• Los rechazos de candidaturas para puestos de trabajos se producen constantemente, pero hay muchas razones detrás.
  • Tú mismo influyes en algunos factores durante las entrevistas de trabajo.
  • A veces no puedes evitarlo, como cuando el puesto se cubre finalmente por una promoción interna.
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Que te rechacen en un proceso de selección para un puesto de trabajo tras realizar varias entrevistas, no es fácil.

Enviaste tu solicitud y te esforzaste mucho en tu carta de presentación. Has pasado varias horas solicitando un nuevo puesto y ahora estás esperando que alguien de la empresa se ponga en contacto contigo.

Entonces llega el correo electrónico con las siguientes palabras: «Lamentamos informarte que…». Otro rechazo.

Hay muchas razones por las que puedes recibir un rechazo de este tipo. A veces se debe a factores que escapan a tu control. Otras veces, sin embargo, se debe a que hay cosas que mejorar.

Estas son algunas de las principales razones por las que no te seleccionan en las entrevistas de trabajo, según la plataforma de empleo Kununu.

1. La solicitud no está completa

Comprueba bien qué documentos tienes que presentar a la empresa. Los profesionales de Recursos Humanos reciben muchos currículums.

Por eso, antes de ocuparse de cada uno de los potenciales candidatos, tienen que clasificarlos. Durante este paso, las solicitudes con errores se filtran y se rechazan.

Asegúrate también de que tu petición cause una buena primera impresión.

Debe estar en consonancia con el aspecto del puesto de trabajo al que se opta. Por ejemplo, las cartas de presentación para una agencia creativa o un puesto de contable pueden tener un aspecto muy diferente. 

2. Tus expectativas salariales no son realistas

Si se te pide que indiques un salario estimado en la solicitud, debes asegurarte de poner una cifra adecuada para el puesto. 

Investiga la empresa y en páginas de internet del sector para encontrar cuánto ganan los empleados con tu nivel de experiencia y en funciones similares.

3. Tus calificaciones o cualidades no coinciden con el puesto

Tienes que comprobar cuidadosamente los requisitos de cada puesto de trabajo que solicitas para asegurarte de que tienes las cualificaciones adecuadas. 

Muchas empresas enumeran requisitos básicos como una determinada titulación, experiencia laboral y conocimientos de idiomas.

También delimitan las aptitudes o cualificaciones preferidas, como conocimientos en un campo determinado, formación avanzada o aptitudes interpersonales. 

Si solo tienes algunos de los requisitos básicos y ninguno de los preferidos, probablemente el trabajo no es para ti. 

También puede que superes los conocimientos y la experiencia que se requieren para el puesto. Si estás sobrecalificado para un puesto, los reclutadores pueden rechazarte en las entrevistas de trabajo. 

Las personas sobrecualificadas suelen tener expectativas salariales elevadas y cambian rápidamente de empleo.

Debes asegurarte de que las funciones del puesto son variadas y al menos tan exigentes como las de tu último trabajo.

4. Aún no tienes mucha experiencia laboral

Si, por el contrario, acabas de terminar tus estudios y estás buscando tu primer empleo, es poco probable que consigas el primer puesto que solicites.

Muchas empresas exigen cierta experiencia laboral. Esto puede ser frustrante, pero no debe impedirte seguir solicitando empleo.

Lo mejor es buscar puestos que mencionen puestos de nivel inicial o de beca o formación en el anuncio.

5. Tu solicitud llegó demasiado tarde 

Algunas empresas tienen un largo proceso de selección y siguen dejando los anuncios de empleo aunque ya estén entrevistando a los candidatos adecuados.

Por lo tanto, es posible que el momento de la solicitud no sea el adecuado.

En este caso, la respuesta negativa no tiene nada que ver con tus habilidades o cualificaciones, sino con la comunicación de la firma.

Si te rechazan porque ya se han encontrado candidatos adecuados, puedes pedir que te informen sobre tu postulación.

Algunos reclutadores se tomarán la molestia de darte información sobre si podrías haber sido preseleccionado o qué faltó.

Lo más importante es que no te desanimes y que te sigas presentando a otros puestos vacantes, porque el momento adecuado para nuevas entrevistas llegará.

6. No estabas preparado para la entrevista

Las entrevistas de trabajo permiten a la empresa conocerte mejor. También es una oportunidad para que evalúes si la compañía y el puesto cumplen tus expectativas. 

Debes informarte bien sobre la compañía antes de ese paso para poder hacer preguntas. Además, tu entrevistador puede hacerte preguntas sobre el lugar.

Si no estás preparado, parecerás poco profesional y como si no estuvieras interesado en tu posible futuro empleador.

Los reclutadores suelen recomendar que investigues dónde quiere crecer la firma y cómo podría querer expandirse. Puedes utilizar esta información en la entrevista para mostrar cómo tus habilidades y experiencia podrían ayudar a la empresa con sus planes de futuro.

Además, alístate para las preguntas que suelen hacerse en las entrevistas. Por ejemplo, los reclutadores suelen cuestionar sobre los puntos fuertes y débiles o quieren conocer tus expectativas de futuro. 

7. No puedes demostrar tus cualificaciones

Tienes que ser capaz de presentar cualquier certificado, diploma o premio que te pidan.

Causa una mala impresión a los reclutadores si afirmas cosas que no pueden verificar. Esto no se limita a tu certificado de estudios o premios académicos.

Si aseguras que trabajas bien en equipo o que eres un gran líder, por ejemplo, tienes que poder dar ejemplo de ello.

8. No encajas con el equipo

Tu currículum y tus cualificaciones pueden ser perfectos para el puesto, pero eso no importará si no encajas con el equipo.

Las empresas conocen la importancia de la cooperación. Si el reclutador considera que no encajas en la plantilla de la compañía, es probable que no consigas el puesto laboral, aunque en las entrevistas de trabajo.

Saber si un candidato encaja bien en el equipo es una de las preguntas más importantes que deben hacerse los responsables de Recursos Humanos en el proceso de contratación.

Algunas personas simplemente no trabajan bien juntas, pero eso no significa que haya algo malo en ti.

Es importante sentirse cómodo y valorado en el empleo, así que es crucial que seas lo más abierto y honesto posible en el proceso de selección para que tanto tú como el reclutador puedan ver si encajarías. 

9. Contrataron a alguien internamente

Este es un factor sobre el que no tienes absolutamente ningún control, pero puede jugar un papel decisivo.

En algunos sectores y campos profesionales, es obligatorio que los puestos de trabajo se anuncien públicamente y se invite a los candidatos externos a presentar su solicitud, incluso si ya se ha realizado una contratación interna. 

Aún así, puedes aprovechar el proceso de solicitud para ganar experiencia y obtener opiniones.

Pide a los reclutadores una evaluación de cómo fue la entrevista laboral, aunque otra persona se haya quedado con el puesto.

10. Quedaste en segundo lugar

Por último, es posible que seas el candidato adecuado y que encajes perfectamente en el puesto, pero que otra persona te gane.

Puede que esto se reduzca a un mínimo detalle y que en otra ocasión hayas conseguido el trabajo que querías.

Pero eso no es motivo para rendirse. Lo mejor es que pidas opinión sobre la entrevista para poder aprender de ella. Y estar orgulloso de haber llegado hasta ahí.

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