- La reforma requeriría a las comercializadoras de combustible contar con capacidad de almacenamiento para recibir permisos.
- Pero expertos señalan que nadie invertirá en infraestructura de almacenamiento sin la certeza de que podrán operar.
- En una mesa de diálogo en el Congreso, se advirtió que la legislación debe acotar objetivos, para evitar que sea otra "ley que nazca muerta".
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) busca que México cuente con seguridad energética. Pero la reforma a la Ley de Hidrocarburos que envío al Congreso inhibiría la entrada de nuevas inversiones para almacenamiento de combustible. Esto según lo expuesto en una mesa de diálogo realizada en el Congreso de la Unión.
Este almacenamiento se refiere a las reservas que deben mantener las comercializadoras para satisfacer la demanda y evitar desabasto. México es uno de los países con menos capacidad de almacenamiento entre los países de la OCDE. Pero si la iniciativa es aprobada sin cambios, los permisos se otorgarían solo si las empresas cuentan previamente con la capacidad que dicte la Secretaría de Energía (Sener).
Esto frenaría la inversión de nuevos participantes en el sector. Bajo esta legislación, las empresas tendrían que invertir primero, sin la certidumbre de que un permiso será otorgado por el gobierno mexicano, de acuerdo con Rosanety Barrios, analista independiente del sector energético, quien participó en la mesa de diálogo.
«Cuando llega un (nuevo) comercializador busca demanda. Llega a armar su plan de negocios y busca, entre otras cosas, financiamiento para construir la infraestructura. Nadie construye primero la infraestructura y luego pide un permiso a ver si se lo dan», advirtió la experta.
Barrios recordó que las revocaciones de permiso por incumplir en el requisito de almacenamiento ya es una facultad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Pero recomendó que no se debería exigir una inversión previa para otorgar los permisos.
La reforma de hidrocarburos acotaría la entrada de nuevas empresas
Para Gonzalo Monroy, experto en el sector energético y director general de GMEC, la reforma de hidrocarburos le quita la oportunidad a nuevas empresas privadas para entrar el mercado de combustibles en México. Pero aclaró que esta legislación tendrá un aspecto positivo para los participantes actuales que ya invirtieron y tienen infraestructura en el país.
«Pero no en el aspecto de seguridad energética que habla de tener disponibilidad de energía en el momento que la gente lo requiera. Aquí lo que están tratando de hacer es cerrar la expansión privada. Piensan que entre más entran privados Pemex se está haciendo más pequeño», señaló el experto en entrevista para Business Insider México.
«Por desgracia se ha hablado mucho de la refinería de Dos Bocas. Sin embargo Pemex no ha hecho inversiones nuevas, en almacenamiento», advirtió.
La reforma no toma en cuenta procedimientos judiciales
En la mesa de diálogo también se expresó que la iniciativa pretende incluir en la Ley de Hidrocarburos facultades que no corresponden a las autoridades energéticas. En el artículo 58 y 59 de la legislación actual, ya permite sancionar o revocar permisos a empresas que violen regulaciones o atenten contra la seguridad nacional, como es el caso del contrabando de combustible o el robo conocido como huachicoleo.
«Pero la legislación actual es muy clara que existe un procedimiento. Ninguna autoridad energética podría, aunque quisiera, determinar un delito en materia de robo de combustible o de evasión fiscal», señaló Rosanety Barrios en la mesa de diálogo.
Estas son competencias del Poder Judicial o del Servicio de Administración Tributaria (SAT). «No está claro en su propuesta de modificación para establecer la suspensión. Y ese resulta el aspecto más preocupante si es que esta legislatura quiere respetar los términos fundamentales de procedimiento legal y respeto a la propiedad privada», añadió.
Para Abril Moreno, vicepresidenta de asuntos públicos del Cluster Metropolitano de Energía, si estas facultades que añaden a la Ley de Hidrocarburos no están bien acotadas, la reforma podría «nacer muerta» legalmente.
«Esta iniciativa fue creada en un contexto de conflicto constante. Estamos peleando entre el mercado, lo privado y el gobierno, cuando el mundo hoy está avanzando hacia la cooperación internacional. México había avanzado en los últimos años, y esta iniciativa limita la competencia, en un entorno de crisis económica», señaló.
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