Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Las tasas de referencia son una de las bases de la economía a nivel mundial: en palabras simples, indican el porcentaje al que prestan dinero los bancos centrales, como el Banco de México. Esta tasa sirve para determinar las tasas de crédito de los bancos, y por lo mismo, tienen un efecto directo en nuestra vida diaria, pues encarecen o abaratan los créditos que las personas podemos obtener de esas instituciones.

Durante el último año, una noticia recurrente en el mundo financiero han sido los incrementos en las tasas de interés a nivel internacional en general. Algunas se han tratado de mantener a la baja mientras que otras ya han empezado a incrementar sus porcentajes, encareciendo más los créditos y acabando así un periodo histórico de “dinero barato” que nos había traído la pandemia.

Aunque habitualmente hablo de casos locales para que los lectores de este espacio puedan comprender mejor los temas de esta columna, hoy quisiera centrarme en una tasa extranjera que está dando mucho de qué hablar por la gran importancia que tiene en otros mercados: la LIBOR de Inglaterra. Su nombre viene de las siglas de “​​London InterBank Offered Rate”, y podríamos decir que su equivalente en México es la TIIE, o bien, la Federal Funds Rate de EUA.

¿Por qué hablar de tasas de referencia e Inglaterra en este momento?

El caso de LIBOR es bastante peculiar, ya que por mucho tiempo marcó el rumbo de uno de los mercados financieros más influyentes a nivel mundial. Surgió como una forma de estandarizar las operaciones interbancarias en Inglaterra, y su uso ha servido como referencia para diferentes instrumentos, como bonos, créditos, hipotecas y para las políticas cambiarias, principalmente el dólar estadounidense.

¿Cuál es el gran asunto con LIBOR? Su mayor crítica ha sido que es un pequeño grupo de personas quien maneja esta tasa, y en cambio, sus efectos afectan a miles de millones de personas en todo el mundo. La Asociación de Banqueros Británicos (BBA por sus siglas en inglés) toma esta decisión diariamente, y se puede decir que sus variaciones y cambios son determinados en mayor medida para beneficiar a sus integrantes, más que para regular el mercado.

La noticia de la corrupción alrededor y dentro de LIBOR no es nueva, y desde hace algunos años se han hecho varias declaraciones sobre dejar de usar esta tasa de referencia, que se siguen sumando al día de hoy. Aunque hay propuestas para adoptar tasas como la SONIA del Banco de Inglaterra (BOE) o la SOFR de la FED de Nueva York, sustituirla o dejar de usarla de un día para otro no es una tarea sencilla, ya que hay millones y millones de contratos crediticios de por medio que complican cambiar su operación.

Ni monopolio, ni «mal necesario»

Al leer de este tema quizá te preguntes “y si es tan mala, ¿por qué la gente sigue usando esta tasa de referencia?”. Los bonos, como hablamos en una ocasión anterior, representan una “apuesta” segura, en donde tu dinero tiene un riesgo bajo y te genera un rendimiento pequeño, pero muy confiable. Además son muy líquidos y ayudan a que las operaciones económicas mantengan su dinamismo.

Por eso, no quiere decir que los mercados se “aferren” a una tasa de interés o que no existan otras opciones a su disposición, por lo que tampoco se trata de un monopolio como algunos podrían pensar. Como mencioné antes, se ha convertido en un estándar y cambiar algo de esta magnitud no es cosa de sólo ponerse de acuerdo y dejar de utilizar la LIBOR de un día para otro.

Y por ese motivo aquí viene lo que más podría tocar tu bolsillo, aún viviendo fuera de Inglaterra.

¿De qué lado estás? Esto no es de «buenos» contra «malos»

Simplificando, hay dos lados de la moneda en esta situación: inversionistas y acreditados. Cuando la tasa sube, los inversionistas salen beneficiados mientras que los acreditados pagan más; por el contrario, al bajar la tasa los inversionistas ganan menos, mientras que los acreditados se ven beneficiados al reducir el costo de sus créditos. Podrías estar invirtiendo en un banco y pidiendo prestado a la vez, por lo que tampoco se reduce a un juego de sólo dos bandos.

El punto es que el alza o la baja de esta tasa de interés debería corresponder a los movimientos del mercado y la realidad de los millones de personas que invierten, y no sólo a los caprichos e intereses de un pequeño grupo privilegiado. La posible sustitución de LIBOR es sin duda un parteaguas en el mundo financiero, donde ahora podríamos tener una métrica mucho más apegada a las condiciones económicas de la mayoría.

En el caso de México hemos tenido algunos movimientos en la tasa de interés de Banxico donde, como en casi todo el mundo, se han elevado los precios de los créditos. Y aplica el mismo principio: puede jugar a tu favor o en tu contra, dependiendo de si estás pidiendo un crédito o siendo inversionista.

Considero que lo más justo para todos es que estas condiciones sí se estandaricen, y a su vez respondan a la realidad financiera de la mayoría. Como en tantos otros ámbitos económicos, estamos viendo una apertura a que se creen nuevos esquemas y será muy interesante ver cómo se adapta el mercado a estas estructuras que contemplan a más personas en ella.

tasa de referencia | Business Inasider Mexico
Las tasas de referencia y el caso de LIBOR | Jonás Cortés – Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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