- Tom Brady se sintió abrumado por su repentina fama después de ganar su primer Super Bowl, de acuerdo con un nuevo libro sobre los Patriots.
- Brady temía que lo siguieran a su casa mientras manejaba y tomaba otros caminos, aunque fueran más largos.
- El quarterback finalmente encontró maneras de manejar su nueva fama.
Tom Brady tuvo dificultades para adaptarse al nivel de fama que alcanzó al convertirse por primera vez en campeón del Super Bowl.
De acuerdo con el nuevo libro de Seth Wickersham, “It’s Better To Be Feared”, Brady se sintió abrumado por su repentina fama y la multitud de personas que lo rodeaban en público.
El quarterback incluso temió que lo siguieran a su casa mientras conducía, informó Wickersham.
“Tomaba carreteras secundarias, extendiendo un viaje de media hora a una hora o más”, escribió.
Wickersham también narró que entraron en la casa de Brady en Quincy y robaron una televisión, lo que lo hizo sentirse todavía más “invadido”.
El estadounidense pasó del anonimato de la NFL al estrellato casi de la noche a la mañana. Fue seleccionado en la sexta ronda del draft y en 2000 fue suplente de los Patriots de Nueva Inglaterra. Un año más tarde, se convirtió en titular tras una lesión de Drew Bledsoe.
Los “Pats” se convirtieron en los improbables campeones del Super Bowl esa temporada, y con su victoria, Brady alcanzó el estrellato, convirtiéndose en una celebridad y un símbolo sexual inesperado.
Como escribió Wickersham en su libro, durante los próximos dos años, Brady estuvo vinculado a celebridades como Britney Spears, Mariah Carey y Tara Reid. La sección de chismes del Boston Herald informaba con frecuencia sobre su paradero, refiriéndose a él como “QB/QT”.
Aunque el quarterback se entregó al estilo de vida de las celebridades, también se sintió abrumado por ella. Siempre había soñado con el estrellato de la NFL y no quería volver atrás, pero también se cansó de la multitud de personas que lo rodeaban en cada aparición pública.
El libro cuenta que Brady finalmente desarrolló un plan para manejar el estrés de su nueva fama. Su hermana se mudó a Boston para “administrar su vida”, de acuerdo con Wickersham.
El jugador de futbol americano también comenzó a llamar constantemente a familiares y amigos para mantener los pies en la tierra. Hizo viajes cortos, como uno por carretera a Scottsdale, Arizona con un amigo, en el que visitó el campo de entrenamiento de los Giants de San Francisco; u otro a la ciudad de Nueva York para comprar regalos de Navidad.
Ese fue solo el inicio de la carrera de Brady como ícono deportivo, quien le contó a Wickersham sus planes: “Tengo una vida que cualquier chico de 26 años querría. Y finalmente puedo disfrutarlo”.
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