hasta lo filosófico.
- Esto es, hasta ahora, lo que ha avanzado la Unión Europea en su implementación
Mientras Europa se apresura a crear un sistema de pasaporte sanitario digital para salvar la temporada de vacaciones de verano, los obstáculos muestran el gran reto que es crear estas plataformas.
Los desarrolladores lidian desde lo práctico hasta lo filosófico, incluyendo debates sobre la discriminación y la privacidad personal.
Los países del sur que dependen del turismo, como España, Grecia y Portugal, claman por una rápida puesta en marcha del prometido «pase verde digital» justificando que sus economías no soportarán la pérdida de otro verano.
La Comisión Europea tiene previsto adjudicar este mes un contrato para un software, que empleará códigos QR que podrán escanearse.
Además, proporcionará una plantilla para ayudar a los países miembros a desarrollar sus propias aplicaciones.
La lista de problemas a resolver del pasaporte sanitario digital
La lista de cuestiones sin resolver en el sistema del pasaporte sanitario digital es larga.
Todavía no hay consenso sobre si las pruebas son suficiente para demostrar que una persona que se ha recuperado del Covid-19 es inmune.
Adaptar el plan a los visitantes extranjeros también representa un reto, después de que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo el domingo al New York Times que la UE abriría sus puertas a los estadounidenses vacunados este verano.
Los estados miembros también se preocupan por la seguridad de la información personal.
Y aunque los pasaportes para vacunados no se han convertido en un tema político como en Estados Unidos, que lo califican como un atentado contra la libertad personal, la preocupación por el seguimiento digital es enorme.
Los datos introducidos en los certificados digitales serán fácilmente falsificables, advirtió Michael Veale, profesor de derechos digitales y regulación en el University College de Londres.
Al mismo tiempo, formar y equipar al personal de toda Europa para verificar los certificados podría resultar imposible en la práctica, creando un «teatro de la seguridad» que es más intrusiva que útil, añadió Veale.
La prueba ya se puso en curso
Los pasaportes para vacunas son más sencillos, a diferencia de las aplicaciones de rastreo de contactos Covid-19, porque no necesitan comunicarse con otros teléfonos ni rastrear movimientos.
En su lugar, una tarjeta sanitaria digital, emitida por un médico o un centro de salud, incluiría un código QR que confirma que el viajero se vacunó.
Los Estados miembros de la UE están creando apps para que los individuos carguen el código QR en sus teléfonos inteligentes.
Los funcionarios dispondrían de apps de comprobación independientes: «verde» es válido, «rojo» sería inválido.
Pero… ¿qué pasará con los datos?
Los datos personales sensibles suelen almacenarse localmente en los teléfonos inteligentes, mientras que la plataforma de la UE sólo gestionará las firmas de los certificados digitales.
Sin embargo, algunos críticos advierten que el sistema sería vulnerable al fraude.
Otros afirman que sería discriminatorio, ya que sólo podrían viajar quienes pudieran demostrar que están vacunados.
Con información de Reuters
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