Son muchas las voces entorno a que México tiene un gran desafío en crear empleos. Eso no es novedad, más bien habría que empezar por reflexionar: cuál es la estrategia en este país para ser ‘formal’; para acceder a un puesto de trabajo con prestaciones mínimas de ley, escenario que millones de jóvenes no conocen. Es casi ingenuo pensar que un ‘flamante’ título universitario es garantía.
Y es que en el país se observa en el título una oportunidad para mejorar la calidad de vida. 42% de los jóvenes lo refiere de esa manera, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Egresados 2020, del Centro de Opinión Pública de la UVM. No es para menos, un egresado contribuye, en promedio, con 38% del ingreso de su hogar.
Empero, como reza el refrán: ‘del dicho al hecho hay un trecho’; resulta que los licenciados son los que tienen más dificultad para encontrar un empleo. Así lo registró la Encuesta Escasez de Oportunidades Laborales para los Jóvenes, de la firma ManpowerGroup y Junior Achievement Américas. 83% de los universitarios con licenciatura recibe un ‘no’ al buscar trabajo en estas fechas, frente a 79% de quien cuenta con posgrado y 75% con preparatoria.
Además, la mitad de los de los empleados jóvenes esperan ganar entre uno y cinco salarios mínimos, cuenta Mónica Flores Barragán, presidenta de ManpowerGroup en Latinoamérica.
(En serio) Emplearse requiere más que una licenciatura
Los jóvenes opinan —lo cual no es una sorpresa— que la principal razón por la que no los contratan es por la falta de experiencia, seguida del conocimiento de idiomas, según el informe de ManpowerGroup, que incluyó entrevistas con 3,000 personas en 14 países.
En lo personal, y creo no ser la única que piensa así, independiente al desafío de generar mejores oportunidades de trabajo, hay un gran desafío en enseñar a los jóvenes cosas tan esenciales para desarrollarse en la vida como saber vincularse en equipos; razonar un problema, comprender un texto o ver la importancia de tener otro idioma.
No es asunto de ser o no «fifí», es que en la economía que se vive los empleadores tendrán una mejor respuesta para quienes sepan resolver un problema, o siquiera que el joven pueda estar enfocado en un objetivo. La falta de ingles u otro idioma, por cierto, dificulta la contratación de 19% de los mexicanos; en tanto, no tener ciertas habilidades técnicas limita al 14%.
Estudiar una licenciatura postpandemia
Es evidente que el país necesita mejorar las condiciones de contratación, aunque de fondo pienso que en la ecuación de ‘más empleos’ no pueden quedar fuera las escuelas y las empresas. Muchos menos en este momento, que se tiene a los estudiantes en casa y es una buena oportunidad para reformular qué se enseña.
Si las empresas no estrechan la relación con el sector privado y hacen lo posible por acercarse a los estudiantes, desde que están en la escuela, la contratación de gente que entienda los problemas de la empresa simplemente se hace más compleja.
Y si las escuelas no aprovechan este momento para entender el roadmap de las organizaciones, hacia dónde van las industrias en los próximos años; cuál es la vocación que le depara a México tras la pandemia y qué perfiles se necesitan, entonces seguirán a 1,000 pies de distancia de lo que el mundo empresarial requiere, como refiere Francisco Aguilar, director general de Dell para México, en donde se cuenta con un programa de internship a cursar desde el quinto trimestre.
32% de los egresados tienen si acaso un año de experiencia, de acuerdo con el informe de ManpowerGroup. Un modelo que puede acelerar esa parte práctica es que al iniciar los estudios, el joven pueda elegir un área disciplinar. En vez de llevar un plan académico rígido y linear, que obliga a cursar ciertas materias, aunque tengan poco o nada de relación con la realidad; ¿cómo sería si un mentor te acompaña y ayuda elegir materias optativas, relacionadas con las áreas donde se puede tener salida laboral?
El resumen de esto es: hay que dotar de experiencia como se pueda, tal vez con visitas y pláticas virtuales por las plantas de trabajo, ofreciendo a los jóvenes programas de especialización técnica antes de terminar, desarrollando en ellos habilidades blandas —porque son las determintes para permanecer en un puesto de trabajo— lo que no podemos; me parece hasta irresponsables e irreal es seguir con el discurso de que una licenciatura te hace empleable.
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