• Normalmente los sentimientos ocurren después de que procesamos cognitivamente un estímulo asociado con una emoción que genera una reacción facial.
  • La teoría del feedback o retroalimentación facial sugiere que también sucede a la inversa. Es decir, una expresión generarnos la emoción.
  • Un estudio en 19888 comprobó que las expresiones asociadas con alguna emoción efectivamente pueden producir el sentimiento.
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Seguramente has escuchado que puedes atraer lo que deseas con el poder de tu mente, lo que también se conoce como la ley de la atracción. Aunque no lo creas, existe algo similar para los sentimientos: la teoría del feedback facial.

Esta teoría psicológica establece que los movimientos de los músculos de la cara pueden influir en nuestras emociones, explica el portal Psicología y mente.

¿Qué es la teoría de feedback o retroalimentación facial?

Normalmente los sentimientos ocurren después de que procesamos cognitivamente un estímulo asociado con una emoción. Esto último genera una serie de reacciones faciales, por ejemplo una sonrisa, que hacen visible la emoción que estamos experimentando. 

Sin embargo, la teoría del feedback o retroalimentación facial, propuesta por el psicólogo estadounidense Silvan Tomkins en 1962, sugiere que también puede ocurrir al revés. Es decir, que la activación muscular del rostro puede generar una retroalimentación sensorial hacia el cerebro; y finalmente experimentar y procesar conscientemente dicha emoción.

Los experimentos más sobresalientes sobre la teoría se realizaron en las décadas de 1980 y 1900, de acuerdo con el blog de psicología.

Estos buscaban comprobar si efectivamente los movimientos musculares pueden activar sentimientos determinados. Uno de los más recientes y reveladores fue “el paradigma del bolígrafo sostenido”.

El estudio se realizó en 1988 por Fritz Strack, Leonard Martin y Sabine Stepper. Allí los investigadores pidieron a los participantes que observaran una serie de caricaturas divertidas. Dividieron el grupo en dos y a una mitad se les pidió sostener un bolígrafo con sus labios; a la otra mitad se les pidió lo mismo, pero con los dientes.

El fundamento para ello es que la postura facial que se realiza al tener entre los dientes un bolígrafo contrae el músculo cigomático mayor, que usamos para sonreír. Por otro lado, el movimiento facial realizado con la pluma entre los labios contrae el músculo orbicular; esto inhibe la actividad muscular necesaria para sonreír.

De esta manera, los investigadores pudieron medir la actividad facial asociada con la sonrisa. Su objetivo era ver si la experiencia subjetiva de la alegría se relacionaba con dicha actividad. El resultado fue que las personas que sostenían la pluma con los dientes reportaron que las caricaturas eran más divertidas que aquellas personas que lo hicieron con los labios.

Aprovecha la teoría del feedback facial

Como quedó de manifiesto en el experimento, las expresiones faciales asociadas con alguna emoción pueden cambiar tu perspectiva de lo que te rodea.

Por ello, «es clave adoptar una actitud optimista para que se contagie en todo tu entorno. La actitud positiva alienta buenas relaciones en tu entorno, lo que a la vez te procura un bienestar emocional», dice la especialista en comunicación Teresa Baró en su libro «Imparables» (Paidós, 2022).

Una forma fácil de hacerlo es sonreír frecuentemente, incluso cuando no sientas ganas de hacerlo o te sientas triste, recomienda. De acuerdo con la teoría del feedback facial, de esa forma podrás cambiar tu percepción y mejorar tu día.

¿Tienes alguna técnica para mejorar tu salud mental y emocional? Queremos conocerla. Escríbenos a editorial@businessinsider.mx

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