- Según datos del Latinobarómetro, en 2021, menos de la mitad de la población latinoamericana confiaba en la policía.
- La innovación tecnológica es uno de los principales recursos para cumplir con operaciones justas, reales y sobre todo transparentes, dice Alejandro Miramontes, director de marca y reputación para Axon.
- El empleo de cámaras corporales ayuda, no solo a proteger la verdad y fortalecer la transparencia, también aumenta la confianza de la ciudadanía.
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Cada vez son más los enfrentamientos entre civiles y policía que se hacen públicos en redes sociales como consecuencia de la erosión de confianza en la policía que prevalece y se incrementa en América Latina. Según datos de la última encuesta del Latinobarómetro, publicados en 2021, en la mayoría de los países de la región, menos de la mitad de la población confía en la policía nacional.
En definitiva, este no es un tema menor. En México, entre 2015 a 2020, se iniciaron al menos 33,750 carpetas de investigación por delitos relacionados con brutalidad policial en todo el país. Aunque nadie rechaza que las fuerzas policiales son fundamentales para prevenir la delincuencia, restaurar la credibilidad de la sociedad en las fuerzas de seguridad pública de América Latina es sumamente crítico para tener policías más eficientes y ciudades más seguras. En todo caso, ¿no es ese el propósito de las fuerzas públicas?
Es posible revertir esta crisis de confianza que afecta tanto a la policía, como a la sociedad y gobierno, por medio de dispositivos y mecanismos tecnológicos. Mientras que algunos departamentos de policía en el mundo trabajan para eliminar el escepticismo en torno a soluciones como el reconocimiento facial, otros ya están adoptando nuevas herramientas, midiendo el sentimiento público y observando resultados que van más allá de un cambio de percepción.
Tecnología para la transparencia y rendición de cuentas
Cuando se trata de seguridad pública, la tecnología no está pensada para sustituir a las fuerzas policiales, ni mucho menos para alentar la brutalidad policial, sino todo lo contrario. La innovación tecnológica es uno de los principales recursos para cumplir con operaciones justas, reales y sobre todo transparentes; es un recurso que juega en favor de civiles y agentes de policía que se encuentran frente a una situación crítica.
Tomemos, por ejemplo, el caso de Las Vegas, Nevada, donde hubo una reducción del 37% en el número de denuncias por uso excesivo de la fuerza contra agentes policiacos, luego de integrar cámaras corporales en los operativos durante un año, impulsando así el comportamiento justo de la autoridad. ¿O por qué no hablar de la experiencia en Londres, Inglaterra? Ahí las cámaras corporales ayudaron a reducir en un 93% el número de denuncias contra las fuerzas de seguridad.
Los resultados sustentan el argumento del importante rol que juega la tecnología frente a la búsqueda de justicia y transparencia en la policía. Pero también sirven para disuadir un comportamiento ofensivo, ilegal o violento hacia los agentes que tratan de cumplir con la difícil labor de mantener el orden público.
El mismo estudio en Londres arrojó que 6 de cada 10 personas cambiaban su comportamiento al ser grabados por las cámaras, reduciendo la probabilidad de violencia física y verbal contra los policías, al igual que la necesidad del uso de la fuerza por parte de la policía.
El empleo de cámaras corporales ayuda, no solo a proteger la verdad y fortalecer la transparencia, también aumenta la confianza de la ciudadanía hacia la policía y organismos de seguridad pública. Con las imágenes, videos y archivos de audio recopilados, la tecnología tiene también un papel clave para catalogar y brindar fácil acceso a la evidencia digital, que agiliza los procesos de investigación y disminuye la omisión de evidencia crítica.
De la misma manera en que los chalecos antibalas son un elemento indispensable para proteger la integridad física de los policías, dispositivos tecnológicos tales como las cámaras corporales o los dispositivos electrónicos de control –TASER– , vinculados a plataformas de recolección de evidencia en tiempo real, son esenciales para proteger la reputación e imagen tanto de los ciudadanos, como de la policía y de los gobiernos.
Al final del día, esto se traduce a mediano plazo en menos procesamientos basados en afirmaciones de inocencia sin fundamento, ayuda a garantizar los derechos humanos, que debe ser, sin duda, el principal objetivo de la autoridad.
* Alejandro Miramontes es director de marca y reputación para Axon.
