• Cuando llega a la orilla, el sargazo se vuelve negro y emite un hedor similar a aguas residuales.
  • Tan solo en Quintana Roo, los marinos han retirado desde marzo más de 37,000 toneladas de sargazo.
  • Mientras tanto, empresarios de la región buscan formas de monetizar ese desecho y experimentan con productos a base de algas marinas.

Sale el sol en Cancún y Tulum, el contralmirante Alejandro López Zenteno prepara a sus marineros para otro jornada de arrastre de sargazo.

Zenteno dirige la operación de la Armada de México, que se coordina con los gobiernos estatal y local para proteger el flujo de visitantes —valuado en más de 15,000 millones de dólares (mdd) anuales— antes de la pandemia, según la secretaría de turismo de Quintana Roo.

Cuando llega a la orilla, el sargazo se vuelve negro y emite un hedor similar a aguas residuales.

Atrae insectos y convierte las famosas aguas turquesas para practicar «snorkel» en un color marrón desagradable. Y sigue llegando.

37,000 toneladas desde marzo de este año

Sargazo
Reuters

Desde 2011, la cantidad de algas marinas se ha disparado por razones que se relacionadas con el cambio climático, pero que aún no comprenden completamente.

Tan solo en Quintana Roo, los marinos han retirado desde marzo más de 37,000 toneladas de sargazo, un peso superior al de tres Torres Eiffel.

«No esperamos que esto vaya a terminar pronto», dijo Zenteno, a bordo de un barco de limpieza de algas conocido como «sargacero».

Una solución en el mercado

Mientras tanto, empresarios de la región buscan formas de monetizar ese desecho y experimentan con productos a base de algas marinas.

«El sargazo es visto como una molestia», dijo Srinivasa Popuri, científico ambiental de la Universidad de las Indias Occidentales en Barbados.

El experto considera a El Caribe «bendecido» con un recurso que crece naturalmente y no requiere tierra u otros insumos para prosperar.

Popuri está trabajando en la extracción de sustancias de las algas que podrían tener aplicaciones para las industrias farmacéutica, médica y alimentaria.

Aún está por verse si sus esfuerzos resultan viables. Comercializar la planta puede ser un desafío dado el costo de recolectarlas. Aún así, la creatividad está floreciendo junto con las algas.

Soluciones de sargazo que valen 610 mdd

Uno de los usos potenciales más importantes radica en la demanda de los llamados alginatos, un biomaterial extraído de algas marrones, que es un ingrediente común en espesantes de alimentos, cuidado de heridas y agentes impermeabilizantes por sus propiedades gelatinosas.

Sargazo
Casa Angelita con bloques de ladrillo hechos de sargazo | Reuters

El mercado global tenía un valor de casi 610 mdd en 2020, una cifra que se espera crezca a 755 mdd para 2027, según la consultora Global Market Insights.

Omar Vázquez, mientras tanto, está construyendo casas.

Propietario de un vivero en la localidad costera Puerto Morelos, cerca de Cancún, Vázquez utiliza desde varios años el sargazo como fertilizante.

La idea de convertirlo en un material de construcción

Explicó que los «ladrillos» de sargazo resultantes, horneados al sol, le permiten construir una casa un 60% más barata que si usara los tradicionales bloques de cemento.

Apodado ahora «Señor Sargazo» por sus vecinos, Vázquez dijo que ha edificado y donado 10 casas de este tipo a familias locales necesitadas.

Espera convertir su material «Sargablock» ahora patentado en una franquicia con fines de lucro.

«Todo mundo se quejaba que el sargazo huele feo, el sargazo es un problema y lo que hice fue buscarle una solución», afirmó Vázquez, de 45 años, al mostrar a Reuters «Casa Angelita», el primer inmueble que construyó con algas y bautizado así por su madre.

Bloques hechos de sargazo | Reuters

El hotel Ritz-Carlton de Cancún encontró un uso más apetitoso para el sargazo. Durante un tiempo sirvió un cóctel elaborado con tequila, vinagre, azúcar, romero y un almíbar derivado de algas esterilizadas.

Algunas empresas están nerviosas por depender de un recurso con suministro variable: no hay forma de saber cuánto se podría producir en un año.

A otros les preocupa que las cosechas a gran escala para iniciativas comerciales puedan llevar a que las tortugas marinas y otras criaturas en peligro de extinción sean capturadas indiscriminadamente.

Todavía hay otros esfuerzos que están a la espera de pruebas científicas de seguridad

En Jamaica, el empresario Daveian Morrison construye una planta procesadora para ampliar sus experimentos, incluida la conversión de algas marinas en carbón vegetal para que la gente lo queme en lugar de leña.

Morrison relató que su receta de alimento para animales a base de la planta rica en proteínas resultó ser un éxito en una granja local de cabras, pero necesita más pruebas para garantizar que las algas no contengan niveles peligrosos de arsénico u otras sustancias nocivas.

Sargazo
Reuters

En Barbados, un equipo de investigación de la Universidad de las Indias Occidentales está destilando sargazo junto con los desechos de una destilería de ron para producir metano, que se puede convertir en gas natural.

«Existe esta hermosa coincidencia de que el océano está produciendo toda esta biomasa», señaló Legena Henry, profesora de energía renovable en la universidad.

Pronto convertirá su propio automóvil para que funcione con el combustible, con la esperanza de un lanzamiento más amplio el próximo junio, añadió.

La explosión de las algas

El sargazo se localiza en el Mar de los Sargazos en el Atlántico norte durante cientos de años. No está claro cómo viajó hacia el sur al Atlántico tropical.

Algunos científicos teorizan que la intensa temporada de huracanes de 2010 puede haber llevado un poco al Atlántico centro-occidental, plantando la semilla para un nuevo cinturón de sargazo.

Sargazo
Reuters

Esa explosión de algas «podría reflejar que el sistema está pasando por un punto de inflexión», dijo el biólogo Joseph Montoya de la Georgia Tech University.

«No lo sabemos», agregó.

Tampoco está claro por qué las floraciones de sargazo de El Caribe han crecido hasta alcanzar masas tan inmensas

Los científicos dicen que el cambio climático, la contaminación del agua, la deforestación del Amazonas y el polvo que sopla desde el desierto del Sahara son factores probables.

Una nueva investigación publicada en mayo en la revista Nature Communications apunta a otro sospechoso: los ríos más grandes, incluido en particular el Amazonas, están bombeando más aguas residuales humanas y escurrimientos agrícolas al océano, donde los nutrientes probablemente fertilizan el sargazo.

La Universidad del Sur de Florida rastrea el sargazo desde 2011 y registró un aumento significativo en 2015.

En mayo se detectó por satélite un récord de 18 millones de toneladas métricas en el Atlántico tropical y El Caribe.

Esto es casi 6% más que mayo 2018, y más del 800% con respecto a los niveles vistos hace una década, según Chuanmin Hu, oceanógrafo de ese centro universitario.

La costa de México es especialmente vulnerable debido a una corriente oceánica en el Mar Caribe que arrastra el sargazo hacia las playas del país.

Un mapa del 21 de julio de la Red de Monitoreo del Sargazo de Quintana Roo, una organización no gubernamental, mostró que 28 de las 80 playas del estado tenía una cantidad «excesiva», el grado más severo.

Con información de Reuters

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