- Tener roomies es actualmente una de las formas de vivienda más populares, sobre todo entre la generación de los millennials.
- Rentar un departamento en localidades como la Ciudad de México puede resultar muy caro; sin embargo, al hacerlo con un roomie los gastos pueden ser menores.
- La nueva tendencia de vivir con roomies ha dado paso a nuevas formas de organización en el hogar, tanto de gastos como de espacios.
En los últimos años, una de las opciones de vivienda más populares entre los jóvenes ha sido la de compartir vivienda con roomies o personas que no forman parte de la familia directa.
De acuerdo con estimaciones del Inegi, en 2015 el 93% de los hogares no familiares eran unipersonales; es decir, estaban integrados por una sola persona, mientras que 7.0% eran corresidentes o comúnmente conocidos como roomies.
Y aunque no parece ser una mayoría, la directora de Operaciones de Softec, Claudia Velázquez, le dijo a El Economista que el porcentaje de familias de corresidentes y también de personas solas o unipersonales, se ha incrementado, pues ha pasado de porcentajes muy bajos como el 2% a llegar al 7% en poco años.
Y es que además de permitir reducir costos como el pago de la renta y servicios, el modelo de corresidencia se adapta al estilo de vida de generaciones jóvenes como los millennials y al de personas que no cuentan con la solvencia económica para soportar los gastos de un hogar por sí mismos.
Es así que en una situación de crisis como la que se vive actualmente, los departamentos en renta con roomies se han vuelto una opción accesible para aquellos que han perdido parte de sus ingresos fijos y se han visto en la necesidad de recortar gastos.
Según estimaciones de Vivanuncios, portal inmobiliario de Ebay, actualmente se puede compartir una vivienda en renta con un costo promedio entre 30% y 60% sobre el costo total de la mensualidad, dependiendo del número de habitaciones.
Un porcentaje atractivo si se toma en cuenta que el precio promedio de renta en estados como la Ciudad de México es de 22,285 pesos, de acuerdo con datos de la plataforma inmobiliaria.
Reglas para vivir con roomies exitosamente
La nueva tendencia de vivir con roomies ha dado paso a nuevas formas de organización en el hogar, tanto de gastos como de espacios. Y aunque para muchos resulta sencillo, vivir con roomies es una actividad que requiere de reglas y acuerdos perfectamente delimitados para ahorrar recursos y dinero ante la adversa situación provocada por el confinamiento.
Estos son seis consejos para compartir vivienda con roomies y que sea una experiencia exitosa.
1. Define el presupuesto
Antes de comenzar a buscar una propiedad en renta para compartir vivienda es importante analizar la situación actual para saber cuál es el presupuesto de vivienda, ya que de esto dependen muchos factores como:
- El número de roomies.
- Ubicación de la vivienda.
- Tamaño de la vivienda.
- Condiciones del inmueble.
Para conseguir una convivencia armoniosa, también es útil que se defina el estilo de vida que se puede llevar de acuerdo a los gastos e ingresos del inquilino. Con base en eso la recomendación es buscar a alguien con un estilo de vida similar.
2. Busca vivir con roomies responsables
Los compañeros de cuarto irresponsables son uno de los peores miedos que la gente tiene al compartir vivienda, ya que si se tiene un compañero que no respeta las reglas del inmueble, no cubre su porcentaje del pago de la renta, de los servicios o incluso sus gastos personales, los demás inquilinos terminarán perdiendo dinero en vez de ahorrarlo.
Para prevenir esta situación, antes de mudarse a un departamento en renta con roomies, los inquilinos pueden pedir cartas de recomendación de compañeros de cuarto y caseros anteriores, solicitar un depósito de seguridad e incluso pedir un comprobante de ingresos.
Otra manera de protegerse al compartir vivienda es contar con un contrato de arrendamiento donde se establezcan las responsabilidades económicas de todos los habitantes del departamento o casa y la fecha de pago, así como las condiciones bajo las cuales pueden retirarse de la propiedad y deshacer el contrato.
3. Establece los gastos compartidos
Al vivir con roomies, los inquilinos podrán notar que algunos gastos se pagan en conjunto, como la renta y servicios como internet, luz o teléfono, mientras que otros se cubren de manera individual, como los alimentos.
Antes de compartir vivienda es importante establecer cuáles son los gastos que se dividirán y cuáles serán los gastos individuales, a fin de evitar confusiones y generar egresos adicionales que perjudiquen tu presupuesto.
4. Elege a los responsables de los pagos
Cubrir los pagos de la casa o departamento en tiempo y forma es muy importante si se busca ahorrar dinero mientras comparten vivienda, ya que caer en el incumplimiento de pagos puede generar cuotas, gastos adicionales e inclusive un desalojo.
Para evitar estas situaciones se puede elegir a la o las personas más responsables y confiables como los encargados de cubrir los diferentes pagos de la vivienda.
Como medida de seguridad se puede dividir la responsabilidad de los diferentes pagos entre diferentes personas, o crear un sistema para recordar al responsable del pago de la fecha de corte.
5. Prevé gastos extraordinarios
Como se mencionó, los pagos que no se cubren en tiempo y forma pueden generar cargos adicionales que pueden continuar creciendo hasta volverse sumas de dinero difíciles de pagar.
Para prevenir estas situaciones, es mejor que en el departamento en renta con roomies exista un fondo de emergencia para gastos extraordinarios en el que todos aporten un poco de dinero.
Este fondo de emergencia puede ser útil para cubrir gastos como:
- Cargos adicionales en los servicios básicos.
- Cuotas por incumplimiento de distintos pagos.
- Mantenimiento y reparaciones para la vivienda.
6. Colabora con tus roomies
Dividir las tareas del hogar y colaborar con los roomies es una manera muy fácil de ahorrar dinero mientras comparten vivienda. Si a uno le gusta cocinar o tiene una subscripción a un servicio de streaming, pueden aprovechar esto para ahorrar gastos en comida o servicios de televisión.
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