- Las tlayudas son unos de los platillos típicos de Oaxaca.
- Es una tortilla correosa y quebradiza, que no llega a ser tostada, que puedes comer solo o compartir con alguien más.
- Su preparación tradicional con frijoles, manteca, quesillo, salsa y aguacate, aunque también le puedes poner carne o chorizo
Primero lo primero: las tlayudas son un alimento de los dioses y una de las muchas razones por las que amamos Oaxaca, pero el cebiche peruano también tiene un lugar en nuestra lista de delicias gastronómicas latinoamericanas.
Una vez aclarado ese punto… ¿has pensado qué es lo que hace tan especiales a las tlayudas y por qué a los mexicanos nos gustan tanto?
Las tlayudas nos reconectan con nuestras raíces
La palabra tlayuda proviene, de acuerdo con el portal Food & Travel, del náhuatl tlao-li, que significa maíz desgranado, más el sufijo uda, que significa abundancia.
Es un alimento hecho a base de maíz y representa la tradición gastronómica de Oaxaca, al sur de México.
Son un platillo que puedes compartir
Uno de los grandes placeres de la vida es compartir la comida con las personas que quieres. ¿Y qué mejor si se trata de un enorme platillo que puede servir igual como entremés que como platillo principal?
Las tlayudas, que miden alrededor de 30 centímetros de diámetro, son ideales para comer solo, acompañado (o para llevar comiendo).
Les puedes poner los ingredientes que quieras
Tradicionalmente, las tlayudas se preparan con manteca, quesillo, frijoles, aguacate y salsa.
Sin embargo, también se pueden comer con tasajo, cecina natural, cecina enchilada, chorizo u otro tipo de carne. Tu imaginación y la resistencia de esta tortilla correosa y quebradiza son el límite.
Son baratas, llenadoras y forman parte de la tradición de Oaxaca
Una de las principales virtudes de las tlayudas es que son fáciles de encontrar, deliciosas y amigables con el bolsillo.
En Oaxaca, puedes encontrarlas en las calles o los mercados, aunque también hay restaurantes enfocados en turistas que las ofrecen. Y, por su popularidad, también puedes encontrarlas en otros estados.
Con todas estas virtudes, ¿cómo no amar las tlayudas?
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