• Para organizar nuestras finanzas personales es muy importante llevar una organización de los medios que tenemos a disposición para alcanzar nuestros objetivos.
  • Al final la base de todo comienza simplemente con esto, con una organización clara de nuestro patrimonio y con ese control financiero.
  • El ahorrador que no sigue estas pautas termina fracasando y lapidando gran parte de su patrimonio.

Para organizar nuestras finanzas personales es muy importante llevar un control de los medios que tenemos a disposición para alcanzar nuestros objetivos.

Estos pueden ayudarnos y se pueden aglutinar por diferentes grandes grupos: medios financieros de activo y pasivo y medios de ingresos y gastos.

Al final la base de todo comienza simplemente con esto, con una organización clara de nuestro patrimonio y con ese control financiero.

Generalmente, el ahorrador que no sigue estas pautas termina fracasando y lapidando gran parte de su patrimonio. Por eso es muy importante planificar de cara al largo plazo.

1. Conoce tus ingresos y tus gastos

Aquí entran los llamados medios de inversión, que es la suma de todos los que se destinan a proporcionarnos un rendimiento en el tiempo, como consecuencia de asumir un riesgo. De esta manera, aquí podemos encontrar todos los productos financieros que nos reportan, o no, unas ganancias a largo plazo.

También hay que tener en consideración los medios de financiamiento, en los que se incluyen los productos que nos consiguen la liquidez presente para alcanzar una meta personal, a cambio de devolverlos con el paso del tiempo. Los préstamos y créditos son los instrumentos más importantes con los que contamos en este área.

Para hacer una correcta planificación financiera es vital saber los medios de ingreso de los que disponemos. Es decir, todas las fuentes que nos reportan un flujo de efectivo sin tener que realizar una inversión inicial. Aquí entrarían nuestras rentas del trabajo y las actividades que hagamos con las que seamos capaces de generar dinero.

Asimismo, dentro de nuestra organización debemos conocer cuáles son los medios de gasto. En este caso, se trata de los procesos cotidianos que nos obligan a desembolsar efectivo. Esto es absolutamente imprescindible para lograr nuestras metas, puesto que en nuestra vida tendremos que seguir teniendo un flujo de gasto de manera continua.

Así las cosas, son herramientas a nuestro alcance. No se debe confundir entre la estrategia que realizamos para lograr nuestros objetivos con los medios que usamos para llevarlo a cabo. Todos estos medios se muestran como herramientas a nuestro alcance y no debemos confundir la estrategia que fijamos para conseguir nuestro objetivo con los medios que usamos.

2. Controla tu presupuesto teniendo en cuenta los tiempos

Otro tema clave dentro de la organización de nuestra planificación financiera es, una vez que sabemos que tenemos que controlar nuestro presupuesto sabiendo los diferentes medios, que llevemos una periodicidad adecuada. Pongámonos en el caso de que queremos comprar una vivienda, pero tenemos seis deudas de cantidades menores.

En ese supuesto, la mejor estrategia sería reducir nuestro nivel de deudas para, posteriormente, poder adquirir el inmueble que deseamos. Sería la planificación financiera más coherente a desarrollar, puesto que nuestro apalancamiento no asumiría riesgos excesivamente altos.

3. No te obsesiones con el control de tu dinero

En este sentido, se suele cometer un error una vez que estamos inmersos en el desarrollo de nuestra economía familiar: la obsesión por la situación financiera, lo cual genera algo parecido al estrés o psicosis de control que no lleva a ningún sitio.

Por tanto, nuestra situación financiera requiere un control periódico, un seguimiento continuo en el tiempo nuestras metas y unos mecanismos que puedan corregir las variaciones en la planificación que hayamos previsto de forma inicial.

4. Utiliza herramientas que te ayuden a controlar tu presupuesto

En última instancia, si tenemos una situación financiera excesivamente compleja, debemos recurrir a un método sistemático de control, apoyados por alguna de las múltiples herramientas que existen en el mercado en la actualidad para que nuestras finanzas estén lo más controladas posibles.

¿Cuáles son estas herramientas? Pueden ir desde una libreta en papel, una hoja de cálculo o cualquier software que cubra realmente las necesidades que tenemos de informarnos y de controlar nuestras finanzas.

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