• Tom Shaw tiene 30 años y es un repartidor de comida en Filadelfia; cambió de opinión sobre la vacuna contra el Covid-19.
  • Decidió ponerse la vacuna en julio después de darse a la tarea de investigar un poco en internet.
  • Estaba preocupado por la variante Delta, y se convenció de que las vacunas son seguras. Aquí está su historia tal como se la contó a la reportera Elle Hardy.

Cuando era niño me pusieron todas mis vacunas, pero cuando tenía 16 años entré en la onda de la salud natural gracias al libro «Fast Food Nation». el cual habla sobre el manejo antihigiénico de la carne en el suministro de alimentos.

Comencé convirtiéndome en vegetariano y eso me hizo sentir como si tuviera una sabiduría interna especial. A partir de ahí, pasé al ayuno, la desintoxicación, la luz solar, caminar descalzo y más cosas. Adentrándome en eso, desarrollé una desconfianza generalizada hacia la comunidad médica.

A finales del año pasado, alguien de mi familia se enfermó gravemente de Covid-19 y terminó con daño permanente en los pulmones y el corazón. Aún así, cuando salió la vacuna contra el Covid-19 yo mantuve una posición muy antivacunas.

Pensé que las inyecciones eran innecesarias. Después de todo, soy joven y bastante saludable, por lo que las probabilidades de que contraiga el virus y muera eran insignificantes.

Tenía dudas sobre si el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19 se había apresurado

Estamos hablando de una nueva tecnología y yo no tenía idea de cómo funcionaba todo eso del ARN mensajero. Además estaba leyendo un montón de publicaciones en Facebook.

No sentí que de verdad necesitara la vacuna. Había riesgos en ponerse la inyección y de plano pensé que de momento no era una buena idea.

Sin embargo, no dejaba de pensar que el virus no es para nada como una simple gripe. De los que sobreviven, ¿cuántos se quedan con secuelas prolongadas? ¿cuántos de los que salen de la infección terminan con un daño permanente? Hasta donde sé, todavía no tenemos muchos datos sobre eso.

Luego empecé a preocuparme más con la aparición de la variante Delta pues todo el mundo hablaba de lo contagiosa que es, casi tan transmisible como la varicela.

Estaba en ese predicamento cuando me di cuenta de que probablemente voy a estar expuesto al Covid-19 en algún momento

Pensé que no quiero pasar el resto de mi vida padeciendo una condición que pudo ser prevenible.

Así fue como comencé a hacer un pequeño análisis de “riesgo-beneficio” y profundice realmente en el otro lado de los datos. Comencé a investigar y aprendí mucho.

Cuando vi los datos, todo el riesgo de la vacuna desapareció por completo en mi mente y caí en cuenta que es básicamente inofensiva.

Lo que más me preocupaba eran las posibles afectaciones como la inflamación del corazón o incluso desarrollar coágulos de sangre, pero esas son cosas con las que la comunidad médica ha lidiado durante décadas.

Tenemos todo un cóctel de medicamentos y procedimientos que pueden mantenerte con vida y ayudarte a superarlo.

En cambio, si el Covid-19 te da muy fuerte, pues te conectan a un respirador y todo lo que puedes hacer es rezar. Ahí es donde tomé la decisión.

Emocionalmente, no quería vacunarme, porque tengo todos estos años de recibir mensajes de miedo y mi pensamiento está condicionado.

Investigué durante seis semanas, recopilando datos y tratando de comprender los diferentes argumentos

Es casi vergonzoso admitir lo poco educado que estaba sobre todo esto

Por ejemplo, uno de los grandes argumentos que siempre tuvo sentido para mí fue que si la vacuna contra el Covid-19 funciona; ¿por qué todos necesitan recibirla?

Y luego aprendí también cómo comienzan a surgir las variantes. Cuando contraes el virus, éste es capaz de replicarse mucho más fácilmente en tu cuerpo porque no tienes anticuerpos contra él. Cuanto más se replica, más muta, y eso aumenta la posibilidad de que pueda emerger una nueva variante.

La razón por la que todos deben vacunarse es para asegurarnos de que el virus no mute hasta un punto en el que sea resistente a las vacunas (ahora incluso las personas con vacunas están en peligro). Tan pronto como leí eso, me dije a mí mismo: «Dios mío, todo tiene sentido».

A la luz de los nuevos datos que tengo, ahora tengo que cambiar completamente mi visión del mundo; en mi opinión eso es lo que la gente debería estar haciendo. No debes aferrarte a una creencia y siempre debes ser flexible.

Cuando recibí la primera inyección de Pfizer en julio, tenía ansiedad

Hice una cita en una farmacia CVS y comencé a tomar vitamina C y zinc una semana antes buscando estimular mi respuesta inmunológica y, con suerte, mitigar los posibles efectos secundarios.

Los primeros 30 minutos estuve temblando y tuve escalofríos. Fui a la sala de emergencias y me senté justo afuera de la sala de espera durante casi una hora solo para asegurarme que si me daba una reacción alérgica grave podrían ayudarme.

La información sobre la vacuna contra el Covid-19 debería ser mejor

Confieso que estoy un poco frustrado con la educación que hay sobre las vacunas. Cuando escucho cosas sobre las vacunas en los medios de comunicación siempre es algo como «es segura y efectiva, póntela».

Nunca hay una gran cantidad de datos que expliquen por qué es segura y eficaz. Me costó trabajo investigar porque la información no está tan fácilmente disponible, pero una vez que obtuve los datos, pensé: «¿Por qué no sabía esto antes?»

Creo que mucha de la desconfianza que hay sobre las vacuna contra el Covid-19 tiene que ver con el hecho de que estamos desconectados, no solo los unos de los otros. Sino también de estas instituciones que hacen las investigaciones y los estudios.

Sería diferente si el público en general tuviera acceso a todos los estudios de la misma manera que los estudiantes de medicina y los doctores.

Todos podemos ver estas cosas y entenderlas si tenemos una educación básica y somos capaces de leer e interpretar estos estudios de una manera educada.

Finalmente, algo contra lo que he luchado toda mi vida es tomar decisiones basadas en las emociones, eso no ha hecho más que ponerme en malas posiciones. Es una pelea constante que tengo que superar.

Lo que le sugeriría a cualquiera que esté indeciso es que investigue, que mire los datos, que escuche a ambos lados y que no solo escuche a la gente que dice que es peligroso ponerse las vacunas.

Que escuche a quienes afirman que es seguro y trate de averiguar por qué dicen eso y busque los estudios y los datos.

No hablo con ninguna de las personas antivacunas directamente sobre este tema, porque sé cómo responderán, y no será una conversación productiva a menos que hayan mostrado un deseo de escuchar al «otro lado».

Pero he estado activo en la red social Reddit, compartiendo mi punto de vista en caso de que ayude a otros que están indecisos y dispuestos a abrirse a escuchar todas las opiniones.

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