• Warren Buffett es demasiado negativo sobre las perspectivas de viajar en avión después del brote de coronavirus, dijo el CEO de Raytheon Technologies, Gregory Hayes, en una conferencia.
  • "A diferencia del Sr. Buffett, realmente creo que la industria de las aerolíneas volverá", dijo Hayes.
  • Los comentarios de Hayes hacen eco de los del CEO de Southwest Airlines, Gary Kelly, quien dijo la semana pasada que Buffett era demasiado "pesimista" sobre la caída en los viajes y turismo.
  • Por el contrario, el CEO de Boeing, David Calhoun, advirtió que una gran aerolínea estadounidense "probablemente" fracasará este año ya que el número de pasajeros no se recuperará rápidamente.

El «error más clamoroso» del multimillonario inversor Warren Buffett fue comprar Dexter Shoe en 1993 a cambio de acciones de Berkshire Hathaway. La empresa de zapatos de sede en Maine perdió su valor poco después de la adquisición, mientras que la participación del holding que Buffett usó como moneda de cambio valdría unos 8,700 millones de dólares actuales.

Buffett, conocido como «Oráculo de Omaha», adquirió Dexter por 25,203 acciones de clase A, que en aquel momento valían alrededor de 433 millones de dólares. 

«Dexter no necesita ningún arreglo, se lo aseguro. Es una de las compañías mejor administradas que Charlie y yo hemos visto en nuestra vida comercial», comentó Buffett en su carta de 1993 a accionistas. La empresa era, a sus ojos, una «joya de los negocios», y su compra, una «decisión acertada», especialmente intercambiando acciones.

Aunque Warren Buffett estaba muy equivocado sobre el futuro de Dexter, supo reconocer la amenaza que pronto hundiría a la empresa: zapatos baratos importados de países con bajos salarios. Sin embargo, bromeó con que «alguien olvidó decirle» a los gerentes y trabajadores de Dexter que este riesgo existía, ya que su fábrica era «altamente competitiva contra todos los competidores».

El famoso inversor predijo alegremente que Dexter y H.H. Brown, el otro negocio de zapatos de Berkshire, acumularían más de 85 millones de dólares en ganancias antes de impuestos en 1994. «Mientras conduzco hacia el trabajo voy cantando There’s No Business Like Shoe Business —«no hay negocio como el negocio del zapato», en referencia a la canción de los años 40 ‘There’s no Business Like Show Business‘—», comentó Buffett a sus inversores.

Las primeras previsiones fueron correctas. Sin embargo, Warren Buffett cambió de opinión después de que las ganancias de Berkshire por el calzado se redujesen gradualmente en los siguientes años, cayendo a 17 millones de dólares en 1999.

«Se ha vuelto muy difícil para los productores nacionales competir eficazmente», señaló el CEO de Berkshire a sus accionistas. «En 1999, aproximadamente 93% de los 1,300 millones de pares de zapatos comprados en este país procedían del extranjero, donde la mano de obra extremadamente barata es la norma».

Buffett respondió abasteciéndose de más zapatos a nivel internacional, pero no pudo detener la hemorragia.

«Claramente cometí un error al pagar tanto dinero por Dexter», admitió Buffett en su carta del 2000. «Agravé ese error enormemente al usar las acciones de Berkshire en el pago».

En 2001, el negocio de zapatos de Berkshire terminó con 46 millones de dólares en números rojos e «inundado de pérdidas en Dexter», según le propio inversor.

Al quedarse sin opciones, confió en los jefes de H.H. Brown para revivir al problemático zapatero. Cuando las ganancias del zapatero rebotaron a 24 millones de dólares en 2002, proclamó que «la operación de Dexter ha dado un giro».

Sin embargo, la recuperación pronto se agotó, lo que llevó a Buffett a lamentar su error de nuevo en su carta de 2007. «Regalé 1.6% de un maravilloso negocio —ahora valorado en 220,000 millones de dólares— para comprar uno sin valor», reconoció. «Hasta la fecha, Dexter es el peor negocio que he hecho».

Reflexionando sobre sus mayores errores en su carta de 2014, Buffett señaló de nuevo a la fracasada empresa de zapatos.

«El más clamoroso fue Dexter Shoe», recordó. «Cuando compramos la compañía en 1993, tenía un historial estupendo y de ninguna manera parecía un bluf. Como desastre financiero, este merece un lugar en el Libro Guinness de los Récords», añadió.

Buffett subrayó las consecuencias más amplias del colapso de Dexter en su carta de 2015.

«Dexter dejó a 1,600 empleados de un pequeño pueblo de Maine sin trabajo», lamentó. «Muchos ya habían pasado el punto en sus vidas en el que ya no podían aprender otro oficio. Perdimos una oportunidad, pero solo se trataba de dinero (y eso siempre se puede superar), pero mucha gente perdió su forma de vida».

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