- Los administradores de redes sociales se enfrentan a una variedad de desafíos, lo que ha llevado a muchos a renunciar y cambiar.
- Cuatro exgerentes comentaron sus amargas experiencias con diversas firmas.
- Entre los señalamientos están el escaso presupuesto y asumir roles que no les correspondían.
- ¿Ya conoces nuestra cuenta en Instagram? Síguenos.
El sitio web de carreras Zippia estima que hay más de 26,000 administradores de redes sociales tan solo en Estados Unidos.
Si bien esta profesión continúa creciendo en popularidad, muchos administradores están decidiendo dejar sus puestos por mejores oportunidades.
Según un estudio de 2020 realizado por el Centro de Investigación de Medios Digitales del Instituto de Relaciones Públicas, Ragan Communications y el Departamento de Relaciones Públicas de la Universidad de Florida, 57% de las personas expertas en redes sociales planeaba dejar su empleo dentro de dos años; mientras que 47% también dijo que trabajaban más horas que sus compañeros.
Según Zippia, 29% de los administradores de redes sociales permanecen en sus funciones menos de un año.
Una de las principales razones para irse fue la falta de crecimiento. Aunque 70% de ellos querían ser promovidos, solo 40% vio alguna posibilidad de avanzar donde estaban, según el estudio de 2020.
Insider habló con cuatro gerentes de redes sociales sobre cómo llegaron a un punto crítico en sus trabajos corporativos y qué decidieron hacer.
Algunas indicaron que se vieron obligadas a laborar a todas horas de la noche o asumir responsabilidades fuera de las descripciones de su trabajo; otras indicaron que sentían que su empleo era subestimado o malinterpretado.
A pesar de estas experiencias, casi todas han optado por quedarse en las redes sociales o en otro rol relacionado.
Estas son sus historias
1. Roseanne DosSanto tuvo que trabajar con presupuesto y apoyo limitados
La sensación de estar atrapada fue precisamente la razón por la que Roseanne DosSantos, de 39 años, dejó su puesto como gerente de redes sociales para una empresa de soluciones de TI en 2016.
Pero como muchas otras personas, DosSantos descubrió que no podía dejar las plataformas completamente atrás.
Ella señaló Insider que comenzó en las redes sociales como gerente de cuentas de una empresa de personal en 2009.
«Esto fue cuando podías comprar una página de Facebook de un tercero. Así que compramos una creada a partir de CareerBuilder», aseveró.
Si bien su empresa recién comenzaba a utilizar las redes sociales, no estaban dispuestos a destinar una cantidad significativa de presupuesto a lo que estaban construyendo.
Ella estaba administrando las redes sociales como un equipo de una sola mujer además de los esfuerzos sociales pagados. Cuando se fue, todavía era la única persona que administraba esos perfiles, a pesar de que la firma había crecido a 23,000 empleados.
La transición
DosSantos hizo la transición a un rol de gerente de ingeniería de soluciones para Sprout Social, que proporciona software para que las cfompañías administren sus redes sociales, en 2017.
«Vi el impacto que las plataformas estaban teniendo en las organizaciones; quería aprovechar mi conocimiento de estar en el campo y mostrar a las marcas cómo anclar su programa social con una tecnología escalable permitiría el crecimiento y probaría el ROI. También me abrió la oportunidad de trabajar con empresas B2B y B2C y no quedarme atrapada en un segmento», mencionó DosSanto.
Al trabajar con otros administradores de redes sociales, ha visto cómo han cambiado las cosas desde sus días de trabajo «en sus zapatos».
Indicó que hay menos confianza en las métricas de «vanidad» y más comprensión del ROI, lo que lleva a que muchos administradores de redes sociales tengan más presupuesto para trabajar que ella.
Pero ella todavía no está dispuesta a volver a la vida de una administración de redes sociales; dijo que muchos en esos puestos deben estar «siempre activos».
2. Gracie Clemens enfrentó una falta de oportunidades de crecimiento
Gracie Clemens, de 34 años, que trabajó para un mercado digital que administró más de 100 marcas entre 2016 y 2020, comentó que se encontró asumió muchas más responsabilidades que las de un administrador de redes sociales.
Esto se debe a que se encargaba del marketing por correo electrónico, la redacción de textos publicitarios, la dirección de sesiones fotográficas para campañas y gestión de sitios web.
Aunque disfrutó su labor, afirmó que sentía que ya no estaba siendo desafiada y atrapada en un lugar sin crecimiento.
«Viví en Londres durante 10 años y laboré en esta compañía durante cuatro. Mi visa estaba por renovarse y ser internacional. Cuando te comprometes a un puesto en Reino Unido, lo haces de tres a cinco años, según el acuerdo. Así que era más la pregunta de ‘¿Creo que puedo crecer aquí tanto como me gustaría en los próximos tres a cinco años?'», reflexionó Clemens.
Una labor independiente
Pero al igual que DosSantos, Clemens no dejó atrás las redes sociales por completo. En cambio, optó por seguir colaborando como administradora de redes sociales de manera independiente. No está segura de dónde quiere vivir a largo plazo, y el trabajo independiente le da la posibilidad de moverse cuando quiera.
Si bien Clemens sintió que su organización entendía cómo funcionaban las redes sociales, resaltó que no entendían cuánto tiempo consumía su trabajo. Todavía experimenta ese problema con sus clientes actuales, a quienes ha encontrado a través de redes tanto en línea como en persona.
A menudo, agregó, las tarifas que ofrecen muchos clientes potenciales no respetan su experiencia. Aunque Clemens refrendó que sus ingresos anuales varían más como freelance, ganó el doble de su salario corporativo anterior en su primer año en este formato.
“Creo que ese es el mayor desafío en este momento: la carga de trabajo está aumentando y las tarifas no están subiendo como deberían”, dijo.
Según Zippia, el salario anual promedio de un administrador de redes sociales es de 59,252 dólares (un millón 168,716 pesos, aproximadamente). En promedio, solo ha aumentado 2.2% cada año desde 2013.
Ser independiente también le ha permitido a Clemens establecer sus propios límites.
Si bien los administradores de redes sociales de tiempo completo pueden estar preocupados por estar disponibles a todas horas, Clemens se asegura de no sentar ese precedente con sus clientes.
«Hay algunas firmas para las que solo trabajo 10 horas a la semana», confesó. «Una vez que llego a esas 10 horas, por mucho que quiera responder a sus mensajes de Slack, establecer esos límites es realmente importante».
Sin embargo, incluso cuando trabajaba independientemente, Clemens todavía ha lidiado con el agotamiento. Pero descubrió que ahora puede recuperarse en sus propios términos y volver al empleo cuando esté lista.
3. Elizabeth Miner estaba cansada del trabajo extra y las condiciones inestables
Al igual que Clemens, Elizabeth Miner, de 43 años, optó por comenzar a trabajar por su cuenta después de pasar siete años como asociada de comunicaciones para dos organizaciones sin fines de lucro que la vieron administrar cuentas de redes sociales, además de hacer redacción, desarrollo web y diseño gráfico.
Ella dio a conocer que le pidieron que asumiera roles para los que no fue contratada y finalmente perdió ambos puestos debido a problemas de financiación. No estaba dispuesta a arriesgarse por tercera vez.
«El mercado laboral era especialmente difícil en ese momento. Sentía la presión de fingir que era perfecta para cada puesto, incluso si no eran perfectos para mí. Enviar docenas de solicitudes cada semana me parecía una pérdida de tiempo que podía gastar realmente trabajando, aprendiendo y teniendo un impacto positivo», expuso Miner.
Cambio de rumbo
Pero una vez que comenzó su propia agencia de marketing en 2011, rápidamente decidió dejar de ofrecer la administración de redes sociales como un servicio. En cambio, se centró en el diseño web y de empaque, así como el desarrollo de marca.
«Creo que el alcance orgánico solía ser mucho más fácil. Si eras bueno con la voz de la marca y sabías lo que era interesante y podías compartirlo, obtenías algunas ganancias que valían la pena de esa manera. Y creo que ahora se ha vuelto tan complejo que realmente tienes que especializarte y convertirte en un experto en la elaboración de estrategias y la comprensión de los datos», apuntó.
Independientemente de ser independiente o de tiempo completo, con las redes sociales, Miner detalló que debe poder hacer ambos lados de la ecuación: el creativo y el analítico.
Con la cantidad de algoritmos que han cambiado a lo largo de los años, necesita a alguien que entienda cómo funciona todo.
Después de sentir que tenía que estar disponible para sus clientes las 24 horas del día, los siete días de la semana, se dio cuenta de que «no quería dar ese tipo de disponibilidad».
Miner mencionó que sus clientes también estaban luchando por comprender su retorno de la inversión.
«Creo que las decisiones de compra de las personas pueden ser el resultado de encontrarse con su negocio en diferentes momentos y lugares. Y, por lo tanto, las redes sociales pueden desempeñar un papel importante, pero puede que no sea tan frecuente que ese clic sea lo que resulte en una venta», concluyó.
4. Rebecca Gibson se sintió infravalorada
Rebecca Gibson experimentó una gran cantidad de malentendidos y rechazos en su papel anterior como gerente de redes sociales para una compañía de atención médica.
A pesar de que la contrataron como administradora de estas plataformas, le señalaron que «no veían sentido en el marketing de redes sociales».
«Mi mayor desafío fue convencer a mi equipo de que las redes sociales eran importantes para su empresa y hacer que participaran con ideas que yo tenía que ayudarían», explicó Gibson. Sentía que constantemente necesitaba justificar su trabajo.
Pero incluso cuando sus ideas tuvieron éxito, recibió poco reconocimiento.
Gibson dejó su puesto en 2022 después de poco menos de un año en la empresa y está buscando un puesto similar.
«Me encantan las diferentes cosas que vienen con él. Las plataformas siempre están desarrollando y presentando nuevas características, algunas de ellas buenas, otras terribles. Pero incluso las actualizaciones horribles son fascinantes para la manera en que la plataforma se desarrolla y progresa; me encanta ver cómo crece», señaló.
También ha tenido grandes problemas con su confianza en su trabajo debido a su experiencia en su antigua firma.
«Ha sido un viaje en sí mismo, pero he recuperado mi confianza. Afortunadamente, tengo una red de apoyo que es excelente para fortalecerse mutuamente y brindar retroalimentación», reflexionó.
AHORA LEE: La «renuncia silenciosa» terminó y estas son las razones
TAMBIÉN LEE: 5 tips para disminuir la incertidumbre al tomar decisiones en tu empresa
