- Advertencia: El siguiente artículo contiene spoilers de la tercera temporada de Bridgerton y del libro When He Was Wicked.
- Francesca Bridgerton se casa con John Stirling, el conde de Kilmartin, en la tercera temporada de la serie de Netflix.
- El show toma una decisión creativa importante al final de la temporada que afectará profundamente su historia.
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La tercera temporada de Bridgerton concluyó la historia de amor de Penélope y Colin, pero su final preparó un futuro revelador para Francesca Bridgerton, el cual será muy diferente a lo que ocurre con los libros.
Para aquellos que han rezado para que uno de los hermanos Bridgerton tenga una historia queer, la tercera temporada lo cumplió. Benedict Bridgerton experimentó su primer beso con un hombre a través de un trío con su amante, Lady Tilley Arnold.
Sin embargo, lo más impactante es que la serie presentó un romance extraño para Francesca. Este promete una desviación de su novela, When He Was Wicked.
Al final de la tercera temporada, Francesca finalmente se casa con John Stirling, el conde de Kilmartin. En un baile organizado por las hermanas de Penelope Featherington, ella finalmente conoce a otro miembro de la familia de John: su prima, Michaela Stirling, interpretada por Masali Baduza.
Los lectores del libro notarán esto como un cambio significativo. En las novelas de Quinn, Michaela es en realidad Michael, el primo de John y amigo cercano de Francesca después de su matrimonio.
También es el eventual interés amoroso de Francesca, ya que John muere repentinamente dos años después de su matrimonio con la Bridgerton.
Bridgerton realmente no se anda con rodeos en el final. Francesca se siente inmediatamente atraída por Michaela, tropezando con sus palabras cuando se conocen e incluso olvidando brevemente su propio nombre.
Si no has leído los libros, la implicación es clara: Francesca se enamorará de esta mujer.
La serie de Netflix ha realizado algunos cambios significativos en las novelas de Quinn en el pasado. En particular, abrazó la negritud de la reina Charlotte, mientras que la historia se desarrolla en una versión del Londres de la era de la Regencia donde las personas de color pueden ostentar títulos.
Sin embargo, tres temporadas después, todavía no ha cambiado significativamente ninguna de las historias de amor de los hermanos. Esto hace que un cambio de de este nivel sea sin precedentes.
La showrunner Jess Brownell dijo a Glamour que la historia de Francesca y el sentimiento de alteridad resonaron en ella como mujer queer y se prestaron a este tipo de cambio.
“Sentí que había un terreno fértil temáticamente en su libro para inclinarse a contar una historia queer”, explicó.
Bridgerton se compromete con un romance queer
Bridgerton ha incursionado anteriormente en relaciones queer, pero sólo entre hombres. En la primera temporada, Benedict se hace amigo de un artista llamado Henry Granville, que mantiene una relación secreta con otro hombre.
Granville está casado y le dice a Benedict que él y su esposa tienen un entendimiento que le permite continuar la relación, aunque solo a puerta cerrada.
Por otro lado, en Queen Charlotte, los lacayos del rey y la reina, Reynolds y Brimsley, también mantienen una relación secreta que parece disolverse cuando llegan a la edad adulta.
“Debido al mundo en el que habitaban, ser gay todavía era un delito por el que los podían ahorcar. Simplemente no era posible”, dijo a Vulture Hugh Sachs, quien interpreta al mayor Brimsley.
Las reglas entre hombres y mujeres diferían en ese momento. La sodomía era un delito capital en Inglaterra hasta 1861, de acuerdo con la Enciclopedia Británica; mientras que los actos sexuales lésbicos no estaban sujetos a ninguna legislación.
Obviamente, Bridgerton está lejos de ser un texto histórico, pero parece poco probable que una relación romántica abierta entre dos mujeres funcione, incluso en la historia alternativa de la serie.
El show no podrá escribir un romance entre Francesca y Michaela sin involucrarse activamente con lo que significa tener una relación con otra mujer en la alta sociedad del Londres Regency.
Sin embargo, eso no impide su felicidad, según Brownell.
“También hay algunos elementos de su historia que nos permiten asegurarnos de contar un final bastante feliz para Francesca y Michaela”, explicó Brownell a Glamour.
“Para mí era importante contar una historia principal queer para poder darles un final feliz, como lo hemos hecho con todas las demás parejas”, añadió.
Cambiar a Michael por Michaela tiene otras implicaciones importantes en la trama
En When He Was Wicked, Michael se ve obligado a asumir a regañadientes el título de conde que tenía John después de que Francesca aborta, evitando que pase a uno de sus hijos.
Para empeorar las cosas, también ha estado enamorado de Francesca desde que se conocieron y hace todo lo posible por ocultarlo, incluyendo apostando por tener una reputación libertina. Después de la muerte de John, huye a la India durante cuatro años, dejando a Francesca a cargo de la finca de Kilmartin.
Bridgerton se ha esforzado mucho en recordarnos que las mujeres no pueden heredar títulos, especialmente en la tercera temporada. Las consultas de la Corona dejan a los Featherington luchando por tener un heredero varón (felicidades a Penélope por ganar esa carrera).
Por su parte, la familia Mondrich hereda la propiedad de Kent después de que su hijo pequeño resulta milagrosamente ser el pariente masculino más cercano de Lady Kent.
Michaela no podrá heredar el condado de John, ni aislarse en la India durante años seguidos. Y como una mujer soltera, probablemente se verá presionada a casarse o vivir una vida como solterona.
Eso no significa que Bridgerton no pueda hacer ajustes para despejar un camino reflexivo para Francesca y Michaela. En los libros, Francesca decide buscar un segundo matrimonio después de la muerte de John, no por la necesidad de compañía, sino por su deseo de tener hijos.
De hecho, está bastante segura en su posición como viuda y tiene la rara libertad de vivir independientemente como mujer. Si no abortara y diera a luz al hijo de John en la serie, conservaría esa libertad sin dudar de qué hombre asumiría el título.
Brownell dijo a Glamour que a pesar del cambio de Michael a Michaela, todavía planea “honrar” el libro en televisión.
“Obviamente, habrá que hacer algunos cambios en la trama, pero hay maneras de honrar gran parte del libro”, aseguró.
En este punto, no podemos estar seguros de cómo Bridgerton manejará el cambio de género de Michaela y su eventual romance.
No obstante, para este gentil escritor, es alentador ver a Bridgerton dar un gran giro como este y establecer una arrolladora historia de amor queer para uno de sus personajes principales.
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