• Jen Glantz es empresaria y fundadora de  Bridesmaid for Hire.
  • Al principio como empresaria, Glantz comentó que, a menudo, se encontraba trabajando de 12 a 14 horas al día.
  • Ahora usa trucos de programación para ser más eficiente y ajustar su carga de trabajo a solo cinco horas en su jornada diaria.
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Cuando me convertí en empresaria a tiempo completo en 2015, me encontré trabajando de 12 a 14 horas al día, por lo que, posteriormente, debí hallar trucos para modificar la jornada laboral. 

Me sentía mal tomando descansos y utilizaba cualquier tiempo de inactividad que tenía para investigar nuevas formas de escalar mi negocio o hacer crecer mi base de clientes. 

Después de un año de trabajar largas jornadas y abandonar la mayoría de mis pasatiempos o actividades sociales entre semana, me di cuenta de que necesitaba cambiar mis hábitos si quería seguir siendo emprendedora de manera sostenible. 

Fue entonces cuando decidí hacer un inventario de mi tiempo, ver dónde estaba desperdiciando partes de mi día y hacer cambios para cambiar un día tradicional de ocho horas (o 14 horas) por un productivo día laboral de cinco horas. 

Aquí están los cinco trucos por los que, juro, me permiten tener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida mientras tacho todo de mi lista de tareas pendientes. 

1. Inicia la semana con un plan de juego y un presupuesto de tiempo 

Cuando tú lideras, nadie te dice qué tareas debes realizar, por lo que depende de ti planificar tu agenda. 

En lugar de pasar una hora cada día decidiendo qué abordar, paso una hora el domingo por la noche trazando todos mis objetivos y tareas para la próxima semana. 

Escribo todo en una hoja de papel, establezco un límite de tiempo para cada tarea (basado en una estimación) y luego planifico cuándo lo haré durante la semana. 

Esto me permite ir directamente al trabajo todos los días, sin pasar una hora «jugando a las adivinanzas» sobre lo que tengo que hacer hoy y lo que debo realizar al día siguiente.

2. Programa llamadas solo uno o dos días a la semana

Me di cuenta de que una gran razón por la que trabajaba de ocho a 14 horas al día no era por una gran carga de trabajo sino por llamadas esporádicas. 

Tenía de tres a seis llamadas al día, en momentos indistintos, casi al azar; debía abandonar las tareas en las que estaba trabajando cuando iba a la mitad solo para atender una llamada. 

Eso me alejó de mi enfoque y me obligó a cambiar de marcha demasiadas veces, lo que no era bueno para la productividad.

Por eso, en la actualidad, es uno de los trucos más importantes para mi jornada laboral. Solo tengo uno o dos días de llamadas a la semana, donde bloqueo dos o tres horas en esas tardes para recibirlas. 

Esto no solo me ha permitido tomar el control de mi horario y terminar las tareas pendientes sin interrupciones, sino que también me libera las mañanas para hacer el trabajo real, lo cual es importante para mí porque es cuando tengo más concentración y energía.  

3. Deshazte del teléfono y de las aplicaciones de redes sociales durante las horas de trabajo

Cada vez que me sentía ansiosa, abrumada o nerviosa por posponer las cosas, tomaba mi teléfono y «navegaba» en las redes sociales.

Cuando hice un inventario de cómo pasaba mi tiempo durante el día, me di cuenta de que destinaba 90 minutos de mi jornada laboral perdiendo el tiempo en esas plataformas.

Decidí poner mi teléfono en el estante superior de mi armario durante las horas de trabajo. 

Lo tomo solo durante los descansos programados en mi día y establezco un límite de tiempo (una configuración que activé en mi iPhone) para que me avise después de haber estado en las redes sociales durante 15 minutos. 

Ahora, me permito un descanso de las plataformas en las horas de trabajo y me ha ayudado a estar menos distraída durante el día. 

4. Programa de 3 a 4 descansos breves a lo largo del día 

Entre los trucos más importantes de la jornada laboral, está el que utilizo para mantener mi concentración durante mis horas de trabajo: programo tres o cuatro descansos para distraerme y «despejarme». 

Me gusta tomar un descanso a media mañana de 15 minutos, una hora para almorzar al mediodía y dos descansos durante la tarde de 15 a 20 minutos. 

Estos no cuentan como parte de las cinco horas que uso para el trabajo, por lo que extienden un poco mi día.

Sin embargo, no laboro ni leo correos electrónicos durante este tiempo y uso estos espacios como pausas completas en mi día para revitalizarme.

5. Limita la frecuencia con la que revisas tu correo electrónico 

Un gran momento para mí como emprendedora siempre ha sido mi bandeja de entrada.

Puedo pasar de dos a tres horas al día simplemente administrando correos electrónicos entrantes y respondiendo solicitudes y a clientes.

Para tomar el control de mi jornada laboral con trucos, implementé una política en la que solo reviso mis correos electrónicos tres veces al día.

Cuando entro a mi bandeja de entrada, configuro un temporizador de 20 minutos para asegurarme de que solo dedico la cantidad de tiempo asignada a responderlos.

Todos los correos electrónicos adicionales que no tengo tiempo de responder ese día caen en la lista de prioridades del próximo día laboral.

Como emprendedora o emprendedor, puede ser tentador querer pasar cada hora de tu día trabajando en tu negocio, pero no es sostenible.

Haz un inventario de tu tiempo, limita las distracciones y trabaja para crear un día que te permita encontrar un equilibrio sólido entre tus tareas y la vida.

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