- Kai Micah Mills es un emprendedor enfocado en tecnología criónica.
- Su startup Cryopets tiene como objetivo establecer una cadena de hospitales para animales creados para congelar a las mascotas al morir.
- Él cree que los avances científicos algún día pueden revivir a las mascotas congeladas de las personas.
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Cuando tenía 14 años, Kai Micah Mills llevó a su casa un gato atigrado de pelo largo y lo llamó Cat. Al crecer en Utah, eran inseparables. Mills, un adolescente antisocial y de voz suave, había abandonado la preparatoria y ganaba dinero administrando servidores de Minecraft desde su sótano. No tenía muchos amigos, pero siempre tuvo a Cat.
Cat ya tiene sus años años. Pero si el nuevo negocio de su dueño sale como él espera, Cat nunca morirá.
En estos días, Mills puso su mirada en algo más macabro que los videojuegos. Es un emprendedor raro en el campo de la criónica: el proceso de almacenar restos humanos y animales a temperaturas de congelación profunda con la esperanza de que los avances científicos algún día puedan revivirlos.
La startup que fundó, Cryopets, tiene como objetivo establecer una red de clínicas veterinarias que brinden chequeos regulares y atención de emergencia, y ante la muerte de una mascota, los dueños tendrían la opción de preservarla. Luego, las mascotas serían enviadas a una instalación de Utah, donde esperarían en tanques de metal el día de la resurrección. Al hacerlo, Cryopets incorpora un enfoque de atención integral que abarca la vida, la muerte y la posibilidad de regresar.
Aunque la idea puede parecer descabellada, Peter Thiel, el inversionista multimillonario que financió inteligencia artificial, los cohetes reutilizables, proyectos de extensión de vida y seasteading (viviendas permanentes en el mar), discreparía.
En febrero, la fundación de Thiel anunció a Mills y a otras 19 personas como la próxima clase de Thiel Fellows. Cada uno recibe 100,000 dólares durante dos años para iniciar una empresa, con la condición de que detengan sus estudios universitarios. Mills es uno de los pocos admitidos que abandonaron la preparatoria.
A los 24 años, con una complexión delgada y cabello más allá de los hombros, Mills ha pasado la mayor parte de una década planeando un futuro donde no hay muerte. Cryopets, dijo, es la primera parte.
Algún día, espera expandirse a la preservación humana, a medida que la ciencia madure y los dueños de mascotas se entusiasmen con la idea. «Es una droga de entrada a los humanos», dijo sobre su startup.
«Al final me interesa que la gente no muera», explicó, «no solo un poco, sino completamente».
El plan de Mills está empezando a concretarse. Pasó el último año y medio recaudando fondos, comprando equipos y reuniendo un consejo asesor científico. La lista de espera de Cryopets ahora incluye alrededor de 500 perros, gatos, conejos, hámsters y un mono. A finales de este año, Cryopets iniciará la búsqueda para contratar a su primer veterinario y comenzará la investigación de métodos para calentar órganos.
El momento se siente bien para Mills. El sector de la longevidad, según un informe del medio de comunicación británico Longevity.Technology, obtuvo 5,200 millones de dólares (mdd) en financiamiento el año pasado. Sam Altman invirtió 180 mdd en Retro Biosciences, cuyo objetivo es extender la vida humana saludable hasta una década. Y Laura Deming, una capitalista de riesgo enfocada en la longevidad, está trabajando silenciosamente en el avance de la criopreservación de órganos. La nueva startup de Deming, Lorentz Bio, no se ha reportado.
Con el respaldo del transhumanista más importante del mundo de la tecnología, Mills ahora tiene que convencer a la gente para que se arriesgue en su hospital de animales para mascotas inmortales. Y aquí está el problema: puede que lleve mucho tiempo muerto para cuando puedan ser revividos.
Jóvenes para siempre
Al crecer en la iglesia mormona, Mills siempre pensó que viviría para siempre. Incluso después de abandonar la religión en su adolescencia, no abandonó la idea de la vida eterna.
En YouTube, se encontró con el millonario ruso Dmitry Itskov, que había vendido su imperio mediático y financiado investigaciones con el objetivo de engañar a la muerte. «La vida eterna no a través de la fe sino de la ciencia», dijo Mills. «Realmente me encantó ese enfoque».
Durante años, Mills se quedó pensando en la idea. Vendió su negocio de servidores a los 16 y comenzó otra compañía, Branch, haciendo oficinas virtuales donde los trabajadores se movían por las habitaciones como un videojuego.
Branch se montó en la ola de las tendencias pandémicas por una suma de 1.6 mdd de inversionistas como Homebrew y Naval Ravikant. Pero la compañía parecía más una creación de su cofundador que suya y, en 2021, Mills se fue para enfocarse en la longevidad.
Se unió a una incubadora y habló con muchos expertos en envejecimiento, pero sus conversaciones lo dejaron con una sensación de pavor.
«Tenemos un largo camino por recorrer para curar el envejecimiento», dijo Mill. «No parecía algo plausible en mi vida».
Empezó a pensar en cómo podría ganarse más tiempo. Luego pensó en Cat.
¿Por qué mascotas?
Por varias razones, los animales son mejores conejillos de Indias para la criónica que los humanos. Es más barato congelar mascotas debido a su pequeño tamaño, explicó Mills, y evita batallas legales complejas. Pero su gran ventaja es que hay una mayor previsibilidad en torno a sus muertes.
Cuando una mascota está a punto de morir, se le puede sacrificar en un hospital de animales, lo cual es ideal para preparar el cuerpo para la criopreservación. El proceso incluye enfriar el cuerpo en un baño de hielo, bombear la sangre y reemplazarla con una solución anticongelante que previene el daño por frío.
Es importante, según Alcor, una organización líder en criónica, comenzar los preparativos poco después de la muerte para evitar la descomposición. «Los retrasos más largos imponen una mayor carga sobre la tecnología futura para revertir las lesiones y restaurar el cerebro a un estado saludable», dice el sitio web de Alcor.
«Los humanos no son sacrificados», dijo Mills. «Morimos de una forma súbita».
Entonces, decidió abordar primero la criónica para mascotas.
El plan de Cryopets es abrir un hospital de animales para probar este modelo de cuidado de mascotas en vida o muerte, además de una instalación de almacenamiento. Eventualmente, quiere asociarse con otros hospitales, capacitándolos sobre cómo preparar los cuerpos y luego almacenarlos en sus instalaciones.
Cryopets no es el primero en comercializar la idea de inmortalizar mascotas. El Instituto Cryonics en Detroit, Michigan, y Alcor en Scottsdale, Arizona, preservarán a los amigos peludos de sus miembros humanos, por un costo adicional de hasta 132,000 dólares. El precio baja si la persona opta por tener solo la cabeza almacenada. Cryopets, sin embargo, solo ofrecerá criopreservación de cuerpo completo.
Mills aún no ha determinado una estructura de precios, pero dice que los dueños de mascotas harán un pago que cubra el almacenamiento de su mascota durante el tiempo que sea necesario.
Insider le preguntó a Mills qué sucede cuando el dueño de una mascota también muere. Es posible que hayan hecho arreglos para su propia criopreservación, explicó, para poder regresar en una fecha futura con su mascota. De lo contrario, Mills dice que Cryopets pondrá al animal congelado en adopción. Se imagina que una criatura que viaja en el tiempo sería bastante popular.
«¿Te imaginas la fila de personas que estarían más dispuestas a cuidar de un gato del siglo XIX?», comentó Mills.
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