- La salud mental es una parte medular en la preparación de atletas para eventos como los Juegos Olímpicos, pero sigue siendo un tema tabú.
- Los deportistas enfrentan ansiedad precompetitiva y duelos por no conseguir los logros esperados o “fracasar” en su disciplina.
- Business Insider México platicó con Miverva Cervantes, psicóloga y socia de Liderality, sobre por qué hay que comenzar el diálogo acerca de la salud mental y el deporte.
Los atletas olímpicos pasan la mayor parte de su vida preparando sus cuerpos para que pueda rendir al máximo en una competencia en la que representan a su país y sueñan con llevarlo al podio.
Además del entrenamiento físico, otra parte medular en su preparación para un evento como las Olimpiadas es su salud mental, aunque muchas veces no se hable de ello.
Sí, incluso en 2021, cuando sacar el tema de la depresión o la ansiedad parece algo común, sobre todo después de que la pandemia del Covid-19 empujó a que personas de todo el mundo tuvieran que lidiar con la pérdida de seres queridos, el aislamiento, los despidos y la misma incertidumbre por lo que pasaría en los siguientes meses.
“Ahorita estamos en una época en la que todo el mundo va al yoga, sabemos qué es el mindfulness y hemos leído libros sobre superación personal; pero nadie se atreve a hablar de suicidio. Hablamos de la salud mental por encima del iceberg, sin abordar temas per se”, dijo Minerva Cervantes, psicóloga y socia de Liderality, a Business Insider México.
“Los afiches motivacionales como: ‘despiértate y sé feliz’ son como si te tomaras una pastilla de dulce. Sirven un ratito y se acabó. No sirven para más porque no nos dan planes para hacerlo”, agregó.
En cuestiones de salud mental, el camino a Tokio 2020 no ha sido fácil para los atletas
Cortesía: Liderality
En el caso específico de los atletas, el último año tampoco ha sido sencillo por la pandemia del Covid-19, la que derivó en la suspensión de todas las actividades deportivas durante meses para evitar su propagación.
Eso incluyó los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que finalmente pudieron arrancar el pasado 23 de julio bajo estrictos protocolos sanitarios, ya que Japón está buscando contener un nuevo brote del virus. Eso incluyó celebrar la justa veraniega a puerta cerrada.
Los deportistas de alto rendimiento también tienen que lidiar con la ansiedad precompetitiva, la presión de que todo un país está esperando que dé buenos resultados y hasta duelos en caso de “fracasar” o no poder llevar a su nación a la gloria.
Y ellos son los afortunados, porque recordemos que muchos otros atletas se quedaron sin plazas rumbo a Tokio 2020; ya sea por no dar la marca necesaria para calificar, malos procesos burocráticos o cualquier otra situación que estuviera fuera de su control.
Business Insider México platicó con Cervantes para conocer por qué la salud mental debe ser un pilar en la preparación de los atletas olímpicos, cuáles son los mayores retos que deben enfrentar en dicho evento y qué se necesita para que deje de ser un tema tabú.
La carrera olímpica está llena de decepciones y tolerancia a la frustración
Ya fuera por tener una pasión por un determinado deporte o simplemente por estar encantados con la magia de los Juegos Olímpicos, todos en algún punto de nuestras vidas soñamos con ser deportistas y representar a nuestro país.
No obstante, los podios, las medallas, los trofeos y los mismos triunfos son solo una parte de la realidad que viven los deportistas, y que incluso solo algunos pueden conocer.
“A la hora que te das cuenta de lo que implica es que ponemos en perspectiva que solo llega [a los Juegos Olímpicos 1% de la población]. Y de ahí a que ganes una medalla, tienes que ser extraordinario”, dijo Cervantes.
“La carrera olímpica, como tal, está llena de muchas decepciones y mucha tolerancia a la frustración. Ellos pasan por competencias, entrenamientos, fases y años muy complicados que, al final, pareciera que lo tienen todo bajo control porque es a lo que se dedican”, agregó.
La realidad es que todos estos sacrificios se han normalizado, lo que lleva a no dar suficiente visibilidad a temas de salud mental, que pueden ir desde depresión, ansiedad, presión familiar, trastornos alimenticios, hasta renunciar al sueño olímpico, de acuerdo con la psicóloga.
Uno de los principales retos de la salud mental en el deporte es la ansiedad precompetitiva
Si cuando eras niño o niña te tocó representar a tu escuela en una carrera de 100 metros planos o en un partido de futbol, seguramente llegaste a tus manos sudorosas, mariposas en el estómago o sintiendo que tu corazón se iba a salir por tu boca.
En competencias juveniles, Cervantes incluso vomitaba por los nervios, y —de acuerdo con ella— es completamente normal.
“Ese estado de inquietud, nerviosismo, angustia, irritabilidad, preocupación, miedo, agobio (…) todo ese cúmulo de emociones que hay antes de una competencia es a lo que se llama ansiedad competitiva”, explicó la psicóloga.
“Que exista la ansiedad precompetitiva no quiere decir que el atleta esté haciendo algo malo. En algún momento de su vida lo va a sentir, la cuestión es saber cómo manejarla”, agregó.
Cervantes también comparó la ansiedad precompetitiva con una ruptura amorosa. Al experimentar una situación adversa emocional que no le gusta al cerebro, este reacciona rechazándolo y prefiriendo retirarse. Es por eso que muchos, después de que nos rompen el corazón, lo último que queremos es volver a enamorarnos.
“Es genético, lo tenemos como instinto de supervivencia. Luego de que te rompan el corazón vas a tener que volver a enamorarte. Cuando veas que hay cosas que te gustan y otras que no, vas a poder encontrar una mejor pareja”, comentó.
“Pasa lo mismo con los atletas. Hay que enseñarles que hay un instinto en su cerebro que los quiere proteger para no arriesgarse”, agregó.
Durante la ansiedad precompetitiva, el cuerpo se prepara para rendir al máximo
Estar en la línea de salida para una carrera con los mejores del mundo en tu disciplina es el sueño de muchos, pero como ya lo comentamos anteriormente, trae mucha presión para los deportistas olímpicos.
“No es algo muy agradable porque tienes a una nación sobre ti, todo el trabajo que han hecho tus entrenadores, las expectativas de tu gente, tus sueños de cuatro años que has trabajado en tu vida. Imagínate con todo eso hacer un mal papel”, enfatizó Cervantes.
Al cerebro no le gusta nada de lo anterior y, desde la época de los cavernícolas, nos prepara físicamente para huir de dichos escenarios.
“Por eso hay taquicardia y el sudor en los manos. El cuerpo, desde el punto de vista físico, se tiene que preparar para correr rápido”, explicó la psicóloga.
“En el caso de las ‘mariposas en el estómago’, lo que hace es que los jugos gástricos se asientan porque si lo que quieres es irte, lo que menos vas a desear es que tu estómago esté trabajando”, agregó.
Como si se tratara de escapar de un depredador, el cerebro utiliza oxígeno y glucosa para tomar decisiones en momentos de riesgo. Sin embargo, si un atleta no sabe reconocer esta preparación, la ansiedad precompetitiva puede desencadenar en un ataque de pánico.
En dicho escenario, normalmente hay hiperventilación, lo que provoca que llegue menos oxígeno al cerebro y, por ende, no se puedan tomar buenas decisiones que afecten directamente a su desempeño en la competencia.
“No es una sensación agradable, pero hay que comenzar a ver la ansiedad precompetitiva como una manera en la que tu cuerpo se prepara para actuar de manera necesaria y en la que tu mente se enfoca para tomar buenas decisiones”, dijo Cervantes.
El deporte que practican los atletas influye en la ansiedad precompetitiva
Aunque todos los deportistas sentirán la ansiedad precompetitiva, esta puede ser diferente de acuerdo con el deporte que practiquen. Cervantes explicó a Business Insider México que las disciplinas suelen diferenciarse en:
- Habilidades abiertas: tiene variables que de alguna manera son 100% cambiantes, como el clima, el pavimento o qué tan picado esté el mar. Esto lleva a que las decisiones de los competidores puedan cambiar las variables del juego. Hay incertidumbre en lo que puede pasar, por lo que los atletas deben tomar decisiones más rápidas.
- Habilidades cerradas: hay un ambiente 100% controlado, el aire no cambia y el espacio es igual para todos los competidores. La toma de decisiones es la misma para todos los competidores, pero un pequeño fallo pueden definir si ganas una medalla o no.
Tomando en cuenta lo anterior, la ansiedad precompetitiva no es diferente en disciplinas individuales o por equipos, según la psicóloga.
“Al final, todos (los integrantes del equipo) han jugado juntos muchas veces. Eso no modifica tu toma de decisiones en el deporte”, platicó.
Los atletas tienen que aprender a enfrentar el duelo si no obtienen los resultados deseados
La carrera de los deportistas olímpicos está llena de decepciones y frustraciones, pero eso no quiere decir que los duelos dejen de ser una de las partes más difíciles que deben enfrentar.
De acuerdo con Cervantes, cómo lidiar con ellos depende de cada cabeza. Además, la historia de cada deportista es diferente.
Por ejemplo, no es lo mismo perder tu plaza olímpica porque uno de tus rivales te venció en la clasificación, a no poder completar dicha competencia por un elemento ajeno a ti, como que se ponche la llanta de tu bicicleta.
Lo mismo pasa en los Juegos Olímpicos: no es lo mismo perder el podio por un margen de puntuación muy pequeño que sufrir una lesión que no te permita continuar.
“Obviamente, los psicólogos tenemos que ayudar a que el atleta haga un duelo saludable, porque es algo necesario. No hay manera de que reparemos cosas o que crezcamos sin estas partes depresivas, de enojo o tristeza”, dijo.
No obstante, el problema es cuando los deportistas caen en duelos patológicos, en donde se lesionan constantemente, sufren de depresión con abusos de sustancias, hay trastornos alimenticios o abandonan el deporte.
“Es bueno que existan los duelos, pero hay que cuidar que no sean destructivos”, enfatizó la psicóloga. “La tolerancia a la frustración hace que cada uno de ellos sea mejor. Así, cuando llega el éxito, es extremadamente gratificante”.
“Si no nos costara alcanzar las metas, no nos alegraríamos tanto por ganar una medalla olímpica”, añadió.
Para que la salud mental deje de ser un tabú en el deporte olímpico y de alto rendimiento, hay que empezar el diálogo
En 2021, la salud mental sigue siendo un tabú en el deporte olímpico. Uno de los ejemplos más sonados recientemente fue el de la tenista Naomi Osaka, quien representó Japón (el país anfitrión) en las actuales Olimpiadas.
En mayo, la japonesa se retiró de Roland Garros tras ser multada por negarse a asistir a conferencias de prensas, decisión que tomó antes de iniciar el torneo para proteger su salud mental.
En el comunicado de prensa en el que anunció su salida del Grand Slam, la japonesa compartió que ha tenido episodios de depresión desde el US Open y que siente “grandes oleadas de ansiedad” antes de hablar con los medios.
Sin embargo, lo anterior no evitó que iniciara un debate sobre la responsabilidad que tiene los deportistas al hablar con la prensa en torneos, por qué hay momentos en los que su salud mental no parece una prioridad y cómo la ansiedad y la depresión afecta su rendimiento.
Este 27 de julio, Osaka fue eliminada de la tercera ronda del torneo de tenis individual femenil de Tokio 2020 tras caer ante la checa checa Marketa Vondrousova.
Después del partido, la tenista japonesa aseguró que sintió demasiada presión y no supo lidiar con ella, lo que habría afectado a la situación.
Según Cervantes, para romper con el tabú de la salud mental en el deporte, lo primero que hay que hacer es comenzar a hablar sobre ello, sobre todo porque hay mucha ignorancia sobre el tema, que ya es complejo por si solo.
“Lo primero es abrir el diálogo y hacerlo con gente especializada, que hable las cosas como son y resolver las dudas”, dijo. “Hay que hablar las cosas con nombre, directo y a la cabeza. Nosotros los psicólogos tenemos la responsabilidad de no titubear ni pintar la situación como si fuera miel sobre hojuelas”.
“Una vez que se abre la tapita, salen muchísimas cosas. No es que la gente no quiera hablar de ello, al contrario. No saben con quién hablarlo, porque al final para sacar este tipo de cosas tienes que hacerlo con alguien que lo cuide”.
Es por ello que el papel de los psicólogos es fundamental en el cuidado de la salud mental de los deportistas de alto rendimiento. Según Cervantes, ahora es necesario abrir foros y espacios para poder hablar sobre estos temas, donde “no se les maltrate más de lo que ya vienen emocionalmente”.
El proyecto de vida de los atletas de alto rendimiento debe ir más allá de competir en unos Juegos Olímpicos
La pandemia del Covid-19 representó muchas pérdidas para millones de personas. En el caso de los atletas, eso incluyó no cumplir su sueño de asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, una meta para la que se prepararon durante años.
Aunque algunos finalmente lo cumplieron la semana pasada con la inauguración del eventos, muchos otros perdieron sus plazas olímpicas o no pudieron continuar con en el camino.
En tales escenarios, Cervantes consideró que el mayor problema es cuando se ve a las Olimpiadas como el mayor logro de la carrera de una persona y no se cuenta con un proyecto de vida.
“Imagínate que te quiten ese único logro de tu vida. Si tú trabajaste solamente para eso, claro que va a haber una pérdida gigantesca y un desbalance en la salud mental de los atletas”, explicó.
En cambio, los Juegos Olímpicos deben ser solo un pequeño escalón para poder planear un proyecto de vida mucho más amplio. De acuerdo con la psicóloga, estos deben tener tres componentes: ir dirigidos hacia uno mismo, tener una parte aspiracional y poder regresar una parte a la sociedad.
En Liderality, una empresa creada por Cervantes y su padre, la psicóloga cambia el paradigma de los líderes (incluyendo a los atletas) para que puedan tener un proyecto de vida balanceado y que incluya todas las esferas en las que estén involucrados: salud mental, salud física, estabilidad financiera, familiar, etc.
“Que haya una persona en balance también las va a hacer más congruentes; mientras que su toma de decisiones y proyectos de vida involucrarán a sus otras esferas”, finalizó.
