• Un curioso estudio publicado en PeerJ sugiere que los cambios neurológicos causados por la infección por toxoplasmosis podrían hacer más atractivas a las personas infectadas.
  • Los hombres y mujeres infectados por el parásito terminaron siendo calificados como más atractivos.
  • Además se les calificó con un aspecto más saludable que aquellas personas no infectadas.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta en Instagram? Síguenos

Las personas infectadas por el parásito intracelular Toxoplasma gondii, causante de la toxoplasmosis, podrían recibir un misterioso efecto de esta enfermedad: ser más atractivo.

La enfermedad se asocia con un amplio abanico de trastornos neurológicos como la esquizofrenia y los brotes psicóticos, y que al ser zoonótica puede saltar de animales a personas. 

Se estima que este invasor microscópico infecta hasta 50% de las personas, y hay mucha evidencia de que el parásito puede alterar el comportamiento de animales y humanos afectados.

Una consecuencia de toxoplasmosis es ser más atractivo

Entre sus consecuencias, el T.gondii podría provocar que las personas se vuelvan más atractivas y que luzcan un aspecto más saludable.

Por supuesto, el hallazgo choca y resulta curioso, aunque los autores del estudio publicado en PeerJ afirman que tiene sentido desde un punto de vista evolutivo. 

Los científicos plantearon la hipótesis que entre los cambios propiciados por la toxoplasmosis se incluyan beneficios ocasionales para los animales infectados.

Estos también beneficiarían al parásito, contribuyendo a mejorar su transmisión. 

«En un estudio, las ratas macho infectadas de toxoplasmosis se percibieron como más atractivas sexualmente y las hembras no infectadas las preferían como parejas sexuales», explican los investigadores el artículo, dirigido por el biólogo Javier Borráz-León de la Universidad de Turku, Finlandia.

Aunque el experimento fue con ratas, los resultados podrían verse en humanos

toxoplasmosis | Business Insider México
Imágenes compuestas de 10 mujeres y hombres infectados con Toxoplasma (a), junto a 10 imágenes compuestas de 10 mujeres y hombres no infectados (b).PeerJ

Aunque la evidencia todavía no es clara, el fenómeno podría tener su paralelismo en humanos.

Por ejemplo, los varones infectados han mostrado en otros estudios niveles más altos de testosterona.

Hay varias teorías al respecto: una de ellas es que quienes tienen más testosterona son más propensos a la infección a través de mayores niveles de comportamiento de riesgo asociado con la hormona. 

Otra, por la que se apuesta en este estudio, sugiere que el parásito podría alterar de forma sutil el fenotipo del huésped, manipulando sustancias químicas, como neurotransmisores y hormonas, para sus propios fines posteriores.

Los investigadores creen que algunos parásitos de transmisión sexual, como T. gondii, pueden producir cambios en la apariencia y el comportamiento del huésped humano.

«Ya sea como subproducto de la infección o como resultado de la manipulación del parásito para aumentar su propagación a nuevos anfitriones», apuntan los autores en el artículo.

Personas con toxoplasmosis eran sujetos con menor asimetría

Para confirmar su teoría, se comparó en un experimento a 35 personas (22 hombres y 13 mujeres) infectadas con T. gondii con 178 personas (86 hombres y 92 mujeres) que no eran portadores del parásito.

Todos los participantes eran estudiantes universitarios sanos. 

Tras diferentes pruebas, evaluaciones visuales y mediciones físicas, los responsables pudieron determinar que los sujetos infectados con toxoplasmosis tenían una asimetría facial fluctuante significativamente menor que las personas no infectadas.

Los rostros más simétricos están relacionados con un mayor atractivo, mejores genes y salud física más óptima. 

Además, en otro experimento realizado a mayores, más de 200 voluntarios evaluaron las fotos de los rostros.

Los participantes infectados fueron percibidos significativamente más atractivos y saludables que los participantes no infectados.

La conclusión es que la infección por T. gondii produzca cambios en la simetría facial de los huéspedes

La principal hipótesis es que el parásito generaría cambios en los niveles de testosterona, que a su vez desencadenarían una modificación en la simetría facial.

Otro punto es que el microscópico T. gondii podría influir en la tasa metabólica de los huéspedes.

Nada está claro del todo, y los propios autores consideran válidas y viables otras interpretaciones del fenómeno.

Por ejemplo, que personas atractivas, saludables y con una elevada simetría facial podrían lidiar mejor con las consecuencias de la infección por el parásito.

Además, los responsables recalcan que hacen falta estudios futuros con una cantidad mayor de participantes, ya que la pequeña muestra limita el análisis estadístico. 

«Es posible que las interacciones aparentemente no patológicas y potencialmente beneficiosas entre T. gondii y algunos de sus huéspedes intermedios, como ratas y humanos, sean el resultado de estrategias coevolutivas que benefician, o al menos no dañan, a la aptitud tanto del parásito como del huésped», concluyen por el momento los autores.

AHORA LEE: Cómo saber si el cigarro electrónico ya afectó tus pulmones

TAMBIÉN LEE: Qué es, cómo se contagia y qué tan peligrosa es la viruela del mono

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTwitterTikTok y Youtube

AHORA VE: