- La Universidad de Cambridge desarrolló un chef robot capaz de masticar, saborear y alterar los condimentos de los platillos que cocina.
- Esta máquina inteligente ha sido entrenada para probar la comida en diferentes etapas del proceso de masticación y verificar si está lo suficientemente salada.
- Un robot inteligente sepa qué platillos saben y bien cuáles no, permitirá avanzar en la elaboración automatizada de alimentos.
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Los robots están ocupando diversos campos de trabajo que antes eran pensados exclusivamente para humanos, incluso llegando hasta la cocina. Ahora, la Universidad de Cambridge desarrolló un chef robot que cocina de una manera más humana.
El chef robot de Cambridge es capaz de saborear la comida, imita el proceso humano de masticación y cocina platillos sabrosos que pueden condimentarse según el gusto individual.
De acuerdo con los investigadores —cuya investigación fue publicada en la revista Frontiers in Robotics and AI—, partieron de la base de que, al masticar la comida, los humanos percibimos cambios en la textura y el sabor de los alimentos. Por ejemplo, morder un tomate fresco libera jugos y, al masticarlo, se producen saliva y enzimas digestivas que alteran la percepción su sabor.
“Cuando probamos una comida, el proceso de masticar también proporciona retroalimentación continua a nuestro cerebro”, explica el doctor Arsen Abdulali, coautor del estudio. “Los métodos actuales de prueba electrónica solo toman una instantánea de una muestra homogeneizada, por lo que queríamos replicar un proceso más realista de masticar y probar en un sistema robótico».
Que un robot inteligente aprenda qué platillos saben bien y cuáles no, permitirá avanzar en la elaboración automatizada de alimentos. El chef robot probó nueve variaciones de huevos revueltos y tomates en tres etapas del proceso de masticación.
Después, fue capaz de elaborar mapas de sabor de los diferentes platillos, según los niveles de salinidad de diferentes «bocados».
Anteriormente, el robot colaboró con la empresa de electrodomésticos Beko en un concepto para producir la mejor comida posible en función de la retroalimentación humana. Su algoritmo permitió preparar un muy buen omelette.
Un producto final más sabroso
La principal novedad es dotar al brazo robótico de una sonda de conductancia como sensor de salinidad. Su labor fue probar las nueve variaciones diferentes de huevos revueltos y tomates, con diferentes cantidades de tomates y sal en cada plato.
Los científicos esperan agregar aún más funcionalidad a su chef robot, y trabajarán en futuras nuevas habilidades de detección que le permitan probar alimentos dulces y aceitosos, logrando el mejor equilibrio de sabores.
“Queremos que los robots entiendan el concepto de sabor, lo que los hará mejores cocineros», dice Abdulali, ambicioso. La industria alimentaria ya se está beneficiando de robots capaces de preparar 300 pizzas por hora o chefs que dirigen estaciones de fritura.
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