• Para luchar contra el cierre durante los confinamientos por el Covid-19, los museos apostaron por crear contenido para sus redes sociales.
  • Hoy, sus estrategias digitales son tan importantes como las exhibiciones que tienen y la cantidad de visitantes que reciben.
  • Algunos contenidos que han destacado por mostrar una mirada exclusiva de los museos, así como explicaciones a detalle de las obras y los artistas.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta en Threads? Síguenos.

Abril de 2020. En alguna de las pantallas en las que la mitad del mundo se refugió para sobrellevar el aislamiento aparece Xavier F. Salomon, curador jefe de la Frick Collection de Nueva York, con un cóctel Manhattan en la mano.

Salomon se dispone a explicar todos los detalles de San Francisco en éxtasis, la pintura del renacentista italiano Giovanni Bellini.

El video explicativo, que dura 16 minutos, explica en su descripción cómo preparar dos versiones del cóctel: una con alcohol y otra sin alcohol. Hoy, el video ya tiene más de 76,000 visitas.

En la primavera de 2020, los museos —por naturaleza abiertos y acogedores— tuvieron que transformarse en espacios cerrados y vacíos.

Por eso muchos, como la Frick Collection y su serie Cocktails with a curator (“Cócteles con un curador”, en español), volcaron su estrategia de comunicación a los canales digitales. Actualmente, los videos siguen disponibles en la web del museo y en YouTube.

Aunque el impacto de la transformación digital en la comunicación de la cultura en general, y en la de las actividades artísticas en particular, se hizo evidente hace más de una década, vivió una enorme evolución desde el inicio de la pandemia.

Los museos se abren

La transformación progresiva de los museos durante estas primeras décadas del siglo XXI les ha permitido abrirse más a la sociedad y sus necesidades.

Han incorporado discursos más igualitarios, inclusivos, éticos y comprometidos, además de prácticas más sostenibles. Así lo indicó el ICOM en su último congreso de 2022.

Esta evolución de los museos —de lo vertical a lo horizontal, de lo exclusivo a lo inclusivo, del discurso unidireccional al diálogo coral— ha hecho posible que se fortalezca su función social mediante nuevas estrategias de comunicación digital. Esto los abren a nuevos públicos y nuevas generaciones.

La adaptación del museo del siglo XXI a los cambios sociales tiene una herramienta de incalculable valor en su presencia en canales digitales. Por ello es imprescindible una revisión profunda sobre la identidad digital del museo, sobre qué se está comunicando y cómo; y sobre todo cómo está siendo percibido por la sociedad.

Desde principios del siglo XXI la progresión ha sido constante. Los perfiles de museos en redes han eclosionado, y al inicio de la década de 2010 se comenzaron a desarrollar estrategias de comunicación digital.

También se han visto las primeras actividades globales de dinamización y de análisis de resultados, además de la creación de los congresos internacionales Museums and the Web.

La viralización progresiva

La llegada de la pandemia y el confinamiento provocaron un cambio de tendencia. Informes de la ICOM y la UNESCO destacaron cómo se aplicaron altas dosis de creatividad en la manera de acercar contenidos nuevos y exclusivos a sus públicos a través de las redes.

Los museos españoles también pusieron en marcha nuevas estrategias de comunicación digital. Cuando el Museo del Prado volvió a abrir sus puertas, comenzó a crear —para Instagram, Facebook y TikTok— transmisiones en vivo en las salas del museo 10 minutos antes de su apertura cada mañana.

En estos videos, los curadores del museo y otras personalidades del mundo de la cultura comentaban aspectos singulares de las obras y de los artistas. Así se ofrecía una visita guiada en exclusiva mientras el museo seguía cerrado. Todavía se siguen haciendo y que reunen a cientos de personas de todo el mundo.

Con estas acciones, el museo multiplicó sus seguidores en redes y fortaleció su imagen institucional.

También proliferaron los nuevos influencers artísticos, a menudo comunicadores que, desde el rigor histórico, aplican un lenguaje directo e inmediato a la difusión de sus contenidos.

Algunos ejemplos de ellos son la australiana Mary McGillivray o los españoles TerEl Barroquista y Miquel del Pozo.

El presente y el futuro de los museos virales

En julio de 2023 se inauguró en Madrid la Galería de las Colecciones Reales. Es patente su vocación divulgativa de la labor de mecenazgo y coleccionismo desarrollada por la corona española, y de la riqueza del patrimonio artístico español.

La imagen de este nuevo museo tiene una clara dimensión transmedia. Junto al colosal edificio creado para tal fin por los arquitectos Tuñón y Mansilla, destaca su presencia digital en una web a la altura de los grandes museos internacionales.

Esto se acompaña de una actividad notable en los perfiles en las dos únicas redes sociales donde están actuando: Instagram y Tiktok.

Tanto su visibilidad digital como los contenidos que se comparten (información rigurosa en videos cortos virales, protagonizados por personalidades del mundo cultural español e internacional, incluyendo influencers del arte), las estrategias y los resultados esperables están en línea con las tendencias del resto de los principales museos y centros de arte en el mundo.

Esta actividad transmedia ha conseguido, en pocas semanas, posicionar a la Galería de las Colecciones Reales como uno de los centros artísticos de mayor repercusión en redes sociales. Sumó casi 18,000 seguidores en TikTok en mes y medio de actividad y casi 20,000 en Instagram en cuatro meses.

Cuando en 2014 se reabrió el Museo Arqueológico Nacional tras permanecer seis años cerrado por la remodelación de su sede, no contaba con una página web propia ni con un departamento específico de comunicación.

Tampoco tenía perfiles en redes sociales ni una estrategia clara de comunicación en ningún canal. 10 años después, su identidad digital se considera tan importante como su identidad física, su sede, sus exposiciones, las actividades pedagógicas y la asistencia de público.

Es habitual ver cómo los museos ya no solo se evalúan por el número de visitantes, sino por la potencia de sus perfiles en redes. No se concibe la actividad de un museo sin tener en cuenta:

  • Cómo es percibido por la sociedad en los canales digitales
  • Cómo se comparten y viralizan sus contenidos
  • Qué tipo de diálogo se establece con sus públicos, presenciales o virtuales

De hecho, la actitud de los públicos y la repercusión de las actividades y exposiciones se observan y analizan a través del diálogo que generan en sus redes, demostraron estudios de investigación en universidades de Corea e Italia.

No sabemos cómo será la comunicación de la cultura en el futuro lejano. Pero sí sabemos que a corto y medio plazo será imprescindible adecuar la función social de los museos a la manera en la que nos comunicamos en el entorno digital.

Hay que sacar de ello el potencial que las redes y los distintos canales transmedia nos proporcionan. Al mismo tiempo, se debe mantener el rigor y la calidad en los contenidos museísticos, aplicando nuestra comunicación el lenguaje del siglo XXI.

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.

*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

*Marta Pérez Ibáñez es profesora de historia del arte en la Universidad Francisco de Vitoria.

AHORA LEE: ¿Por qué se come tanto en el cine? Esto es lo que dice la ciencia

TAMBIÉN LEE: Bienvenido al extraño y rentable mundo de los fans adultos de Lego, donde la creatividad y la delincuencia hacen lo suyo

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn, YouTube, TikTok, Google News y Threads

AHORA ESCUCHA:

AHORA VE: