• Amy Morin es autora, psicoterapeuta y presentadora del podcast The Verywell Mind.
  • Si no te gusta volver a la oficina, Morin sugiere varios trucos para ayudarte a prepararte mentalmente.
  • Haz una lista de los aspectos positivos de la vuelta al trabajo y resuelve los problemas que echarás de menos al estar en casa.

Muchas personas disfrutaron trabajar desde casa durante la pandemia; ya sea que viste series desde el sillón mientras trabajabas o que fueras más productivo al evitar las conversaciones de pasillo. No eres el único que quiere evitar volver a la oficina, por lo que estos son algunos trucos para prepararte mentalmente.

Como terapeuta, escucho a muchas personas que temen el regreso a la oficina. Algunos dicen que van a extrañar el tiempo que pasaron con la familia, mientras que otros se sintieron cómodos pasando sus días de trabajo solos.

Pero si no tienes elección y se acerca la fecha de reapertura de tu oficina, aquí tienes algunas medidas que puedes tomar para reunir la fuerza mental que necesitas y reducir el temor a la vuelta al trabajo.

1. Crea una lista de los aspectos positivos de estar en la oficina

Tener a mano una lista de los aspectos positivos de la vuelta al trabajo puede equilibrar los pensamientos negativos que experimentas cuando tus emociones se disparan. La ansiedad, la tristeza y el miedo pueden llevar a pensamientos exageradamente negativos sobre lo horrible que va a ser la vuelta al trabajo.

Desde llevar ropa de vestir hasta tener que lidiar con el tráfico, probablemente se te ocurran muchas cosas que no te gustan de volver al trabajo. Por eso es importante recordar que también hay cosas buenas.

Quizá te guste comer con tus compañeros. O tal vez sepas que es bueno para tu salud mental salir de casa.

Intenta pensar en al menos 10 cosas buenas. Anótalas y ten la lista a mano. Cuando te encuentres temiendo la vuelta a la oficina, lee tu lista.

2. Identifica los cambios que pueden hacer que la vuelta a la oficina sea mejor

Es probable que descubras que las cosas cambiaron bastante desde la última vez que fuiste al trabajo. Puede que trabajes con personas diferentes. O tal vez el lugar de trabajo haya instituido algunas medidas de seguridad nuevas.

Así que es un buen momento para considerar que se trata de un nuevo comienzo, y para hacer cambios que harán que su vida laboral sea aún mejor.

Algunos cambios pueden ser personales. Puede que decidas que es un buen momento para empezar un nuevo programa de ejercicio, como ir al gimnasio antes de ir a la oficina.

También puedes identificar algunos cambios profesionales que quieres hacer, como establecer mejores límites con tu tiempo.

Considera la vuelta al trabajo como una nueva oportunidad, no como una vuelta al mismo trabajo de siempre. Piensa en lo que aprendiste trabajando desde casa y trata de mejorar la vida en la oficina.

3. Resuelve los problemas que extrañarás al estar en casa

Piensa en las comodidades que disfrutaste al trabajar desde casa. Hacer la colada durante el día, poder cocinar tu comida o tener la libertad de hacer recados pueden haber mejorado tu vida.

También piensa qué medidas puedes tomar para disfrutar de algunas de esas comodidades cuando vuelvas a trabajar. ¿Tiene sentido contratar un servicio de lavandería? ¿Deberías contratar a alguien para que le haga el súper? ¿Preparar la comida los domingos aumentaría las posibilidades de que comas un almuerzo saludable?

De este modo, comprueba si puedes encontrar maneras creativas de llevar adelante algunas de las comodidades que has disfrutado al trabajar desde casa.

4. Cambia el canal de tu cerebro cuando empieces a pensar negativamente

Cuando te encuentres recordando todas las cosas que no te gustaban de tu trabajo o estés prediciendo todas las cosas que podrían salir mal, cambia el canal de tu cerebro.

Levántate y haz algo, como organizar un armario o llamar a un amigo para hablar de algo agradable. Pero no te quedes sentado dándole vueltas a pensamientos desagradables contra los que no puedes hacer nada. Si lo haces, sólo te arrastrarás a ti mismo.

5. Establece un plan de transición

En un mundo ideal, el regreso al trabajo lento y programado es lo que mejor funciona. Eso puede significar empezar con sólo dos días de oficina a la semana y trabajar hasta cinco. Una transición lenta puede ayudarte a acostumbrarte a estar rodeado de gente (algo que la mayoría de nosotros no hemos hecho mucho) y puede ayudarte a volver a la nueva rutina.

Si tu jefe no está interesado en un plan de transición lenta, no te preocupes: puedes diseñar un plan de transición personal. Empieza a trabajar en tu horario habitual para que tu cerebro y tu cuerpo estén preparados.

Mantén tu mente y tus opciones abiertas

Puede que descubras que el regreso a la oficina no es tan malo como te imaginas. Puede que te cueste unas semanas volver a la rutina, pero al final puede ser lo mejor para ti. Sin embargo, si descubres que tu vida mejora cuando trabajas desde casa, podrías buscar otras oportunidades. Hoy en día abundan los trabajos a distancia y, aunque cambiar de trabajo pueda parecer desalentador, recuérdate que tienes opciones.

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