• La pandemia por Covid-19 transformó el entorno educativos de niños y niñas en México.
  • A través de un televisor, aplicaciones de videoconferencia o carpetas, familias se adaptan a la nueva forma de educación en México.
  • Una maestra de kínder en una zona rural de Oaxaca nos cuenta cómo es dar clases a distancia sin internet o copiadoras.
  • Dos madres que trabajan relatan cómo es combinar las labores de la casa, la escuela y el home office.

La pandemia por Covid-19 cambió la educación de un día para otro, los menores y sus familias tuvieron que adaptarse a las clases en línea desde casa.

Ya sea a través de un televisor, una aplicación o con una carpeta hecha a mano, los menores deben seguir con su educación. No importa si es una escuela privada, pública o rural, todas continuaron con las clases.

Esta semana, el gobierno federal detalló un plan para volver a las actividades cotidianas. En él, se detalla que las clases reanudarán hasta el próximo ciclo escolar, aunque la fecha podría retrasarse.

Una maestra rural, una madre soltera y una madre en home office nos cuentan cómo han combinado el trabajo, las labores del hogar con la educación de los niños y niñas. Su vida, es la de muchos docentes que hoy celebran el Día del Maestro,

“No puedo estar al pendiente si están prestando atención a las clases en línea, porque debo trabajar para mantenerlos»

clases en línea dia del maestro
Unsplash

Susana es madre soltera y trabajadora del hogar. Sus hijos, de 13, 11 y 3 años, deben quedarse en su casa, mientras ella sale a laborar porque vive al día.

Su televisión no toma el canal donde transmiten las clases de primaria, por lo que deben pedir a alguien más que les pase la tarea. Mientras que el mayor resuelve el problema cuando va a trabajar como ayudante en un ferretería, en donde puede tomar el Wi-Fi. 

Susana opina que las clases a distancia no son lo ideal para su familia, porque no puede estar con sus hijos durante la transmisión o ayudarlos con las tareas donde se les pide la participación de un adulto. 

“No puedo estar al pendiente si están prestando atención a las clases, porque debo trabajar para mantenerlos. Cada domingo reviso las libretas para ver qué hicieron, pero les dejan actividades en familia que no podemos hacer”, dijo a Business Insider México. 

Para ella, la implementación de las clases en línea fue “como tapar el sol con un dedo”, debido a que no funciona para familias como la suya. Además, cree que esta situación “afectará la educación de sus hijos a la larga.”

“Yo sí creo que se está haciendo mucho en todos los niveles”

Clases en línea
Cortesía.

Brenda es maestra de un kínder en una zona rural de Oaxaca, a 30 minutos de Puerto Escondido.

“Si vas en camión sobre la carretera, crees que no hay nada por ahí, porque la comunidad está hacia adentro”, comentó a Business Insider México.

En su situación todo es diferente, debido a los recursos con que cuenta la comunidad para tener clases a distancia. La falta de internet, señal telefónica e incluso papelerías son un problema que no interfieren con la vocación de Brenda. 

Desde el 20 de marzo, Brenda escribió a manos las carpetas de sus 15 alumnos con el “Plan de Urgencia”.

Además, ella da a sus alumnos los materiales como plastilina, papel, pinturas, hojas de colores y ejercicios. Si no alcanza el material, ella da recetas para poder hacer plastilina con masa o lodo. 

Brenda sostiene que el esfuerzo del gobierno es el necesario, “hubiera sido muy fácil dar por terminado el semestre y ya, pero se hace un esfuerzo”.

“También grabaré cuentos para que se sigan acercando a la lectura como lo hacíamos en el salón y no pierdan eso”, finalizó Brenda. 

“Los maestros merecen todo nuestro respeto y admiración por lo que hacen”

Día del maestro
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Sonia es periodista y vive en Ciudad de México. Su hija de 10 años debe tomar clases en línea desde la aplicación Zoom, donde la maestra enseña la materia del día en un pizarrón, mientras el grupo de 15 niños toma apuntes desde su casa. 

“El primer día fue complicado, porque muchos padres no saben utilizar la aplicación, no podíamos conectarnos, apagar el micrófono o encender la cámara”, dijo a Business Insider México

Como parte de la dinámica, Sonia debe grabar a su hija para enviar testigos a la maestra de la tarea. Sin embargo, lo hace hasta el final del día, debido a que por las mañanas y tardes, ella se encuentra trabajando también desde casa. 

“A la semana tenemos dos clases en línea y desde la página web de la escuela debe resolver las actividades prácticas”.

Sonia se encierra en la habitación más silenciosa de su hogar, para poder realizar entrevistas; a veces su hija también acude a ese lugar para poder hacer sus actividades sin el ruido que hacen los vecinos.  

Ambas agradecen que cada una pueda organizarse, especialmente Sonia. “Ana es muy autónoma, sabe que debe hacer sus responsabilidades” y solo la apoya para los videos y a organizar sus carpetas de entrega.

Para ella las clases en línea son complicadas para una madre que debe trabajar.

“Supongo que mamás con hijos más pequeños, desde estar viendo la clase virtual y supervisar todo lo que hacen, es muy complejo. Para las que combinamos el trabajo y la escuela, es muy complejo ponerle atención a todo”.

Además, Sonia reconoce la labor que realizan los maestros por el esfuerzo que hacen con las clases en línea y el control de las actividades.

“Los papás hoy estamos valorando lo que hacen los maestros y maestras, sobre todo su interacción con los niños”. 

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