- Venecia comenzará a cobrar una tarifa de entrada el próximo verano, informó el periódico italiano La Stampa.
- Otras medidas para frenar el turismo incluirán reservas anticipadas y torniquetes en la ciudad.
- La ciudad lidia con el "sobreturismo" y la crisis climática en los últimos años.
A partir del próximo año, los visitantes de Venecia deberán prepararse para pagar la entrada e incluso hacer reservas con anticipación.
Como informó el periódico italiano La Stampa, la histórica ciudad italiana quiere promulgar medidas para aliviar la afluencia de turistas mientras lidia con lo que The Times llamó «sobreturismo».
Bloomberg informa que la ciudad aplicará cuotas a partir del verano de 2022. Según los informes, costará entre tres y 10 euros obtener acceso a la ciudad (la tarifa será dependiente de la temporada, según CNBC).
Los visitantes tendrán que pasar por torniquetes para ingresar, según varios reportes.
Las tarifas no se aplicarán a quienes ya vivan en Venecia, a sus familiares o a los niños más pequeños.
También puede eludir la tarifa si se hospeda en un hotel de la ciudad. Sin embargo, si el modelo de pago para ingresar se extiende más, podría indicar una economía de dos vías en la que solo algunos pueden permitirse participar.
Y no se trata solo de dinero. Las medidas son un precedente para el futuro del turismo
Nueva York y San Francisco requieren un comprobante de vacunación para muchas actividades en interiores, como comer y usar el gimnasio. Los Ángeles lo requerirá para reuniones de más de 1,000 personas.
Estas políticas muestran cómo la pandemia y la crisis climática han obligado a las economías locales a encontrar soluciones a problemas que podrían amenazar su futuro.
Venecia, por ejemplo, ha luchado durante mucho tiempo por equilibrar su popularidad como destino turístico con la calidad de vida de los lugareños.
Actualmente, tanto los residentes de Venecia como los turistas son seguidos mientras navegan por la ciudad.
Venecia contrató personas armadas para controlar multitudes
En enero, CNN informó sobre la «Sala de Control de Venecia», donde los funcionarios rastrean cuántas personas hay en la ciudad y obstruyen sus atracciones turísticas.
Usan datos de teléfonos celulares para ver de dónde son los turistas; el sábado sobre el que informó CNN, 24 de los 97 turistas en la Plaza de San Marcos no eran italianos.
Todo es parte de un esfuerzo por repensar y crear un turismo más sustentable en una ciudad que, según se informa, a menudo está llena y es dañada por algunos turistas.
El domingo, CNN informó que la ciudad ahora contrata guardias armados en los transbordadores para ayudar a controlar el hacinamiento del turismo.
Un representante legal del sindicato de los trabajadores de transbordadores dijo que sufrieron ataques a medida que los turistas regresaban y aumentaban las filas.
Desde hace tiempo peligra su clasificación como patrimonio mundial
La ciudad estaba bajo consideración para ser clasificada como uno de los sitios del patrimonio mundial de la UNESCO en peligro, informó Associated Press, pero evitó entrar en la lista después de prohibir los grandes cruceros y se le pidió que actualizara a la UNESCO en 2022 sobre las medidas para frenar el «turismo excesivo».
En junio, un gran crucero que navegaba por la ciudad causó preocupación y provocó protestas, y las celebridades firmaron una carta abierta pidiendo a las autoridades que detuvieran la entrada de esos barcos y que manejen mejor la gestión de turismo.
Venecia ya sufrió interrupciones en sus famosos canales, que se han inundado y caído 45 centímetros en un año; el alcalde atribuyó estas fluctuaciones a la crisis climática.
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