El impacto del estrés relacionado con el trabajo en la productividad —y en la vida— de los colaboradores, es considerable. Esto no es un secreto, tampoco descubro el ‘hilo negro’. Son varios los estudios que apuntan a cómo este escenario de salud afecta a la productividad, la competitividad y la imagen pública de la empresa.
Un ambiente de trabajo en el que prevalece el estrés, la ansiedad puede resultar en un mayor absentismo y presentismo de las personas; asimismo, puede reducir la motivación, la satisfacción y el compromiso. A eso se le suma la rotación del personal e intención de renuncia.
Información publicada por la Asociación Americana de Recursos Humanos, con base en datos del International Labour Standarse, de la Organización Internacional del Trabajo, apunta a que el costo para los empleadores vinculados a problemas por estrés en sus equipos asciende a 20 mil millones de dólares por año, entre siniestralidad, rotación, etcétera.
Y, por supuesto, este problema no ha escapado de las normativas internacionales y locales, en el trabajo físico y remoto.
La NOM037, un ejemplo en México
Esta normatividad será aplicable a todos los empleadores del país que tengan personal trabajando en casa; se prevé que impacte a más de 13 millones de trabajadores en esa condición.
Establece, entre otras disposiciones, el “derecho de un trabajador a desconectarse del trabajo”. Esto debido a que la implementación abrupta del home office, provocó en muchos casos jornadas extenuantes para los trabajadores mexicanos.
De acuerdo con el estudio “Estrés laboral en México”, elaborado por la Asociación de Internet MX (AIMX), 55% de los encuestados declaró que sus jefes los buscan, fuera del horario laboral, para hacerles solicitudes de última hora. 39% afirmó que sus responsabilidades se incrementaron a raíz del trabajo remoto; mientras que 32% señaló que, al no terminar sus pendientes, suelen continuar sus tareas fuera de horario.
Por esa razón, la NOM-037 dispone que el patrón facilite las herramientas para que sus colaboradores completen sus tareas de forma eficaz y en el menor tiempo; con esto se busca favorecer el balance vida-trabajo.
A esa realidad hay que agregar otro dato importante. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México 8 de cada 10 personas (75% de la población) padece fatiga por estrés laboral; esto supera cifras de a países como China y Estados Unidos.
La pandemia, derivada del Covid-19, también tuvo un efecto devastador en la salud mental de los mexicanos. Según los datos difundidos por la publicación The Lancet Regional Health-Americas, con base en un estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 28% de la población mexicana experimentó síntomas de estrés postraumático.
La tecnología es la aliada para impulsar mayor bienestar y disminuir el estrés en los equipos
Los líderes tienen frente a ellos un reto. Apostar por tecnologías que les permitan medir el bienestar de los colaboradores y propiciar un entorno de autoaprendizaje ayudará a cumplir con la NOM-037.
Según los hallazgos del reporte final “Workplace Wellness Programs Study”, elaborado por Randstad, los programas de bienestar (o wellbeing corporativo) tienen un impacto sustancial en la reducción de los costos de atención médica, aumentan la productividad y retienen el talento. Otro estudio habla sobre el retorno de inversión (ROI) de los programas de wellbeing, y fue difundido por la Universidad de Harvard. Este concluye que, en promedio, por cada dólar gastado en el bienestar de los empleados, los costos médicos se reducen 3.27 dólares y el ausentismo se reduce en 2.73. Este es un ROI de 6 a 1.2
Un artículo de Harvard Business Review analiza el retorno de inversión (ROI) de los programas de wellbeing corporativo; se centra en los empleados de alto riesgo de salud (debido a que padecen obesidad, presión arterial alta, ansiedad, etcétera). Demostró que 57% de ese grupo de colaboradores de “alto riesgo” pasaron a la categoría de “bajo riesgo” al final del programa de seis meses. Eso derivó en una reducción significativa de los costos de reclamos médicos, de 1,421 dólares por participante. Cada dólar invertido en el programa de wellbeing generó 6 dólares en ahorros de atención médica.
Opciones tecnológicas para disminuir el estrés en los equipos de trabajo
Son diversas las opciones disponibles en el mercado mexicano, a nivel tecnológico, para impulsar la salud entre los equipos de trabajo; es momento de prestar atención en ello.
Para generar ese tipo de ahorros, una de las opciones disponibles en el mercado mexicano es Betterfly. Esta plataforma digital, perteneciente al primer unicornio social de latinoamérica, promueve hábitos saludables en los colaboradores; los uienes recompensa por ello con un incremento en su póliza y su moneda virtual, BetterCoins, para realizar donaciones sociales.
La app, disponible para empresas de cualquier tamaño, se sincroniza con otras aplicaciones que monitorean la actividad física, como Fitbit, Strava, Garmin, Google Fit, Samsung Health o Apple Health. Cada actividad completada, como caminar, trotar, correr, meditar o aprender a administrar gastos, se traduce en un aumento de la cobertura de su seguro de vida y acumulación de BetterCoins para generar un impacto social.
Dentro de la app, los usuarios podrán generar donaciones, sin costo para ellos o la empresa, que ofrece el beneficio, en causas relacionadas con la crisis hídrica, la reforestación o crisis de alimentos en tres organizaciones internacionales y tres locales.
Lo que sigue para la NOM-037 son 60 días de consulta (de los cuales han corrido los primeros 30), con el fin de que las empresas propongan modificaciones a la norma. Una vez concluida esa etapa, la normatividad se publicará con las propuestas aplicadas. Su implementación iniciará en enero de 2023, una vez completados los 180 días.
Así que el tiempo apremia, pero no hay que sucumir ante el miedo, sino entender cómo la tecnología y apps de este tipo ayudan a impulsar la salud, monitorear, pero lo más importante, generar compromiso y lealtad, algo en lo que millones de empresas andan ‘muy cortas’.
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