• Durante décadas, los investigadores y arqueólogos han intentado descifrar si los habitantes de Teotihuacán tenían una escritura.
  • Por lo tanto, estudian a detalle los signos y símbolos encontrados en sus murales y esculturas rituales.
  • La Ventilla ofrece una mirada detallada a los templos, talleres artesanales, complejos de viviendas y murales finamente pintados.
  • Aunque los textos teotihuacanos son cortos en comparación con los de otras culturas, estos podrían encerrar grandes misterios sobre cómo era su vida.

Entre los muchos misterios que rodean a la antigua ciudad prehispánica de Teotihuacán, uno ha sido especialmente difícil de descifrar: ¿cómo emplearon sus habitantes los signos y símbolos encontrados en sus murales y esculturas rituales?

Las pirámides del Sol y de la Luna reabrieron al público el 10 de septiembre, luego de que México disminuyó las restricciones por la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, su área tal vez más interesante y extensamente excavada —que tiene un patio con raros símbolos pintados en el piso— sigue fuera del alcance de los turistas.

Caminar por La Ventilla, el barrio prehispánico donde se encuentra la llamada plaza de los glifos, equivale a explorar un vecindario antiguo; con restos de templos, talleres artesanales, complejos de viviendas y murales finamente pintados.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dijo que aún se necesita trabajo adicional para poder abrirla a los turistas, pero no ofreció ningún cronograma.

El descubrimiento en la década de 1990 de los enigmáticos glifos en color rojo ha llevado a que un creciente número de expertos cuestionen la idea de que un sistema de escritura estaba ausente en la ciudad, que floreció aproximadamente desde el año 100 a.C. hasta el 550 d.C.

Teotihuacán
REUTERS/Gustavo Graf

Teotihuacán, a unos 50 kilómetros al noreste de Ciudad de México, fue alguna vez la mayor urbe de Mesoamérica, con una población de al menos 100,000 habitantes.

Sin embargo, aún se desconoce mucho sobre la civilización que la habitó, incluido el idioma que hablaban sus residentes.

Los expertos han debatido varias teorías sobre los glifos

Algunos dicen que pudieron ser empleados para enseñar a escribir; otros piensan que representaban nombres de ciudades subyugadas que pagaban tributos; o que se usaron como signos en rituales para curar enfermedades.

La historiadora del arte Tatiana Valdez, autora de un libro publicado este 2020 sobre los glifos de Teotihuacán, dijo que los 42 símbolos del patio —muchos en secuencias lineales— constituyen el texto más largo jamás encontrado en las ruinas de la antigua ciudad.

Teotihuacán
REUTERS/Gustavo Graf

En general, hasta ahora se han identificado tentativamente más de 300 jeroglíficos teotihuacanos, indicó.

En la época colonial, las autoridades católicas ordenaron quemar innumerables códices mexicanos antiguos, libros de papel plegados al estilo de un acordeón cubiertos de jeroglíficos. Solo quedan alrededor de una docena.

Valdez está convencida de que este tipo de documentos también formó parte de la tradición literaria de Teotihuacán.

“Yo creo que en Teotihuacán se usaban jeroglíficos y se usaban bien porque tenemos relativamente bastantes”, afirmó, aludiendo a miles de figurillas de arcilla con símbolos grabados que han sido halladas en el sitio.

culturas prehispánicas
REUTERS/Gustavo Graf

Valdez dijo a Reuters que la gran cantidad de esas piezas podría significar que los plebeyos también tenían acceso a la escritura.

Los textos teotihuacanos no son claros

Imágenes del glifo encontrado más recientemente se publicarán en un artículo académico el próximo año.

Descubierto en 2016 en la parte posterior de un pequeño altar de piedra, este muestra un triángulo dentro de un círculo con tres puntos, representando probablemente un año en el calendario ritual.

escritura prehispánica
David Carballo/Handout via REUTERS

El glifo es el tipo de hallazgo esperado por Joyce Marcus, una arqueóloga de la Universidad de Michigan que argumenta que la escritura estaba ausente en la ciudad.

“Hasta ahora, no hemos visto textos largos”, escribió en un correo electrónico.

“La escritura es rara en Teotihuacán, cuando sus ‘textos’ se comparan/contrastan con los de los sitios mayas”, agregó, señalando la antigua ciudad Tikal, una contemporánea de Teotihuacán en la actual Guatemala, que alberga monumentos con hileras de glifos que han podido ser descifrados.

Una pintura mural descubierta en la década de 1960 en Teotihuacán muestra lo que parece ser un sacerdote sosteniendo un libro.

Teotihuacán
REUTERS/Gustavo Graf

Éste fue un hallazgo “enormemente importante”, dijo Christophe Helmke, un destacado estudioso del sistema de escritura de esa ciudad en la Universidad de Copenhague.

Según el académico, es probable que la escritura en la metrópoli se limitara sobre todo a sus libros, que difícilmente aparecerán por la velocidad del deterioro del papel o las pieles de animales utilizados por los escribas antiguos.

Helmke también cree que La Ventilla debería estar abierta a los visitantes y sugiere que los avances futuros en la comprensión de la escritura de Teotihuacán probablemente vendrán de nuevos hallazgos de murales o cerámicas.

Con información de Reuters.

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