Rosalinda Ballesteros

Rosalinda Ballesteros

La Ciencia de la Felicidad

La película “Soul” nos da una lección que no debemos de olvidar, tiene un gran significado: los grandes propósitos de la vida no tienen que pelearse con la felicidad.

La producción de Pixar, dirigida por Pete Docter, es una hermosa clase de psicología positiva, también conocida como la ciencia de la felicidad.
Espero que ya la hayan visto, que por cierto los expertos aseguran que es el regreso de Pixar a producciones atractivas y originales, pero les doy un poco del argumento.

Joe es un pianista que no ha logrado su gran “tocada”, pero cuando la consigue, fallece en un accidente antes de su debut. Va al más allá, pero logra retornar, y en el viaje va a aprender que la felicidad no está en alcanzar un propósito.

La traigo a cuentas porque, como les decía, es psicología positiva pura, rama a la que me dedico, pero en particular me especializo en ayudar a las personas y las organizaciones a encontrar su propósito en la vida y Joe piensa que su vida no tuvo sentido si nunca dio el gran concierto.

«Soul» deja una gran enseñanza sobre el significado de la vida

El propósito de vida es un ejercicio y definición personal para encontrar sentido a nuestra propia historia, poniendo nuestros dones y talentos al servicios de los demás, que al final de cuentas es la forma en que nos sentimos realizados.

En el caso de la película, un músico busca su gran concierto, pero está perdiendo de vista que su felicidad está en el camino y no en el final del viaje.

Hay muchas escenas que son muy aleccionadoras. Aunque cada una tendrá distintos efectos en el espectador, hay dos que me generaron una profunda reflexión.

Un ser no concebido aún, digamos que un alma, encarnado en el cuerpo de Joe, de nombre 22, prueba una pizza y la disfruta como nadie. Para él o ella, no hay referencias ni falsas expectativas que le arruinen su presente, su aquí y ahora: sólo disfruta aquella rebanada.

La escena me deja pensando en que en el día a día hay muchos más detalles que saborear que los que realmente aprovechamos.

La felicidad está en el significado que le damos a nuestras vidas

Más tarde, Joe (en un cuerpo de gato) y 22 (todavía en el cuerpo de Joe) van con Dez, su barbero de costumbre, pero en esta ocasión Joe (que no es Joe, sino 22) se interesa en su vida y le pregunta. Dez quería ser veterinario, pero con las obligaciones familiares opta por estudiar peluquería que resultaba más viable, práctico y barato.

¿Qué decepción?… ¡Nooooo!, ser peluquero lo hacía muy feliz porque podía conocer y platicar con mucha gente (cosa que, creo, no hubiera podido hacer con sus pacientes).

El psicólogo Martín Seligman, también llamado padre de la psicología positiva, llamaría al disfrute de las pequeñas cosas como la vida placentera y el propósito trascendente de Joe, como la vida significativa.

Lo que nos muestra “Soul” es que sacrificar la vida placentera por una vida con sentido no es funcional, como de alguna manera advierte Seligman.

Habría que encontrar el justo medio.

El propio director de la película, Pete Docter, en alguna entrevista dijo que su cinta explora “en qué se debería enfocar la vida de las personas”; el evaluar si se gastó el tiempo de manera valiosa enfocándose en lo importante o si sólo se la pasó preocupándose.

Creo que hay dos grandes temas en la película que a mi en lo particular me apasionan, el propósito de vida y el saber disfrutar sus oportunidades, aprovechando todo lo valioso.

Al final, Joe logra descubrir su sentido de trascendencia, pero corrió el alto riesgo de nunca verlo.

Soul nos invita a reflexionar sobre el equilibrio entre nuestros propósitos y nuestra felicidad: ¿cómo logramos una vida en la que gozar y trascender vayan de la mano?

Correo: bienestaryfelicidad@servicios.tecmilenio.mx

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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