- Las historias de líderes de ese tipo son un género televisivo, con "WeCrashed", "Super Pumped" y "The Dropout".
- El libro de Amanda Montell, "Cultish", dice que las empresas a menudo usan un lenguaje distinto para generar lealtad.
- Montell detalló las señales de que tu compañía podría ser "demasiado de culto para la comodidad".
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Por mucho que las sectas y su culto puedan aterrorizarnos con creencias marginales y crímenes escalofriantes, también nos impresiona su poder, especialmente si se aborda dentro de historias sobre el auge y la caída de una empresa con una cultura peculiar.
Prueba de que se han convertido recientemente en una obsesión cultural, son el lanzamiento de múltiples documentales y programas de televisión sobre los líderes más «amenazantes» de Silicon Valley.
Pero llamar secta a una firma es algo plagado de complejidades, dijo Amanda Montell, autora del libro «Cultish: the Language of Fanaticism».
En los negocios, algunas compañías se encuentran en el límite entre crear equipos leales y unidos y dominar todos los aspectos de la vida de su plantilla laboral.
“Estamos recurriendo a sitios más seculares de comunidad, pertenencia e identidad, y el lugar de trabajo se ha convertido en uno de los principales”, indicó Montell a Insider.
«Pero la pandemia realmente nos ha demostrado que ello puede ser problemático. No es muy saludable derivar todo tu sentido de pertenencia al trabajo».
Su libro, que se publicó el verano pasado pero recientemente ganó nueva popularidad en TikTok, cubre varios tipos de organizaciones que se asemejan a los cultos y cómo usan las palabras para ejercer el poder e influir en el comportamiento humano.
La principal diferencia entre las marcas inofensivas y las organizaciones más nefastas es cómo despliegan esa influencia.
«Cultish» sostiene que es importante detectar este tipo de retórica para mantener el control de nuestras vidas y elecciones.
Montell detalló siete características de las empresas de culto, para que puedas considerar si tu compañía es inofensiva o, como ella lo llama, «demasiado de culto para tu comodidad».
1. Terminología especializada
El libro de Montell se centra en el lado lingüístico del comportamiento de las sectas, desde las compañías más siniestras como Jonestown o Scientology hasta marcas populares de fitness como Orangetheory, que utilizan técnicas de marketing para crear un sentido de comunidad e identidad.
Ella expuso que es común que una empresa de «culto» use un conjunto de terminología especializada como acrónimos o abreviaturas que solo entienden los expertos.
Montell señaló un lenguaje con palabras como «holístico, actualización, cambio de paradigma y orgánico», que son términos elevados y trascendentes que las corporaciones usan para crear un sentido de propósito superior.
El hecho de que en tu trabajo usen abreviaturas para diferentes equipos no significa que estés en un culto, siempre que puedas cambiarlo.
Lo que Montell encuentra inquietante es cuando la gente sigue hablando en la jerga corporativa cuando no están trabajando.
«Este lenguaje puede crear una sensación de ‘nosotros contra ellos'», aseveró.
«Estás creando un eco. Tal vez no sientas que puedes levantar la mano y hacer una pregunta como ‘¿Qué significa esto?'».
2. Una cultura del silencio
Los cultos a menudo se basan en aislar a los miembros del mundo exterior, comentó Montell, pero si bien podemos pensar que es una situación remota remotos, este adoctrinamiento puede ocurrir psicológicamente en una empresa.
En las compañías de esta índole, los altos mandos a menudo desalientan la disidencia, lo que podría dar lugar al abuso de poder.
Montell señaló el ejemplo de Theranos, donde Elizabeth Holmes silenció agresivamente la disidencia para encubrir el hecho de que no tenía un producto real.
En múltiples casos, cuando los ejecutivos de nivel C-suite expresaron su preocupación por las afirmaciones engañosas de Holmes, fueron despedidos en cuestión de semanas.
3. Un líder carismático con poder desenfrenado
En las memorias de 2020 de Anna Wiener, «Silicon Valley», la frase «culto al fundador» describe la idea de que las firmas geniales provienen de líderes geniales.
Estamos fascinados con el auge y la caída de personas como Adam Neumann y Elizabeth Holmes, quienes usaron su carisma para desviar la atención de los inversores y empleados.
En 2022, la televisión y los documentales sobre WeWork y Theranos atraen a millones de espectadores.
Tener un líder que encarne la visión de una empresa puede ser un «premio gordo» de marketing, pero ese poder también puede ser peligroso si no se controla, como en un culto.
«Cuando tienes una figura seguida por un grupo en la parte superior de una organización, significa que esta persona ha hecho un muy buen trabajo al comunicar que su negocio se trata de algo más», comentó.
Cuando estos líderes comienzan a abusar de su influencia, pueden volverse «demasiado cultos para estar cómodos».
4. Pasar todo el tiempo con otras personas de la empresa
En algunas firmas, los compañeros de trabajo se vuelven más que colegas; son más como una familia.
Montell comentó que esta puede ser una forma de justificar trabajar más horas y explotar a la plantilla laboral. Si pasas todo su tiempo en la oficina o con tus colegas, esto puede ser otra señal de que su empresa es de culto, argumentó.
«¿Tienes otras personas en tu vida?», preguntó Montell. «¿Las personas más cercanas a ti que no están en la firma te dicen que estás en una secta? ¿Sientes que estás en una relación tóxica?»
Montell usó WeWork como ejemplo de un lugar donde se animaba a los trabajadores a pasar más tiempo en la oficina para divertirse y beber.
El cofundador de WeWork, Adam Neumann, imaginó originalmente a la empresa como una comuna donde las personas pasarían toda su vida.
5. Interiorizar los valores de la empresa
Hay algunas compañías que se toman muy en serio sus valores y su historia; esto también puede «encender alarmas».
Montell señaló a Amazon, donde se espera que los empleados memoricen los 14 principios de liderazgo para una insignia que no tiene vigencia fuera de la empresa.
«Realmente (esa práctica en la empresa) suena como algo sacado de los Moonies», declaró, refiriéndose a la Iglesia de la Unificación, a menudo considerada un culto religioso.
6. Deriva tu identidad del trabajo
Montell dio a conocer que diferentes tipos de organizaciones usan un lenguaje de culto para crear un sentido de identidad.
Piensa en el programa de fidelización de clientes en compañías como Gap, Sephora o Starbucks, donde ser «privilegiados» conlleva beneficios especiales.
Muchas personas encuentran a compañías como Theranos o WeWork fascinantes porque nos recuerdan a los grupos con los que interactuamos todos los días: nuestros lugares de trabajo; marcas favoritas; espacios espirituales; feeds de Instagram, estudios de acondicionamiento físico y otras organizaciones que tienen como objetivo crear un sentido de comunidad compartida.
Eso no quiere decir que identificarse con la marca de una empresa te convierta en miembro de un culto.
Pero si la misión, la estructura y los objetivos de una organización comienzan a dominar toda tu vida, eso debería ser una señal de alerta, puntualizó Montell.
7. El fin justifica los medios
Otra «bandera roja» común para las organizaciones de culto es la expectativa de que harás cosas que normalmente no harías por el bien de la organización.
Piensa en la producción de Apple TV, «Severance», en el que la plantilla laboral se somete a un procedimiento médico peligroso para demostrar su dedicación a la empresa.
En la vida real, esto podría ser similar a mentir o malversar fondos a petición de tus jefes por «el bien» de la compañía.
«Es posible que te encuentres nadando en una disonancia cognitiva y justificando un comportamiento que te haga sentir incómodo», concluyó. «Pero hacen que parezca que estás sirviendo a un propósito mayor».
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