• Al inicio se pensaba que la crisis por Covid-19, sería terreno fértil para regímenes autoritarios como en Rusia y Turquía.
  • Vladimir Putin ha bajado en su popularidad debido a su respuesta frente al Covid-19.
  • Además, la crisis llegó en medio de la aprobación de la extensión de su mandato.

Una mala gestión de la crisis por Covid-19 puede socavar el poder de regímenes mandatarios, tal y como está ocurriendo con Vladimir Putin, de Rusia, o Recep Tayyip Erdogan en Turquía.

Al inicio «muchos pensaban que esta crisis iba a ser una bendición, a crear un terreno fértil para autócratas, para acumular más poder», pero no ha sido el caso, señala Andrea Kendall Taylor, directora del programa de seguridad trasatlántica de Center for a New American Security (CNAS). 

«La pandemia funciona como una radiografía y revela fragilidades internas, conocidas y desconocidas. En sistemas políticos, económicos o con relaciones extrajeras», dijo Marc Pierini, investigador invitado en el Carnegie Europe

La popularidad de Vladimir Putin está a la baja por tras su respuesta a la pandemia

En Rusia, la pandemia llegó cuando el presidente preveía celebrar un referéndum, que fue aplazado. Actualmente le país tiene más de con más de 252,000 casos de coronavirus.

La consulta ciudadana daría derecho a Putin a ejercer dos mandatos más al terminar el actual en 2024. «El régimen intentaba orquestar una transición para que Putin pueda permanecer en el poder. Esta transición es el momento más vulnerable para cualquier régimen autoritario», señala Andrea Kendall Taylor.

Según el Centro de análisis Levada, una organización civil rusa, la popularidad de Putin ha caído a 59% frente a 68% en enero.

«En países como Rusia, no veo cómo la pandemia podría suponer un beneficio para el régimen«, añade Taylor.

Erdogan con mejoras en el sistema de salud pero con desafíos económicos

Reuters

La pandemia será también un momento crítico para Erdogan, que tiene frente a él desafíos políticos, como la elección de nuevos alcaldes de oposición, y económicos, con la caída de la moneda.

Un punto positivo de la era Erdogan ha sido la mejora de las capacidades del sistema de salud turco y los responsables aseguran que la epidemia está bajo control y que los hospitales resisten bien.

El gobierno también utilizó la diplomacia de la «ayuda» enviando material médico a otros países.

Pero para Marc Pierini, esto «no esconde otras realidades más problemáticas».

Amnistía Internacional lanzó una alerta en un informe según el cual los gobiernos de Europa oriental responden a la pandemia con «medidas represivas y abusivas».

La organización defensora de los derechos humanos señala que las autoridades de esas regiones «han utilizado los poderes que les otorga el estado de emergencia para acosar a los periodistas y cualquier persona que trata de compartir información».

Con información de AFP

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