- Los empleados están cambiando a la nueva economía descentralizada más rápido de lo que las empresas pueden adaptarse.
- El trato ofrecido por el empleo tradicional ya no es el mejor, así que renuncio, dijo Rafael.
- Rafael es un constructor de comunidades, consultor de diseño de organizaciones Web3 y fundador de la plataforma sin fines de lucro Obras del País.
Hace unas semanas, dejé mi trabajo. Estaba muy cerca del trabajo de mis sueños: una startup de tecnología, empleado número 22, a distancia, en una industria que me apasiona y en una empresa de vanguardia en su campo. Sin embargo, nueve meses después, me fui.
Mi decisión se tomó después de que me involucré en el mundo de una nueva internet descentralizada conocida como Web3 y publiqué mi primer artículo, como parte de la comunidad CabinDAO. Fue entonces cuando me di cuenta de que el modelo tradicional de empleo ya no me ofrecía el mejor trato. Quería ser parte de algo más grande, algo que me diera una autonomía real, de un punto fundamental en nuestra historia colectiva: el futuro del trabajo.
El futuro del trabajo es más autonomía para los trabajadores
Mi viaje personal hacia el empleo independiente el año pasado nació del panorama artesanal de Puerto Rico y de las nacientes organizaciones en línea en Discord. A través de esta improbable intersección, me encontré con la idea de organizaciones autónomas descentralizadas, o DAO.
Para los nuevos en el término, los DAO son comunidades digitales creadas en blockchain y son la evolución más reciente de internet: Web3.
Web3 funciona de forma descentralizada de igual a igual que permite la propiedad compartida, a diferencia de la web con la que estamos familiarizados hoy, Web2, que se ejecuta a través de plataformas centralizadas como Facebook y Google. La internet descentralizada elimina la necesidad de estos intermediarios al permitir que todos se coordinen directamente entre sí, sin necesidad de una plataforma de redes sociales.
Como parte de estas comunidades digitales, los miembros tienen voz en la misión y dirección de la comunidad. Son recompensados por la cantidad que aportan con mayores derechos de voto, pagos de contratistas, propinas y contribuciones de otros miembros de la comunidad. Y lo que es más importante, los miembros tienen transparencia con la que pueden tomar decisiones informadas sobre el futuro de su trabajo. Imagínate obtener eso de un empleador.
El trabajo bajo un modelo cripto, contra el modelo tradicional
En cambio, los empleadores tradicionales ofrecen una compensación para los empleados: les pagan una cantidad fija y limitada (salario por hora, salario, bonificación), sigue las instrucciones del gerente de arriba hacia abajo y la empresa retiene su propiedad intelectual a perpetuidad. Pero después de un tiempo viendo el modelo Web3, comencé a preguntarme, ¿es este un intercambio justo?
Solía creer que era una buena ganga debido a los costos de transacción. Las corporaciones y las empresas pagaron, en promedio, más que su capacidad para comercializar y escalar el trabajo a lo largo de su vida útil. En otras palabras, el pago valió la pena. Pero si intentaras crear, comercializar, vender y escalar individualmente, sería demasiado caro y probablemente fracasarías.
Esta dinámica está cambiando, y las personas como yo poco a poco, se están dando cuenta de que su conocimiento, pasión y oficio tiene nichos accesibles y monetizables. Y lo que ofrece Web3 es la capacidad de vender tus activos directamente a otra persona, sin intermediarios. No necesitas un banco, una plataforma externa como Substack o incluso un automóvil para participar en el mercado peer-to-peer.
Este sistema de trabajo descentralizado está conquistando a las personas emprendedoras con una oferta monumental: inspiración, un camino hacia la filantropía y la propiedad real del trabajo.
¿La contraoferta de la empresa? Estabilidad a expensas de la autonomía en mi tiempo, creatividad y poder aprovechar el verdadero valor de mi trabajo. ¿Cuál escogerías?
Con este conocimiento, me di cuenta de que al trabajar para una empresa que desarrolla un producto para Web2, mi trabajo y mi independencia estaban bloqueados. Tampoco estaba de acuerdo en vender mi trabajo personal a ninguna empresa que limitara mi capacidad para escalar mi experiencia y riqueza. Así que renuncié.
El bombo criptográfico es real
Pasar cualquier cantidad de tiempo en cripto sugerirá, a primera vista, que hay muchas personas que sobrevaloran la tecnología. Es de culto, extraño y colorido. Pero a medida que profundizas en los servidores de Discord de comunidades específicas de avatar, como clubes de miembros privados para personas que poseen «marcas» específicas de NFT, descubrirás que la exageración es real.
Por real, me refiero a millones y millones de dólares de inversión por parte de las principales firmas de capital de riesgo y riqueza personal en comunidades seudónimas muy unidas, tecnología divertida y microeconomías.
Al igual que en los inicios de nuestro internet actual, las posibilidades contenidas en Web3 solo están limitadas por la imaginación.
Es un nuevo marco tecnológico que permite que la próxima generación de productos se construya sobre la base de una gestión de datos descentralizada en lugar de un almacenamiento en la nube central y sistemas modulares interdependientes.
No existe un «producto final», sino que el objetivo es poder definir, documentar y negociar la propiedad de los activos sin intermediarios externos.
Ante las dudas sobre el trabajo tradicional, el modelo cripto suena muy atractivo
Es un objetivo idealista, creado por personas que miran más allá del horizonte hacia algo más grande que ellos mismos. Pero como muchos de nosotros, comenzamos a tener dudas sobre el trabajo después de meses de hibernación e introspección durante la pandemia; la promesa de una estructura y un entorno de trabajo diferentes es muy atractiva.
Modelar un «lugar de trabajo» más inclusivo que devuelva el poder a las manos de los creadores se está convirtiendo rápidamente en una realidad. Primero, será para aquellos cuyo trabajo pueda hacer la transición a un espacio digital; y tener el privilegio de comprar, o recibir un regalo, un lugar en el blockchain. Y luego, el espacio se adaptará a muchos otros.
En un informe titulado «La próxima gran disrupción es el trabajo híbrido, ¿estamos listos?», Microsoft descubrió que hasta 54% de los trabajadores de la generación Z y 41% de toda la fuerza laboral global podrían estar considerando entregar su renuncia.
De manera similar, una encuesta del Reino Unido e Irlanda encontró que 38% de los empleados planeaban dejar sus trabajos en los próximos seis meses a un año. Mientras que una encuesta de Estados Unidos informó que 42% de los empleados renunciaría si su empresa no ofreciera opciones de trabajo remoto a largo plazo.
La supervisión y control centralizados ya no serán necesarias en el modelo cripto
A medida que los trabajos se trasladan cada vez más a un espacio digital y los costos de hacer negocios disminuyen, es decir, el tiempo y los recursos dedicados a coordinar, construir una audiencia, viajar físicamente entre ubicaciones, etc., menor es la necesidad de supervisión y control centralizados en forma de corporaciones. En esta nueva economía, inevitablemente surgirán nuevas cooperativas y colectivos para utilizar y transformar aún más este sistema.
Durante el próximo año, probablemente pasaré de ser un profesional de carrera a un agente seudónimo en una variedad de proyectos.
Para empezar, me uní a Forefront en Writers Guild para realizar investigaciones sobre operaciones comerciales y escribir sobre cultura en Web3, apoyo a los creadores locales en CabinDAO y comencé a trabajar como independiente en el diseño de organizaciones nativas digitales, asesorando a los DAO sobre cómo operar, modelos, diseño de equipos y flujo de trabajo.
Más importante aún, esto me dará tiempo para continuar con la pasión de mi alma: documentar la historia oral de 100 artesanos locales de Puerto Rico; y explorar una nueva generación emergente de trabajadores digitales.
No estoy seguro de cómo resultará este viaje a Web3. Sin embargo, estoy seguro de que la exposición a esta nueva economía me ayudará a comprender mejor el futuro del trabajo. Con un tiempo, incluso podría alcanzar el objetivo de convertirme en algo más que un colaborador: un artesano digital.
