• Para quienes viajan solas o en grupo con otras mujeres, una eSIM podría marcar la diferencia, en opinión de Laura Vásquez, product e-commerce manager de Holafly.
  • Esta tecnología es el reemplazo digital de las tarjetas SIM físicas.
  • Con ellas, las viajeras pueden prescindir de visitas administrativas para activar una línea nacional con datos celulares.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta de Instagram? Síguenos.

En varias ciudades mexicanas empiezan a aparecer carteles morados con un QR, los “Puntos Violeta”. Esta es una iniciativa de múltiples alcaldías para atender a las mujeres en emergencias por violencia de género. Al escanear el QR tienen un abanico de líneas de atención para recibir asesoramiento o asistencia inmediata.

Desde su instalación en lugares como Álvaro Obregón, estos puntos han ayudado ya a 288 mujeres desde octubre de 2022; y en Miguel Hidalgo a 99 mujeres desde enero de este año.

Un aspecto crucial para que esta iniciativa funcione es la disponibilidad de conexión a internet y un smartphone. Para las mujeres víctimas de violencia de género, un simple y silencioso clic las puede conectar con personas de confianza o líneas de atención que les puede salvar la vida. 

Casi toda la población mexicana posee un teléfono inteligente para estar conectados. Sin embargo, ¿dónde quedan las mujeres viajeras en un país donde el turismo va aumentando tanto como los casos de violencia de género? 

Para quienes viajan solas o en grupo con otras mujeres, una eSIM podría marcar la diferencia. Esta tecnología es el reemplazo digital de las tarjetas SIM físicas. Con ellas, las viajeras pueden prescindir de visitas administrativas para activar una línea nacional con datos celulares; se activan remotamente y sin tener que desplazarse a ningún lado.

Esto podría marcar una diferencia en las mujeres viajeras

Ya hay compañías dedicadas a vender eSIM específicamente para viajeros que requieren de menos información personal y trámites para activarse — unos cuantos pasos en el celular, y listo, tienen datos celulares inmediatamente al llegar a un país.

Además, la falta de un elemento físico reduce el riesgo de robo de identidad por medio del SIM swapping; ahí es donde hackers reactivan una SIM física bajo una línea existente para robar información personal.

Esta solución también asegura que los turistas no queden a la deriva; dependiendo de redes WiFi públicas, con seguridad poco fiable y baja conectividad, o usando un pocket WiFi que se puede descargar o extraviar. 

Para las mujeres viajeras, esta línea incrustada digitalmente en sus celulares es un respiro de aire fresco ya que, así, pueden usar apps que velan por su seguridad cuando se transportan por la ciudad (como Uber en Guadalajara) y hasta usar los Puntos Violeta. 

También existen apps dedicadas a conectar a las viajeras con otras turistas y locales para que se sientan más seguras haciendo amistades y couchsurfing en el exterior.

Estar conectadas les permite dejar un rastro en línea por redes sociales para que sus allegados sepan en qué lugares se encuentran y a qué hora, o compartir su ubicación en vivo para que personas clave estén al tanto 24/7. 

Aunque el fácil acceso a internet no es la última palabra para reducir la violencia de género, es una herramienta clave a la palma de la mano para socorrer a las mujeres en emergencias de este tipo. Las eSIM lo posibilitan para las viajeras que enfrentan mayor inseguridad en el extranjero para que así puedan disfrutar de su estadía.

Laura Vásquez, product e-commerce manager de Holafly, es administradora de negocios internacionales con una maestría en marketing digital y nuevas tecnologías. Ha trabajado en empresas del sector tecnológico por más de ocho años, tanto en multinacionales como startups.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookGoogle NewsInstagram,TikTokThreadsTwitter y YouTube

Consulta a más columnistas en nuestra sección de Opinión