- Tener amigos en el trabajo es algo que ha ido desapareciendo, principalmente por el trabajo remoto.
- Aunque tener este tipo de relaciones laborales trae ventajas (principalmente para el empleador), que desaparezcan no es una mala idea.
- Tampoco se trata de que evites relacionarte con otros en tu trabajo. Apuesta por los espacios de coworking o los eventos de networking.
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El mejor tramo de mi vida laboral fue un periodo que recuerdo con cariño como “Los domingos con Jennifer”. Mientras estudiaba la universidad, fui mesera por seis meses junto a mi compañera de trabajo favorita, llamada (lo adivinaste) Jennifer.
Pasamos nuestros turnos platicando y bromeando, atendiendo a los clientes como si se tratara de una interrupción en nuestro descanso semanal.
Pasamos semanas planeando una “fiesta de pastel” para nuestros otros amigos del trabajo. Un día ella trajo galletas de marihuana y uno de nuestros compañeros se drogó tanto que no sabía cómo salir del baño. No sé si nuestros clientes disfrutaron la experiencia, y mucho menos nuestro empleador, pero nosotros sí.
¿Volvería a trabajar ahí? Ehhh, definitivamente no. Por un lado, ahora me tomo el trabajo más en serio. También soy más ambivalente sobre la idea de hacer amigos cercanos en el trabajo.
Llevo solo unos meses en Business Insider y trabajo en un esquema híbrido, por lo que es más complicado entablar amistad con colegas. No es que no quiera conocer personas. Sin embargo, como alguien que ha sido culpable de difuminar demasiado la línea entre lo profesional y lo personal en el pasado, me resulta reconfortante tener algo de distancia.
Esta comprensión llega en un momento en el que las amistades laborales están desapareciendo , y cuanto más lo pienso, más creo que puede ser lo mejor.
¿Con amigos o sinamigos en el trabajo?
La razón más obvia de la desaparición del amigo en el trabajo es el aumento del trabajo remoto. Es difícil encontrar una nueva mejor amiga en el trabajo a través de Slack y Zoom.
Aunque la mayoría de los trabajadores administrativos ya no son completamente remotos, muchos todavía se encuentran en esquemas híbridos.
La pandemia cambió la manera en que las personas interactúan y socializan con sus colegas, incluso en persona. Ya no estamos juntos en las trincheras día tras día. Este contexto cambiante ha modificado la forma en que desarrollamos las relaciones en el trabajo.
Ha habido mucha retórica alarmista en torno a no tener amigos en el trabajo. La línea general es que las amistades laborales son buenas porque las conexiones sociales en el trabajo mantienen a las personas productivas y comprometidas. Además, les ayudan a controlar el estrés.
Estas amistades mejoran su satisfacción laboral y hacen que sea menos probable que renuncien. Incluso si alguien está seguro de que no le importa ser amable con sus colegas, el networking sigue existiendo. Negarse a participar puede perjudicar su carrera a largo plazo. El más solitario de los lobos solitarios necesita algún tipo de conexión.
“Realmente no creo que los seres humanos puedan trabajar 40, 50 o 60 horas a la semana sin apoyo social de manera saludable durante un periodo sostenido”, dijo Constance Noonan Hadley, psicóloga organizacional que fundó el Instituto para la Vida en el Trabajo.
No estoy neganda a que los vínculos personales sean importantes en el mundo laboral. Desarrollar una buena relación con colegas es una buena idea, pero eso no significa que todos deban luchar para encontrar un mejor amigo en la oficina.
Incluso antes de la pandemia, los lugares de trabajo dejaron de ser el centro de la vida de las personas a medida que envejecían. Te haces mayor y tienes hijos. No estás tan interesado en platicar con tus colegas de veintitantos sobre sus fines de semana salvajes.
O te conviertes en gerente y la happy hour te invita a irte porque la gente no quiere beberse un montón de cervezas delante del jefe.
Trabajar más desde casa y alejarse de la oficina física aceleró esta transición para muchas personas. Podrían pasar cosas peores. Después de años de que nos dijeran que trabajáramos con todo nuestro ser, muchos de nosotros podríamos dejar un poco más en casa.
Gran parte de la investigación sobre las amistades en el trabajo se centra en cómo es un buen negocio para los empleadores. Que los empleados tengan una sensación de kumbaya les ayuda a hacer más cosas y mejora los resultados finales.
En algunos casos, esto puede ocurrir a expensas de los mejores intereses de los empleados. Los vínculos emocionales más profundos pueden hacer que duden más a la hora de dejar sus trabajos: se sienten cómodos y no quieren dejar atrás a sus amigos.
Eso es genial para los jefes, pero para los trabajadores, quiero decir, ¿a quién le importa? Me encanta chismear con mis compañeros de trabajo, pero espero que eso nunca haya hecho que ninguno de ellos dude si debería irse en busca de una mejor oportunidad.
“Si te sientes desconectado de tus compañeros de trabajo, eres menos jugador en equipo. Sin embargo, todos esos son resultados relacionados con el trabajo”, dijo William Chopik, psicólogo de personalidad social de la Universidad Estatal de Michigan que estudia las relaciones.
“La razón por la que la gente trabaja desde casa es porque es bueno para su vida personal”, añadió.
La investigación sobre el home office se centra en si empeora a las personas en su trabajo y no en si, por ejemplo, la falta de transporte les beneficia.
Pero también hay desventajas de tener amigos en el trabajo
También hay muchas desventajas no relacionadas con la carrera. Las amistades laborales pueden llevar al exclusivismo y la exclusión o incluso a interminables sesiones de quejas entre colegas.
Los lugares de trabajo suelen ser competitivos y, si un amigo toma la delantera, pueden surgir tensiones. A veces sospechamos de nuestros compañeros de trabajo, nos preguntamos si interactúan con nosotros solo porque quieren algo y dudamos de que podamos confiar en ellos.
En un nivel fundamental, las amistades laborales no son lo mismo que las amistades amistosas. Confundirlos puede generar tensión o herir sentimientos.
Un artículo de 2018 sostiene que las “cuatro características definitorias de la amistad (informalidad, voluntariedad, normas comunitarias y objetivos socioemocionales) están en tensión con cuatro elementos fundamentales de la vida organizacional (roles formales, limitaciones involuntarias, normas de intercambio y objetivos instrumentales)”.
Con suerte, no somos amigos de otros porque estamos obteniendo algo proporcionado y específico de la relación en la manera en que lo somos en el trabajo. Decir algo vergonzosamente estúpido frente a un amigo es mucho más aceptable que frente a un compañero de trabajo, donde un cierto nivel de formalidad suele ser parte del trato.
“Creo que deberíamos intentar aportar lo mejor de nosotros como profesionales al trabajo, pero ¿por qué deberíamos aportar lo mejor de nosotros mismos al trabajo?”, cuestionó Hakan Ozcelik, profesor de gestión en la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Estatal de Sacramento.
“Nuestro yo íntimo, nuestras necesidades, deseos y propósitos en nuestros roles íntimos como seres humanos deben satisfacerse en otros ámbitos de nuestras vidas, en lugar de en el trabajo”, agregó.
Recientemente, presentó una investigación que analizaba las emociones de los empleados en el trabajo. Ahí recitó historias de momentos en los que las personas se sentían felices, tristes, enojadas, etc.
Lo que él y sus coautores descubrieron fue que los eventos relacionados con las tareas, como terminar un proyecto, tenían más probabilidades de generar emociones positivas que los eventos relacionados con las relaciones, como recibir el reconocimiento de un colega.
Los empleados tenían más probabilidades de informar emociones negativas en respuesta a eventos relacionados con las relaciones que a eventos relacionados con las tareas.
Ozcelik argumentó que quizás esto signifique que los eventos relacionados con la tarea, más que los eventos relacionados con la relación, son de donde “viene la felicidad, la verdadera alegría”.
Evitar relacionarte con otros tampoco es lo ideal
No existe una fórmula única para tener amigos en el trabajo. Depende del lugar, de los compañeros y de la propia personalidad. Algunas personas necesitan sentirse parte del trabajo, mientras que otras obtienen la mayor parte de su satisfacción del trabajo en sí.
Hadley, la psicóloga organizacional, se mostró firme en que nadie debería intentar vivir solo para siempre en el ámbito laboral, aunque reconoció que existen algunas soluciones alternativas. Tal vez no tengas muchos amigos en tu trabajo, pero empieza a ir a un espacio de coworking o a un evento de networking del sector y conoce gente.
“Es necesario tener colegas profesionales que generen algún tipo de relación”, dijo.
Sin embargo, hay espacio para la moderación o incluso la posibilidad de deshacerse de algunas amistades laborales para siempre. Dado que durante las últimas décadas nos dijeron que nos esforzáramos por completo en el trabajo o que los empleadores nos dijeran que todos somos una familia, parece un avance positivo que algunos trabajadores estén implementando más límites, para usar algún lenguaje terapéutico.
No tienes que hacerte el tonto con tus colegas, pero tampoco tienes que invitarlos a tu boda, decir “sí” a la happy hour o conocer todos los detalles de sus vidas personales.
Está bien apagar tu laptop a las 5 p.m., decirle a María, José o a quien sea que pase una buena noche y no saber lo que ellos harán. En una cultura tan obsesionada con el trabajo como la nuestra, está bien asomarse un poco y seguir conectado.
“El trabajo consiste en hacer ciertas cosas utilizando tus habilidades, tu inteligencia y tu red, por lo que cualquier cosa que hagas allí crea un aura”, dijo Ozcelik.
“Y luego, si estás conectado con ese entorno, es genial. No eres un empleado solitario. Pero eso no significa que haya gente ahí que te ame”, agregó.
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